Capitulo anterior
–Oye Dante-. Pronuncio. Segundo a otro me dio un beso. Me dejo muy sorprendida al igual que los presentes. Me había besado. Estaba muy confundida. No podía verle la cara a Dante por la pena y Elián colaboro sacándome de la escena... ¿PERO QUE DEMONIOS? ... acaso... ¿¿¡LE GUSTO A ELIAN!??
Ese beso, fue sumamente diferente, extraño. Todos mis pensamientos se esfumaron. No sabía que pensar. Me encontraba sumamente confundida. No tenía conocimiento sobre los sentimientos de Elian, si eran verdaderos, si en realidad le gusta o algo parecido, o simplemente fue una forma para hacer enojar a Dante.
Bueno es tonto pensar que es para hacerlo enojar. Pues él está con Leila y no conmigo. Fue una lección, nunca hubiéramos podido llegar a saltar esa brecha que había entre nosotros. Ya no teníamos futuro Dante y yo. Pensar esto me dolía mucho. Y había tomado una decisión al fin. O se me obligo, como prefieras llamarle. Tengo la oportunidad de dejar todo atrás y empezar de nuevo. Ya no me importaba lo que los demás pensaban. Aunque los peros en mi cabeza resplandecían, por las palabras de mi abuela de "Aférrate a lo que creas conveniente" y para mi ese chico pelirrojito era lo mejor que me podía pasar en la vida. Qué manera de pensar tan mala para uno mismo, me molestaba la idea que una persona le pueda dar sentido a la vida y sin ella no tenga ningún significado. La vida es mía, no la de él. Así que lo mejor para mí era estar lejos de él, de esa manera no sufriría más por él. Tengo otras cosas más importantes que hacer que solo pensar en él. Así que con toda la motivación que me fue posible salí a las calles de mi preciosa ciudad, para encaminarme al trabajo. La graduación estaba cerca, así que me darían el lugar que me merezco en la empresa. Mi refugio fue el trabajo. Y al menos este lugar sería distinto a los otros, pues aquí reina la armonía, entonces... ¿mi problema es relacionarme íntimamente con las personas? Y si era verdad... he fracasado simplemente, aunque puede ser bueno. O me tengo que convencer de ello. Pasaron los días, Dante tocaba mi puerta a diario y yo lo ignoraba, de vez en cuando masajeaba con Elián y comencé a formar un grupo social nuevo. Alex comenzó a buscarme, si, aquel chico amigo de Leila y mío que le gustaban los hombres, era divertido platicar con él pero tenía que tener mucho cuidado con las palabras porque él era del tipo de personas que tenía una máscara o doble cara, como quieras llamarle, pues se que le cuenta lo que hablamos a Leila, así que mi molestia ya era distinta decidí jugar algo. Sería la manzana de la discordia entre ella y Dante. Y vaya, sabia donde atacarla. Alex tenía una cita programada al centro comercial, nos sentaríamos en un café y platicaríamos del mal de amores. Entonces tenía que moverme. Dante me seguía buscando, era sumamente perfecto. Esa mañana fue distinta, antes de que tocara la puerta la abrí y lo jale hacia adentro. No recordaba su aroma, era reconfortante.
-¿Te gusta Elián?- Pregunto Dante seriamente. Wow que chico, no pierde ni un segundo, va directo al grano.
-¿Te importa?-
-Pregunte primero zora- Su mirada se clavo a la mía y fue avanzando poco a poco, esta vez no retrocedí y estábamos frente a frente. –Porque si ese es el caso te convenceré que él no es para ti-. Ese comentario es sumamente molesto, que se cree para saber lo que me conviene o no.
-Qué pena, el si es un hombre no como tú, que vienes aquí y me dices mil cosas, pero no te animas a hacer ninguna, no sostienes una relación conmigo, tan solo invades mi vida. No gracias, si hablamos de conveniencia, es mejor Elián que TU. – Estaba sumamente exaltada, sentía la presión arterial muy alta, pues hasta roja me puse. Dante no dijo nada por unos instantes, comenzó a reírse y dijo:
-Te crees tan importante, solo te quería para divertirme un rato, por esa razón no terminaba con Leila, ella si es especial para mí. NO COMO TÚ.-
ESTÁS LEYENDO
Lost in the same way
Teen FictionSolo nos encontramos cuando más lo necesitamos - - - La vida no tiene sentido alguno, sin metas ni objetivos, esa era yo. Una chica con miedo, un defecto más de fabrica. Tomando las riendas del camino para seguir por el mundo. Con el...