Souls [KEO]

Capítulo 6

— Si en definitiva nuestra relación comenzó justo así, con situaciones tan vergonzosas pero al mismo tiempo, divertidas — admitió Leo después que por fin Hyuk dejara de reírse.

— Sí, es cierto, nos pasó de todo y cuando digo todo, es todo. ¿Te acuerdas Woonie del señor Park? — preguntó Ken a Leo.

— Como olvidarlo, algunos compañeros todavía se acuerdan de él.

— ¿El señor Park, y ese quién es? — preguntó Hyuk.

— Un señor con una muy rara enfermedad...

Verás Hyuk, la mayoría de las personas tiene ciertas reacciones alérgicas a algún medicamento, no todas por supuesto, pero como en el caso de Ken, el relajante muscular que le inyectaron contenía orfenadrina, que es uno de los tantos medicamentos que sirven como relajante muscular, y él es alérgico a ese compuesto.

Por otro lado, también hay personas que son en extremo alérgicas, y en el caso del señor Park, él era una de ellas. Fue ingresado al hospital porque sufría de apendicitis. La cual en si no es algo muy grave, pero, para la mala suerte del señor Park, él era alérgico a toda medicación para el dolor.

— ¿Qué? ¿Eso es posible? — preguntó de nuevo Hyuk.

— Lo es, en muy raras ocasiones el cerebro rechaza a los medicamentos que se encargan de inhibir el dolor, provocando más dolor. Y en el caso del señor Park se tuvieron que utilizar otro tipo de métodos, debido a que cuando le realizaron la cirugía el seguía sintiendo mucho dolor...

La primera opción y la más viable era inducirle un coma, al menos mientras se recuperaba del post operatorio. Pero él se negó, le aterraba pensar que ya no se despertaría.

— Y así fue como yo lo conocí — intervino Ken — estaba realizando mis ejercicios de rutina para la pierna, cuando caminando por el pasillo donde se encontraba él, comencé a escuchar ciertos sonidos pocos habituales, al menos en un hospital...

Debo admitir que como la mayoría de las personas también me paso por la cabeza que fuera un depravado sexual, pero al verlo relajado en vez de excitado, la curiosidad pudo más conmigo y entre hasta su cuarto. Jamás pensé que ver pornografía fuera ayudar en algo así.

— A ver si entendí bien, ¿él estaba viendo pornografía, en el hospital? — dijo Hyuk.

— Sip — dijo simplemente Ken.

— Ver pornografía le servía a él como un sedante — explicó Leo — Liberando endorfinas en el cerebro que le impedían sentir dolor.

— Cuando me lo dijo después de que le preguntara, realmente no podía creerlo — continuó Ken — fue tan raro y divertido al mismo tiempo.

— Creo que lo raro fue que hubiera una tormenta y se dañara la electricidad de toda el ala oeste del hospital, justo donde estaba él — dijo Leo.

— Si eso si fue raro y por eso tuve que ayudarlo.

— ¿ayudarlo cómo?

— Se puso hablar con el señor Park mientras restauraban la electricidad.

— Sí, estuve cerca de una hora redactándole mis fantasías sexuales — dijo con cierto orgullo Ken al recordar lo vivido.

— ¿Enserio? — dijo Hyuk comenzado a reírse.

— ¿Qué esperabas que hiciera? El pobre hombre se retorcía de dolor, y si escucharme de cierta forma le ayudaba, pues yo no me iba a negar.

— El problema es que todo el mundo se enteró de eso, y cada cierto tiempo me lo vuelven a recordar, debido a que ahora estoy casado a quien se le ocurrió esa genial idea — dijo Leo provocando que una vez más Hyuk volviera a reír.