— Un par de días después fue el día que pase más tiempo con Ken. Un colega mío había atendiendo a un señor que llegó presentando un cuadro infeccioso de hepatitis...
Resultó que el señor se presentó con una infección aguda manifestada con ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal. El problema fue que al ser una enfermedad altamente contagiosa, el hospital fue puesto en cuarentena debido a que cuando el señor fue atendido ya habían pasado cerca de dos horas desde que se le dio el diagnóstico, pero el señor no se fue a donde se le indicó sino que se quedó descansando justo en la sala de espera, lo que ocasionó que contagiara a otras personas sin saberlo.
— Me acuerdo de ese día — continuó Ken — uno de los internos se equivocó y en el suero que me administraban le agregó un relajante muscular, al cual yo era alérgico.
— En cuanto el medicamento entró al torrente sanguíneo de Ken comenzó a causarle una reacción alérgica. Le salieron pequeñas ronchas en gran parte del cuerpo y comenzó a ponerse rojo y a hincharse, además de que se le cerraron las vías respiratorias...
Yo estaba firmando la salida de una señora que había dado a luz, cuando una de las enfermeras me dio aviso de la situación de Ken. Llegue al cuarto prácticamente corriendo, y le pedí a una de las enfermeras que estaba ya en el cuarto, que le inyectara 0.5 mililitros de clorhidrato de difenhidramina, el cual es un fuerte antihistamínico.
Justo después de eso sonó la alarma del código violeta, que es el código de color para señalar la cuarentena del hospital. Fue una total locura, cuando se le pasó la reacción alérgica a Ken estuve monitoreando sus signos vitales nuevamente. Y después de eso el director del hospital dio la orden de revisar tanto al personal médico como a los civiles de todo el hospital. A la par de que se aplicaba la vacuna para la hepatitis a todos aquellos que no la tenía.
— Cuando volví a ser yo mismo — dijo Ken — escuchaba todo el alboroto pero la verdad es que aunque no fue lindo saber que estábamos en cuarentena, me alegro pasar el resto del día con Leo.
— Yo me quede en el cuarto donde estaba Ken y como otras veces tuvo el tino de sacarme platica.
— Ese día tuve la oportunidad de platicar con él a mayor detalle cómo había sido lo de mi accidente.
— También me enteré que realizaba otros deportes extremos y lo que le había pasado en otras ocasiones...
Por fortuna lo de la cuarentena solo duro por ese día, y a lo mucho se contagiaron como cinco personas, las cuales recibieron tratamiento inmediatamente.
* * *
— Durante todo ese día Leo fue prácticamente mi doctor de cabecera. Hasta me acuerdo que jugando se me ocurrió decirle que podíamos amarnos a escondidas, y por primera vez desde que lo conocí vi cómo se avergonzaba — contó divertido Ken.
— ¿Qué esperabas que hiciera?, no había descansado bien, había tenido un turno muy largo y luego me tomaste por sorpresa diciendo aquello — dijo Leo.
— Desde ese día Woonie iba a pasar un par de minutos conmigo, pero ya no como doctor sino como un amigo.
— Y así empezó todo — dijo Leo tomando de la mano a su esposo.
— Mmm, vaya creo que no fue tan especial después de todo — dijo algo decepcionado Hyuk.
— ¿Por qué lo dices? — le preguntó Ken.
— Pues no sé, todo se resume a que tú comenzaste a acosarlo y él terminó cediendo — dijo Hyuk señalando primero a Ken y después a su hermano.
— Ojalá y todo lo que vivimos lo pudiéramos decir así, tan simple y sencillo como lo dijiste Hyuk, pero vivirlo fue algo diferente y divertido.
— Yo no olvido el día que Ken dio sus primeros pasos solo — dijo Leo mirando a Ken el cual enseguida comenzó a reír nerviosamente al recordar también lo sucedido ese día.
— ¿Por qué te ríes? Espera... si es algo romántico no sé si quiero saberlo.
— Ese día nos dimos nuestro primer beso — dijo Ken acariciando la mano de Leo.
— ¡No!, Te dije que si era algo romántico no me lo dijeras — dijo Hyuk tapándose los oídos.
— No seas dramático si ya nos has visto todos estos días besándonos no se cual es el problema en que te platiquemos acerca del primero.
— Si pero es que... — comenzó diciendo Hyuk pero Ken lo interrumpió.
— Además tú fuiste el que quiso saber nuestra historia de amor, así que ahora te aguantas.
— Bien, solo no entres en demasiados detalles — dijo resignado.
— ¿Woonie?
— Tanto defender tu posición para que yo termine contando lo que pasó ese día — le dio Leo riéndose levemente.
— ¿Qué? Eso también te concierne a ti y además a mí también me gustaría escuchar tu versión de ese día.
— Bien, luego no te quejes porque no le doy la entonación adecuada a la historia — comentó observando a Ken.
— Solo dilo y ya.
— Bueno, pues resulta que no le enyesaron la pierna a Ken, debido a que si lo hacíamos sería algo difícil limpiar la herida provocada por el accidente y la cicatriz de la cirugía, así que la mejor opción que se determinó fue inmovilizar la pierna con una especie de cabestrillo para su pierna...
De ese modo se podía dar mejor cuidado a las heridas y ver que estuvieran sanando adecuadamente. Ken ya había comenzado con la terapia lo cual le facilitó un poco la tarea de desplazarse poco a poco, con muletas claro...
El terapeuta lo llevó a caminar por algunos de los pasillos menos concurridos y lo dejó solo, mientras yo me encontraba haciendo mis rondas de medio día. Era un día como cualquiera, ya estaba por terminar, cuando una de las enfermeras me preguntó si no había visto a un niño como de 7 años por algunos de los cuartos que había visitado.
— ¿Un niño de 7 años? — preguntó Hyuk.
— Si, un niño que decidió hacerle una broma a sus padres saliéndose de su cuarto, y lo estaban buscando, porque lo iban a preparar para hacerle una cirugía. Pero en fin, resultó que el niño estaba jugando justo por donde estaba Ken practicando los movimientos que le había indicado el terapeuta, y no sé cómo, pero cuando el niño me vio quiso regresar por las escaleras y se tropezó con Ken...
El niño se levantó rápido y siguió corriendo hasta que lo detuvo uno de los de seguridad, y yo me quede con Ken, estaba tratando de levantarlo cuando...
— Así que es por eso que querías que yo lo contara ¿verdad? — dijo Leo girando su rostro una vez más para ver a Ken que estaba riéndose ya sin contenerse.
— ¿Qué fue lo que pasó, por qué ya no entendí nada? — preguntó nuevamente Hyuk.
— Lo que pasó es que cuando Woonie trato de levantarme me tocó el trasero, yo di un respingo y le dije "si querías tocarme de esta manera no crees que deberías de invitarme a salir primero". Se me quedó viendo confundido pero cuando se dio cuenta de donde tenía su mano, se puso tan rojo que de verdad parecía un tomate...y me soltó. Perdí de nuevo el equilibrio y volví a caerme pero esa vez Woonie cayó encima de mí.
— Y nuestros labios chocaron — terminó Leo entre divertido y enojado.
— Pero que... — Hyuk no pudo contener la carcajada que salió de sus labios al imaginar la situación que acaban de describir su hermano y Ken.
— Gracias a Dios no había nadie más en el pasillo — dijo Leo.

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Souls [KEO]
Fiksi Penggemar¿Es verdad que las almas desde que son creadas se hacen al mismo tiempo que sus parejas? Y si es así ¿qué sucede si mueren y al reencarnar vuelven a encontrarse? ¿Se pueden reconocer el uno al otro? o ¿se olvidan de ese gran amor que se tenían en su...