Capitulo 7

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Cerca del medio día Victoria despertó más descansada y con ganas de olvidar el mal rato que le hizo pasar Heriberto. Escuchó ruidos provenientes de la cocina y se encontró con la grata sorpresa de que sus hijos ya estaban ahí. Habían decidido pasar ese día juntos.

—¡Mis niños! Que bueno tenerlos por aquí. ¿Por qué no me despertaron?

—Dormías cómo un bebé, mami —María se acercó a darle un beso

—Usualmente no duermes hasta tarde así que te dejamos descansar, seguramente ayer trabajaste hasta tarde que nos mandaste a María. ¿Todo bien en la empresa?

—Si Max —se puso nerviosa, puesto que era una mentira. No te preocupes. Y bien ¿cuál es el plan hoy? Creí que llegarían en la tarde.

—Ese era el plan... pero ... alguien ya tenía "mamitis" —se burló Cruz.

Los hermanos miraron a María y ella se sonrojó.

—No es cierto —se quejó. Sólo quería asegurarme que estés bien, hace mucho que no pasabas la noche fuera de casa.

—Oh claro... ¿Quieres que te recuerde lo que decías?

—Fer, que mala hermana eres... ¡Mamá! –se quejó mientras iba a refugiarse en sus brazos. Tienes unos hijos ingratos y muy mala onda, incluyendo a Cruz.

—Ríe. No molesten a su hermana niños —la apretujó contra su pecho.

—Mamá, había olvidado de comentarte sobre mi reunión que tuve ayer en el Hotel Four Seasons. Estuvimos con la organizadora de bodas y creo que ese sería el lugar perfecto.

Victoria abrió los ojos desmesuradamente, fue ahí dónde se encontró con Heriberto. Instantáneamente se encuentra nerviosa.

—¿A-ayer... ayer estuviste ahí? —queriendo disimular su nerviosismo.

—Si –Intervino Cruz. ¿Adivina qué? ¡No vimos nada fuera de lo normal! —Sonrío nervioso y automáticamente Victoria clava su mirada en él acusándolo pero Cruz gira hacia otro lado.

—¿Que se supone que significa eso? –preguntó Fer confundida.

—¿Alguien quiere vino? –Cambió de tema por su bien.

—Yo... —Victoria levantó su mano.

—Mamá, tienes demasiada comida para ti —María chequeaba el refrigerador

Victoria se acercó y la ayudó a sacar la comida

—Sabía que vendrían a pasar el fin de semana aquí y anoche hice todo esto para ustedes.

—Ma, ¿cómo que anoche? Se supone que estabas trabajando

—Fue cuándo regresé, Max. ¿Que les sorprende? No es la primera vez. —Se sentía en aprietos y rogaba porque Cruz no diga algún comentario que la haga sentir más incómoda.

—Parece ser la comida favorita de Heriberto Ríos Bernal —bromeó Fer

—Muy graciosa —finge una sonrisa

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