(N&S) Mi niña de prosper +18

Capítulo 39

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Minato entró a mi consultorio como una tromba esa misma tarde. Su rostro furibundo y desencajado no me cogió desprevenido.

- ¿Qué vas a decirme ahora? – dijo entre dientes reclinándose sobre mi mesa

- ¿Sobre qué? – pregunté con calma

- Ya sabes sobre qué. Hiashi quiere venderle sus acciones de MI clínica a Danzo

- Creí entender que te las ha ofrecido a ti

- Sí que me las ha ofrecido – gritó – pero porque bien sabe que no puedo comprarlas ahora mismo

- Yo puedo comprarlas – ofrecí calmadamente

- Tú lo que puedes hacer es arreglar las cosas con Hinata!

- Hinata está desquiciada. Se ha tomado mi boda como algo personal y no es así.

- ¿Y cómo querías que se lo tomara? Estabais prometidos desde hacía años!

- Mira papá, no discutiré esto contigo. Hinata y yo no nos amábamos, yo la engañaba y ella a mí también y a ninguno de los dos nos importaba. Yo no quiero una familia basada en eso. Le ofrecí acabar de la mejor forma – expliqué calmadamente – le ofrecí hacerlo ver cómo que ella me había dejado a mí para que no se sintiera abandonada. Le ofrecí hacer las cosas como ella prefiriese y no lo aceptó. No tengo nada más que hacer con Hinata. Ahora te ofrezco a ti mi ayuda, aunque bien sabe Dios que no te la mereces.

- ¿Y por qué eres tan altruista? – preguntó con sorna

- Por Kushina. – expliqué con calma – ¿Lo quieres o no?

- ¿Qué me ofreces?

- Bien sabes que tengo inversiones que van muy bien. Compraré las acciones de Hiashi.

- ¿A tu nombre?

- Desde luego – dije sin comprender qué quería decir – Así evitarías que Danzo obtengan la mayoría. Yo no me pondría en tu contra en las decisiones.

- ¿Has firmado un acuerdo pre-matrimonial?

- ¿Disculpa? ¿A qué te refieres?

- ¿Si has firmado un acuerdo pre-matrimonial con Sakura?

- No te sigo... – le miré entrecerrando los ojos

- Sin acuerdo las acciones serían suyas si a ti te sucediera algo. No quiero sus manos avariciosas en mi clínica. Tú puede que no te des cuenta que es una caza-fortunas pero yo sí lo sé.

- Vete al diablo – gruñí dando la conversación por terminada – Ya puedes perder tu maldita clínica, a mí no me importa.

- Es tu obligación arreglar esto, Naruto. Tú me has metido en este lío así que tú debes sacarme de él.

- Te equivocas. Tú eras amigo de Hiashi y por eso le vendiste parte de las acciones cuando necesitaste financiación. Debías saber que no era una persona tan confiable.

- Él pensaba que su hija y tú os casaríais – gritó

- Ese no es mi problema. Y ahora vete de aquí que tengo consulta – dije levantándome para acompañarlo a la puerta.

- No te creas que esto se quedará así, Naruto, sigo siendo tu padre y tu jefe también, no lo olvides.

- ¿Cómo podría...? – respondí sin mirarlo mientras le abría la puerta para que saliera.

La conversación con Minato me dio vueltas en la cabeza durante todo el día.

Estaba furioso por su maldita actitud y pensaba en dejarlo que se hundiera en sus problemas y los solucionara él solo, pero por otro lado no quería dejarle perder la clínica ya que sabía todo el tiempo e ilusiones que él y Kushina habían invertido en ella.