Capítulo 34

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Recostada sobre mi pecho, Sakura descansaba el domingo por la noche. Había llegado a Nueva York esa misma tarde y no habíamos salido de la cama desde entonces.

- ¿Has hablado con tu familia? - preguntó con timidez haciendo círculos en mi pecho con sus dedos

- Sí, he hablado con ellos

Sakura esperó unos instantes que yo continuara pero no pudo con la curiosidad al ver que yo no agregaba nada más.

- ¿No vas a decirme qué te dijeron? – preguntó nerviosa haciéndome sonreír

- Menma dice que estoy loco por atarme al yugo matrimonial – me burlé

- Tonto – golpeó suavemente mi pecho

- Han dicho que se mueren por conocerte. Mi madre organizará una cena familiar para nosotros esta semana

- ¿No se han molestado tus padres?

- Claro que no – aseguré. Mitad verdad, mitad mentira.

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Kushina nos invitó a cenar la noche del miércoles. Los primeros días de la semana estuvimos organizando la mudanza de Sakura desde Brooklyn, así que la cena familiar llegó antes de que yo hubiera podido prepararme para enfrentar a Minato.

- Sakura , querida, teníamos tantas ganas de conocerte – saludó mi madre a mi esposa, acogiéndola entre sus brazos y desterrando en un abrazo todos los temores de mi niña – Venid, entrad, sois los primeros en llegar.

Sakura me observó temerosa mientras Kushina la guiaba hacia el salón sin soltarla de su brazo. Le sonreí infundiéndole confianza y me senté en uno de los sillones de frente al sofá en el que se encontraban ellas.

El incesante parloteo de mi madre continuó cuando Ino y Sai llegaron y mi hermana tomó el testigo. Para cuando Menma y Sora entraron en el salón, Ino ya había organizado una tarde de compras, una noche de cine y pizzas y un fin de semana en los Hamptons.

- Ya estamos todos – dijo mi madre levantándose – Minato no podía venir, tenía guardia en la clínica – se disculpó – ¿Iré a decirle a Sae que ya puede servir la cena, por qué no vais pasando al comedor?

Salí tras ella cuando vi a Ino acompañar a Sakura .

- ¿No ha querido estar presente, verdad? – pregunté a mi madre que se volteó a mirarme con el rostro compungido – Minato no ha querido venir a conocer a Sakura

- No es así, cariño, estaba ocupado

- No me mientas, mamá – rebatí haciéndola sonrojarse

- Lo siento, cielo. Tu padre no está seguro de que este matrimonio sea lo mejor para ti, sólo es eso, pero ya verás como recapacitará.

- Nunca lo hará

- Claro que sí, cielo. Sakura es un ángel, y él también caerá rendido a sus pies cuando la conozca, ya verás.

- No lo hará, y ¿sabes por qué? Porque Sakura no es ni nunca será una rica heredera, y eso es todo lo que a él le importa – sentencié volteándome para dirigirme al comedor.

La cena fue amena y divertida. Siempre eran así cuando estábamos todos juntos, y Sakura se integró al instante. Era verdad que mi ángel hechizaba a todo el mundo y no podías dejar de amarla en cuanto la conocías, pero sabía bien que a mi padre eso no le importaba.

Hicimos el viaje de vuelta en un cómodo silencio.

- ¿Y bien? ¿No me dirás cómo te lo has pasado? – pregunté cuando entraba en el aparcamiento del edificio

(N&S) Mi niña de prosper +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora