Capitulo 8
Narra Dante:
Mañana enfrentare un partido muy importante, este nos dirá si pasamos a los nacionales. El equipo ha estado motivado, me he encargado de ello. Aunque, sinceramente el asustado soy yo. No he podido conciliar el sueño, tan solo he buscado distintas estrategias para tener el triunfo asegurado. No puedo defraudar a mi equipo. Como de costumbre salgo de mi hogar dispuesto a comenzar el día largo que me esperaba en la cancha. Esta vez Zora entraba a las 9: oo am, que suerte. Comenzó el entrenamiento con los muchachos, mi reputación es de una persona sumamente exigente, con un pésimo carácter. Pero si debía exigir algo, tengo que saber hacer mi trabajo, así que mi esfuerzo era aun mayor. Tenía que estar a la altura de esa expectativa mía y de los demás. La presión es mucha, pero no es algo que no pueda cargar. Es la manera de demostrarme que puedo hacer las cosas. No significa ser mejor que todos. Solo ser mejor que YO mismo cada día de mi vida. Como costumbre los muchachos dieron 37 vueltas a la cancha. Como capitán exijo puntualidad, cada minuto que llegan tarde al entrenamiento les aumento 2 vueltas. Quizás no sea mucho, pero después de 37 vueltas, se convierte en algo muy pesado. Seguido de eso, comenzaban a lanzar tiros libres, después planeábamos distintas estrategias de juego, hasta que finalmente hacíamos un pequeño partido, donde atacábamos a nuestras debilidades para poder hacernos más fuertes. De nuevo Leila estaba esperándome, así que alargue mi entrenamiento, aunque no valió la pena porque ella seguía esperándome. Bien me resigne.
-Dante, te veías muy bien en el entrenamiento de hoy-.
-No solo hoy. Es siempre-. Acote. Leila me irritaba en muchas ocasiones.
-Oye. ¿No necesitas ayuda? Pudo ser la persona que ayude al equipo y hasta a ti, en distintas tareas, para que no sea tan difícil.- No pude evitar enojarme. ¿Qué piensa? ¿Qué no puedo solo?
-Lo lamento, pero en estos momentos, estamos bien. Me tengo que ir a clase.-
-Estamos en el mismo salón, vayamos juntos-. Dijo ella, Joder era cierto. Tan solo quería estar solo un momento. Y no me deja vivirlo. Bueno que se le hará.
Me gusta mucho sentarme pegado a la ventana de mi salón, podía ver a muchos alumnos, he imaginaba fragmentos de su vida. Yo soy una persona muy popular entre las chicas. Pero nadie llegaba a interesarme verdaderamente, muchas eran falsas, y enfadosas, sé que es difícil no vigilarme todo el tiempo, aunque eso es lo de menos, si no que tenía que rechazar todo lo que querían darme. Simplemente era porque me daba desconfianza, ya que podían hacerme hasta brujería. O no sé.
Zora se encontraba entrenando arquearía. Tenía competencia puesto que llevaba puesto el uniforme oficial, además había personas de otras escuelas ejerciendo el mismo deporte. Ella se veía majestuosa en ese traje. Estaba hecho a su medida. Se podía notar el buen cuerpo que tenia. Parecía que le estaba yendo bien, puesto que en cada tiro bailaba. Movía las caderas y giraba sus muñecas. Mientras daba vueltas lentamente con las rodillas flexionadas. Esa chica era un desastre, las personas la vía y no le daba pena. Al contrario estas le aplaudían y hacían lo mismo que ella. Se le ocurría cada cosa. Era muy espontanea. Solo pude reír. A lo que el profesor dijo:
-Dante, ¿tienes esquizofrenia o porque ríes solo? Este se acerco a mi lugar viendo la competencia. El también comenzó a reír.
-Esa chica debería ser comediante, muchos con la presión no hacen absolutamente nada, y ella divierte al público. Por algo es de nuestra escuela, En fin continuemos. Entonces caer en un campo de concentración, era como ser desahuciado. Ya estabas resignado a morir.- La clase siguió su curso cuando finalmente salimos. Me dirigí hacia donde estaba Zora, puesto que nos acompañábamos mutuamente en la salida. Había muchos chicos de otras escuelas alrededor de ella, pedían su número telefónico, facebook o alguna red social, para lo que ella contestaba que no contaba con celular, que se conectaba con alguna red social, etc. Solo daba excusas, negándose a proporcionar información. Ella se estaba enojando porque no la dejaban en paz. Así que se subió a una barda y exclamo–Para todos ustedes, tengo novia, me gustan las chicas- los chicos solo rieron y dijeron -No te preocupes, nosotros te lo quitamos-. Ella seguía siendo acosada, no la dejaban salir de aquel lugar. Si esto seguía así no nos iríamos a casa pronto. No tengo otra opción más que ayudarle. Así que con paso firme me dirijo hacia ella, abriéndome paso de todos los cuervos. La cargue de costal para alejarme, pero los chicos me detuvieron.
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Lost in the same way
Подростковая литератураSolo nos encontramos cuando más lo necesitamos - - - La vida no tiene sentido alguno, sin metas ni objetivos, esa era yo. Una chica con miedo, un defecto más de fabrica. Tomando las riendas del camino para seguir por el mundo. Con el...