Capítulo 7

1.2K 82 6
                                    

Estaba nervioso y ansioso como un adolescente en su baile de graduación.

Hacía tanto que no me sentía así que no tenía claro cómo reaccionar.

Llegué al departamento de Sakura con veinte minutos de antelación, pero me avergonzaba mi agitación, así que esperé sentado en el volvo a que llegaran las 7.

Faltando diez minutos no soporté la espera y me dirigí a su departamento.

Cuando la puerta se abrió me quedé boquiabierto.

Sakura estaba deliciosa. Llevaba un vestido color verde botella con escote barco que le llegaba por arriba de las rodillas. Su cabello semirecogido caía en ondas sobre sus hombros. Llevaba muy poco maquillaje y unas zapatillas planas.

Era un estilo naif que ella lucía exquisitamente.

Sumado a todo esto, el ligero rubor que se instaló en sus mejillas cuando yo me quedé mirándola extasiado.

- Hola – me saludó haciéndome reaccionar

- Hola – susurré – estás exquisita – confesé ganándome que su rubor se hiciese más intenso.

- Gracias, tú también estás muy guapo

Me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos.

- Te he echado tanto de menos – declaré besándola con suavidad ante su suave risa.

Sakura quedó maravillada con el restaurant. Había reservado una mesa junto a los ventanales y teníamos una hermosa vista de los jardines y el estanque.

Cenamos pasta italiana acompañada de un excelente vino tinto, el cual Sakura apenas probó. No estaba acostumbrada a beber siendo tan joven y yo la quería relajada pero completamente consciente.

Al acabar la cena estuvimos paseando por el parque y los jardines tomados de la mano. Notaba claramente sus nervios y no me sentía capaz de infundirle calma.

Me giré y la tomé entre mis brazos

- Cielo, ¿quieres que nos marchemos?

Asintió en silencio recostándose en mi pecho

- Estás bien, ¿cariño?

- Sí. Me ha gustado mucho este lugar. Es muy especial.

- Tú eres especial y te mereces una noche especial – levanté su rostro y la besé con ternura antes de tomarla de la mano para dirigirnos al aparcamiento.

Hicimos el viaje en silencio y en silencio también entramos en su departamento.

- ¿Quieres beber algo? – me ofreció yendo a la cocina.

Fui detrás de ella y me apoyé en la encimera mientras Sakura abría la nevera.

Se la veía tan frágil y nerviosa. Me entregó una cerveza y cogió un refresco para ella. Daba vueltas por la cocina y mantenía su mirada alejada de mí.

Le di un trago a mi cerveza y la dejé sobre la encimera tras de mí. Estiré la mano y atraje a Sakura hacia mis brazos.

La rodeé con ellos y levanté su rostro para mirarla a los ojos.

- ¿Estás bien, cielo? – pregunté con suavidad y ella asintió – ¿Sucede algo?

- Lo siento – dijo bajando la vista – Estoy un poco nerviosa. No sé qué debo hacer – se sonrojó

- Tranquila, cariño. No tenemos por qué hacerlo si no estás segura – le expliqué aunque en mi interior rogaba que no se arrepintiera

- Estoy segura, – refutó – pero no sé qué hacer. No sé cómo hacerlo. Quiero hacer todo para que tú estés bien pero no sé hacerlo.

(N&S) Mi niña de prosper +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora