capítulo #34

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La ternura de su voz, la fragilidad de su cuerpo, la arrugez de su piel, el brillo de su cabello deteriorado por los años; tan suave y blanco como la nieve.
Bocado tras bocado eran testigo de las lágrimas que caían al plato de sopa que se encontraba en la mesa.

Cuanto anhelo que ella sea mi madre, que sea ella la que me ofreciera todo esto.
La ausencia de mi madre a dejado un hueco en mi corazón, es un hoyo que solo ella puede volver a llenar.
Por momentos me doy golpes de pecho porque pienso que no fui la mejor hija cuando estuve a su lado y que quizás por eso la desgracia y el castigo divino me persigue a donde quiera que voy.

Limpie las lágrimas que rodaban por mis mejillas, metí la ultima cucharada a mi boca y me levante de esa pequeña mesa.
Volteo a mirar a la anciana que me miraba desde hace ratos con tanta ternura, me dirijo hacia ella tomando de sus manos. Deposite un beso dulce en sus frágiles manos que me broto desde el alma, la mire con ternura respondiendo ella con un beso en mi frente.

- Gracias...- fue lo primero que me salio para después derramar algunas lágrimas.
- no me agradezcas nada, mi pequeña hija. - levante nuevamente mi rostro para mirarla a los ojos con cierta confusión.
Hija? .. Me llamo hija?.
- creí que nunca regresarías.- continuo diciendo y yo no entendía a que se refería. Mi corazón sin yo poderlo entender comenzó a latir muy rápido y sin intención solte sus manos.
Yo No decía una sola palabra, y ella seguía hablando.

- me hiciste tanta falta, creí que te habías olvidado de esta pobre anciana que te dio la vida... - sus ojos estaban cristalizados - cuando te fuiste creí que nunca te volvería ver, pero mira tu me viniste a buscar.

- que? - no podía creer lo que escuchaba, esta mujer que tanto me estaba ayudando creía que todos estos favores se los estaba haciendo a su..... ¿hija? Yo la miraba aterrada pero no era capaz de soltar una sola palabra.

- no te vuelvas a ir. - su mirada me partía el alma, es algo que no puedo explicar, traspasaba mi corazón, me decia que no me fuera, pero yo no podía quedarme- esperaba todos los días que alguien tocara la puerta y nunca perdía la esperanza que fueras tú.

Volvi a tomar sus manos y sin mas dije
- estas confundida yo no,... No soy tu hija. - la miraba fijo.

- si, si lo eres. no me recuerdas ?- inclino su cabeza hacia un lado- eras tan pequeña como una pulguita. - acariciaba un mechó de mi cabello.

No la quería confundirla mas entonces mejor segui a todo lo que decía.
La tome de su brazo y la lleve hasta el cuarto que me dijo que era el de ella.

- descansa. - dije ayudándole acostar. Una vez acostada pose una sabana en su cuerpo y le di un pequeño beso en su frente.

- voy a tomar el teléfono. - estaba parada en la puerta con la mano puesta en la pared para apagar el bombillo.

- llamaras a tu hermano? Dile que me visite. - se dibujo una sonrisa en su rostro y yo solo asentí con la cabeza también dándole una sonrisa para luego apagar el bombillo y cerrar la puerta.

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Hello
Mis pequeños amores.

Aquí tienen su capítulo. tengo mucha nostalgia 😔😔.

Disfruten y voten 😗😗.

Eres Mia ADELE!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora