-Oh, nunca más... - echó de nuevo - Nunca más...
-Demonios, Isabelle... ¿Cuánto tomaste? - chasqueó la lengua - ¡Mike! - gritó.
-¡Señor! - gritó desde el otro lado.
-¿Qué tal está...? - volvió a echar - ¿Qué tal está Carter?
-¡Ha vomitado más que yo en la casa de Florence! - Luke abrió los ojos de par en par.
-¡¡¡A TURNAR!!!
Dos cuerpos se cruzaron por los pasillos, para luego arrodillarse junto a su otra víctima.
-Isabelle - juntó su cabello y lo mantuvo ahí mientras ella seguía delirando y echando todo lo que había tragado -. Ahora ya no sé quién está peor...
-¿Eres Mike? - arcada.
-Sí.
-¿Y Luke?
-Con Carter.
-¿Y Carter...?
-Con Luke.
-Vomitaré en tu cara, niño bonito - Mike echó una risita.
-Carter está en las mismas que tú... Pero creo que peor.
-¿Peor que yo? - dijo en tono preocupado.
-¿Qué es lo que está sucediendo entre ustedes dos, mi niña?.
-Pareces mi papá - se quejó mientras se hacía espacio para el otro zombie.
-Siéntate, Carter - le ordenó Luke -Les traeré el té.
-Si lo preparó Luke no lo quiero - se cruzó de brazos. Luke sonrió de lado - ¿Qué con esa cara? - se acercó lentamente a la chica, la miró sin borrar la sonrisa del rostro, y le apretó las mejillas, moviéndolas de un lado a otro - ¡Suéltame, desgraciado!
-Ño - Mike rió.
-Déjala y ve a traer "la medicina".
-Mandón - se separó de ella -. Esto no ha terminado - la señaló con el dedo, para luego desaparecer por el pasillo.
-Aún no me disculpé por haberlos interrumpido - bajó la mirada.
-¡Agradece que no estábamos haciendo nada! - echó una carcajada al ver la expresión de ambos presentes.
-Tienes razón, debo agradecer.
-¿Qué debes agradecer? - apareció Luke con dos tazas en las manos.
Mike lo miró de pies a cabeza.
-Nada, nada - le rodeó el hombro con el brazo.
-¿Bueno...? - sacudió la cabeza -El té. Bébanlo - les tendió las tazas.
-Alguien se ha malhumorado - Isabelle infló las mejillas.
-Luke está en sus días... - Isabelle rió.
-Ah, cierto que él también lo tiene - Mike acompaño la risa.
-Pues, tú, mi querido Mike, también lo tienes algunas veces - hizo un raro ademán con la mano.
-Ajá - enarcó una ceja -. Ah... Isabelle, acompáñame un rato a la cocina - Isabelle frunció el ceño.
-Vomité más que no-sé-quién, y quieres que camine.
-Ahora - le ordenó Mike. El arco iris enarcó una ceja.
-¿Cómo dijiste? - el rubio al apretó los labios al darse cuenta de a quién le había dado una orden.
-Ay... - se rascó el cuello - Señora, reina y princesa mía, ¿me haría el honor de acompañarme a la cocina para que su dragón no me coma? - hizo un puchero.
-Está bien... - se levantó sin ánimos.
Arrastró los pies hasta la cocina, siguiendo como perrito faldero a Mike.
-Bien...
-¿Qué pasa? Quiero dormir... Y es de madrugada.
-Pues eso te pasa por despertarnos en medio del quinto sueño.
-Ya va... ¿Quieres que te ayude a cocinar algo? - Mike negó tranquilamente - ¿Arreglar algo? - volvió a negar - ¿Algún consejo que Luke no pueda escuchar? - volvió a negar - ¡¿Qué mierda quieres?!
-Quiero que me digas qué es lo que tienes con Carter.
-¿Por qué insistes en eso? No hay nada, Mike - volteó, dispuesta a irse, hasta que el rubio la detuvo agarrándola del brazo.
-Sé que hay algo, Isabelle.