Memorias: sólo palabras en el papel

171 8 1
                                    

Los personajes de Celestia, Luna y Nightmare Moon, así como cualquier otro extraído directamente de la serie de televisión o cómic: My Little Pony: Friendship Is Magic son propiedad de Hasbro.

El arte utilizado para acompañar el texto tampoco es de mi autoría.

La siguiente obra es hecha sin fines lucrativos.

La luna comenzaba a ascender antes de su tiempo, llenando de preocupación a los ponies que dejaron de lado sus cotidianas actividades para observar el extraño fenómeno, rogando por su princesa, porque su princesa Celestia llegara pronto a arreglar el problema más que a dar explicaciones. Pronto la luna se encontraba en su punto más alto ya, cubriendo el sol en un eclipse, negando la luz del día a los ponies de todo el reino y pueblos cercanos. Los susurros y balbuceos se hicieron presentes, y la poca tranquilidad se desvaneció en un parpadeo cuando el oscuro cielo se llenó de explosiones provocando la pronta huida de todos en busca de un refugio.

Los rayos de magia impactaban uno contra otro, dejando detrás una nube de humo que era atravesada por una de las involucradas en búsqueda de su rival para lanzar el siguiente ataque. Ambas se movían con agilidad por el cielo, una tras la otra, con la adrenalina al máximo, cual bestias tras su presa, eran rápidas, fuertes, esquivaban y regresaban los ataques de la otra, y aun esquivados, los disparos impactaban contra algo más, ya fuera la estructura del castillo a sus pies o los arboles del bosque Everfree encendiéndolos en llamas. Estaban desatando un verdadero infierno alrededor suyo y sólo bastaba un segundo, una guardia baja y el futuro de Equestria nunca volvería a ser el mismo, y así fue, Celestia cayó desplomada del cielo, Nightmare Moon estaba por celebrar su victoria cuando a lo lejos pudo notar la división de pegasos del ejercito real acercándose lo más rápido que podían, iban en auxilio de su princesa. No tenía tiempo que perder, una vez que se librara por completo de Celestia una armada, sin importar de qué fuera, ponies terrestres, pegasos, unicornios, no serían nada contra ella. Descendió rápidamente hacia el viejo castillo de las dos hermanas en busca del moribundo cuerpo de Celestia, pero no estaba más en el lugar donde lo había visto momentos atrás, fue lenta, y ella ya estaba de pie nuevamente, y a sus espaldas se encontraba la curiosa estructura donde solían reposar los Elementos de la Armonia. ¡No! Celestia había tomado los Elementos mientras ella festejaba antes de tiempo, furiosa, se lanzó contra su hermana, disparó un gran rayo de magia, lo suficientemente fuerte para hundir el castillo en un pozo de gran radio, pero ya no podía compararse con lo que Celestia podría hacer ahora que tenía los Elementos a su favor. Consiente de las intenciones de la amenazante Nightmare Moon y asumiendo lo peor, Celestia sabía lo que tenía que ser hecho. Un choque de magia tuvo lugar dentro del castillo, iluminando a través de los ladrillos de las paredes, empezando a derrumbar la ya muy débil estructura. Un golpe final, la magia más poderosa en el mundo se enfrentaba con una ferocidad y brutalidad nunca antes vista en ni en una guerra, al menos no de esta forma tan emocional, ambas daban su máximo para ser las victoriosas en aquel tan inesperado e indeseable encuentro. Celestia derramaba lágrimas, humedeciendo sus mejillas, voló directo hacia su hermana, dándolo todo en su ataque de magia, rogando porque Luna se detuviera antes de que ella hiciera lo imposible. Pero no fue así. Y mientras una furiosa Nightmare Moon lanzaba un grito de desesperación, ella sólo alcanzó a susurrar las últimas palabras que le diría a su hermana en mucho, mucho tiempo:-Lo siento, lo siento mucho hermana-Una gran luz blanca cubrió el cielo, cegando a todo mundo, cuando esta desvaneció por completo su brillo la única alicornio que aún quedaba en el campo de batalla, era una triste Celestia.-Por favor perdóname.

Despertó lentamente, tratando de unir los pequeños fragmentos del sueño que acababa de tener, miró al cielo resignada y al no notar un solo cambio, se preguntó si acaso había dormido durante todo el día.

Un momento en la eternidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora