capitulo 3

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Alex llego al orgasmo y se deja caer entre medio de mis pechos y respiraba lento pero profundo. No te diré el asco que sentía porque tu como persona razonable, y  así no lo hayas vivido te haces la idea de lo que se puede llegar a sentir cuando alguien te toda y hace contigo lo que quiera como si tu fueras una muñeca.

Tomo entre mi mano la sabana color blanca que estaba a un lado mio y la monto sobre mi cuerpo desnudo una vez el se baja de encima mio y se tumba ahora si sobre la colcha.                    Sentía sus labios poniendo húmedos  besos en mi espalda...no podía decir nada pero si podía pensar muchas cosas:                                                                                                                                                          ¿acaso merezco vivir esto? ¿que fue eso tan malo que hice que ahora estoy pagando? ¿en que momento mi castillo de cristal de desplomo? ¿?...

- aush - salgo del trance en el que estaba al sentir un fuerte mordisco en mi cuello. - Alex, no me muerdas, por favor-

-sabes muy bien-

maldito loco. pensé. 

-Adele, tengo mucha hambre. Ve y prepara algo rápido y bueno... así como tu.

ay no pues! que romántico. Patético. Volví a pensar

- si.

Me levante de la cama y lo primero que sentí fue una nalgada que el me proporciono. Salgo lo mas rápido que pude de allí.                                                                                                                                            Entre a la cocina pero para ser bien sincera, no tenia ni la mas poquita gana de cocinar, y mucho menos para el. Entonces tomo dos panes tajados una rebanada de  jamón  y eso fue todo.              Entre a la habitación una vez mas y puse el plato en sus manos. Quería bañarme y así poder sentirme un poquito limpia pero el no me lo permitió,

- ¿Adonde vas?

- Tomare una ducha

- No iras a ningún lado porque yo no te lo pedido. 

Panpio el lado de la cama donde hacia minutos estaba yo, haciendo señas de que me acostara nuevamente junto a él.  Yo solo lo mire y le obedecí. Y ahí estaba yo una vez mas como su abnegada y sumisa.

Me dormí. 


Eres Mia ADELE!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora