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El sonido de algo rompiéndose se reproducía en mi cabeza una y otra vez haciendo que se formara un nudo en mi estómago. Miles de escenas fatalistas se formaban dentro de mi mente que solo provocaba una gran angustia aplastando mi pecho.

Solo podía mirar el reloj una y otra vez dándome cuenta que solo habían pasado cinco minutos desde que escuché ese maldito ruido, cinco minutos sin saber que pasaba en la planta baja de mi casa, cinco minutos sin saber de Shawn.

—Lexie. —Suspiré de alivio mientras caminaba haciala puerta y abría. Mi novio entró directamente tomando su ropa y vistiéndose correctamente, tomó mi mochila y la maleta que había hecho la dejó sobre mi cama. —Empaca lo que necesites y vayámonos, el idiota de Trevor ha intentado forzar la puerta trasera.

La sangre viajó hasta mis pies en un instante haciendo que un terrible mareo me llegara de golpe al punto de casi caer. Shawn fue lo suficientemente rápido para sujetarme y dejarme sentada en la cama por el tiempo en el que recuperaba el aliento. Él se arrodilló frente a mí y acarició mi mano entre las suyas con cariño.

—Todo estará bien, tengo que sacarte de aqui. Haré tu maleta, dime que es lo que necesitas.

Abrió las las puertas de mi armario y sacó de éste tres pares de jeans, cinco blusas y camisas, dos pijamas y de mi cajón personal tomó un puñado de bragas y sujetadores además de dos paquetes de tampones y toallas íntimas los cuales tomó con algo de pena. Echó todo dentro de la valija sin cuidado y tomó mis converses y unos zapatos bajos negros que había usado un día antes.

Cerró la maleta con dificultad debido a la ropa mal doblada y la colocó en su hombro al igual que mi mochila con libro y mi computadora, tomé mi bolso y lo sujeté en mi hombro izquierdo.

Y ahí íbamos, dos chicos medio desnudos saliendo de casa como si   fuesen echados, podría parecer gracioso pero era todo lo contrario, pensando el hecho del porque lo hacemos hasta llegaba a ser algo escalofriante.

Cuando llegamos a su casa, no podía evitar sentirme como si fuese la primera vez que estuviese en ese lugar. Shawn dejó mi maleta en el sofá al igual que mi mochila, tomó mi bolso y lo dejó encima de estos.

—Mañana después de clases iremos a comprar algo de despensa para el refrigerado y te daré un espacio en mi habitación para tus cosas, vamos a dormir. —Asentí algo ausente pero a éste no le importó mucho. Me tomó por los hombros y caminamos juntos a su habitación, nos tomamos nuestro tiempo para acomodarnos en la pequeña cama y dejé que el cansancio emocional me llevara.

Desperté cuando el sol apenas se asomaba, miré el reloj y bufé algo enfadada. Me levanté con mucho cuidado de no despertar al chico que dormía a mi lado y salí sin hacer ruido de la habitación.

Saqué mi computadora de mi mochila y la encendí, por curiosidad teclee en el buscador de internet Trastorno Explosivo Inteemitente. Estaba familiarizada con el tema, el tener un novio que lo padecía me obligó a aprender sobre ello. Al dar click por equivocación en una pagina que no quería el título que se dejó ver captó por completo mi atención.

    Síndrome de Amok

Síndrome donde la persona en cuestión tiene arranques de rabia salvaje causando que el sujeto corra alocadamente hiriendo o matando a toda persona a su alrededor hasta que ésta sea inmovilizada o se suicide. Después de ser inmovilizado, el enfermo tiene momentos de amnesia completa.

Cerré la computadora y tomé algo de la ropa que tenía dentro de mi maleta y me dirigí al cuarto de baño, me dí una larga ducha estando completamente ausente de lo que hacía y en enredé en una toalla blanca al terminar. Salí aun envuelta en la toalla a buscar de bolso el cepillo de dientes y del cabello. Antes de cruzar la puerta del baño sentí unos brazos rodearme y un mentón recargarse en mi hombro.

—Te ves muy linda así. ¿Que es esto?. —Di un pequeño salto al sentir como tocó mi abdomen algo crecido por debajo de la toalla, que vergonzoso.

—Estoy gorda. No toques ahí.

—Eso no decías anoche. —Dejó un pequeño besito en mi cuello y entró al cuarto de baño. Se desvistió y entró a la ducha mientras yo me cepillaba los dientes. —¿Has dormido bien?

—He dormido poco. ¿Que pasó anoche?

—Cuando bajé tiré un jarrón, lo siento. —Suspiré al saber que no fue nada grave. —Revisé las ventanas y la puerta de adelante, después revisé la trasera y me di cuenta de unos cuantos tallones en la madera.

—¿Fue Trevor?. —Pregunté después de escupir la pasta dental. Él se quedó callado un tiempo corto, cerró la llave del agua y tomó una toalla para enredarsela en la cadera.

—Si, pude verlo correr desde el patio trasero hasta un auto. —Tomó su cepillo de dientes y vertió algo de pasta dental sobre éste. —Tenemos que ser cuidadosos, amor. No podemos confiarnos mucho.

—He pensado en la ira de ese chico hacia nosotros y no lo sé,  tal vez ese sujeto tenga tu enfermedad.

—Es algo que no hay que averiguar. —Shawn besó mi frente y salió del baño dejando éste solo para poder vestirme.

Ambos caminábamos tomados de la mano por los pasillos de la facultad, él me dejó frente a mi salón de clases de esa mañana y besó mis labios cortamente. Me entregó mi mochila y se encaminó a su edificio dejándome completamente atontada mientras lo veía irse.

Tomé mi lugar habitual y saqué mi teléfono con tal de perder algo de tiempo en lo que empezaban las clases. Habían pasado cinco minutos cuando Molly entró y corrió hacia mí emocionada, me tomó del brazo y me sacó del aula para dirigirnos al baño.

—Derek me dijo que me amaba. —Molly chilló emocionada mientras las lágrimas se empezaban a formar en sus ojos. —¡Me dijo que me amaba, Lexie!. —Gritó completamente emocionada saltando como niña pequeña para luego abrazarme.

—Te dije que se daría cuenta, Molly.

—Me lo dijo anoche en su auto, me lo dijo después de besarme.

—Me alegro muchísimo por tí, cariño. Yo también tengo que decirte algo. Me mudaré con Shawn.

—Lexie...

—Tal vez sea muy pronto pero no quiero esperar, no podemos esperar a que a alguno de nosotros le suceda algo peor para hacerlo.

—Te comprendo, solo no olvides a tus amigos. —Ella sonrió gustosa. Mi teléfono comenzó a sonar en mi bolsillo trasero, saqué éste y miré mi identificador de llamadas para ver que era Shawn quien me llamaba.

—¿Que sucede cariño?

—Dime que sabes algo de Liam.

—No, ¿Que sucede?

—Creo que Trevor lo tiene. —Mierda. ¿Esto jamás acabaría?

Dedicado a

Ohmybenito
SHAWNIEKING
WereWolfStiles
ItsMaiiJohnson

A su escritora favorita le pasó un pequeño accidente que le dejó un poco malita la mano derecha por lo que no podré actualizar hasta que se mejore. ¡Faltan solo tres partes para el epílogo! ¿Que les ha parecido este capítulo? Dejen sus opiniones.

Posesión{Shawn Mendes Fan Fiction}*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora