Capítulo 12

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—¡Dios mío!! -Osvaldo no podía creer lo que veía. ¿Que hacía Heriberto ahí y desnudo?? Se preguntó.

Heriberto observa la pantalla confuso y se percata de Osvaldo que lo veía asustado, regresa el grito y hace un lado el computador.

—Heriberto ¿que demonios haces aquí? ¡Te voy a matar! Vístete yaaa -entre nerviosa y enojada.

—Vine a ver a mis hijos y de paso verte a ti -mostrándose aún gloriosamente desnudo.

—Por que estás desnudo?? Que clase de visita es esta? Eres el colmo Ríos Bernal -desesperada hacía ademanes con las manos tratando de evitar mirarlo.

—Por que crees tú que estaría aquí desnudo? Ya te imaginas que pretendía con mi visita. Platicar un rato contigo -irónico.

—No se que voy hacer contigo muchacho... tienes que irte! Los chicos... -nerviosa se enfrascó en discutir con Heriberto olvidándose de Osvaldo.  ¡Vístete!!

—Dios mío... creo que me voy a enfermar –dijo Osvaldo al ver el trasero desnudo de Heriberto y ambos reaccionaron.

Heriberto se asustó de escucharlo, lo había olvidado por completo  y empezó a vestirse a la velocidad de la Luz. Victoria agarró su laptop y se topó con la mirada llena de confusión de Osvaldo. No sabía que decirle, se sentía avergonzada.

Al rato los chicos no repararon en tocar la puerta y habían entrado sin más, preocupados por el alboroto que habían escuchado.

—¿Qué está sucediendo? -María asustada miraba alternadamente a sus padres.  Hasta afuera se escucha todo.

Victoria y Heriberto solo se miran incapaces de dar una explicación.

—¿Mamá, papá? -Fer insistió.

—Yo espero que no sea lo que esté pensando...

—Max, mi amor... no saques conclusiones

—Entonces díganos ustedes -se cruzó de brazos.

Osvaldo aún seguía conectado pero se mantuvo en silencio queriendo escuchar que explicación iba a dar Victoria y Heriberto.

—A ver, ya. Voy a decirles la verdad...

—Heriberto no... no te atrevas, no aún. -retorcía sus manos nerviosa.

—No, ya estuvo bueno... lo voy hacer y punto. Primero quiero explicarles que la razón por la que dejé a Leonela no fue porque mi matrimonio no estaba funcionando. Bueno, en parte si pero la razón mayor fue porque yo me he enamorado o me enamoré de regreso de su madre o tal vez nunca dejé de amarla. -explicaba desesperado.

—¿Acaso esto es una broma?

—No María y se que a lo mejor esto podría ser complicado pero es lo mejor que me ha pasado en la vida... su madre y yo hemos tenido citas a escondidas desde que regresamos de Nueva York.

Los tres chicos posaron su mirada en su mamá sin poder creerlo. Ella tan correcta.

—¿QUÉ? ¿Esto es cierto mamá? ¿Que juego es este? -Fer preguntaba incrédula.

Victoria quería que la tierra se la trague. Nunca creyó que iban a llegar al punto de tener que decirle lo que pasaba con Heriberto a sus hijos de esa manera. Suspiró y se armó de valor para enfrentar lo que sea.

—No creo que deba negarlo más...Si... es cierto lo que dice su padre.

—Encontré mi camino de regreso a casa... y no deseo mas nada en el mundo que su madre me reciba de regreso. -Victoria sonrió levemente.

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