(N&S) Mi niña de prosper +18

Capítulo 30

- Hoy estuve hablando con Fugaku – le conté a Sakura que se recostaba sobre mi pecho desnudo esa noche en su casa.

- ¿De qué? – preguntó sorprendida levantando la vista hacia mi rostro

- Sobre nosotros. Y sobre Jyraiya– confesé preocupado

Sonrió y bajó la cabeza volviendo a apoyar su mejilla en mi pecho

- ¿Te preocupa Jyraiya ?

- ¿Debería? – pregunté con cierta inquietud

- Desde luego que no

- Pero él sabe que yo te hice mucho daño…

- Pero también sabe que te he perdonado.

- ¿Le has contado que volvemos a estar juntos? – me sorprendí

- Bueno… digamos que Sasuke se me adelantó, pero sí, se lo he dicho

- Discúlpame si no me gusta nada Sasuke

- Al final te gustará, es un buen chico

- No estoy tan seguro, pero no quiero hablar de él. ¿Qué te dijo Jyraiya sobre nosotros?

- Jyraiya confía en mi buen juicio. Él piensa que si yo estoy segura de darte una nueva oportunidad, pues entonces debo hacerlo.

- ¿Y tú estás segura? – ronroneé moviéndola hasta dejarla acostada sobre mí

- Mmm, creo que sí – susurró acercando sus labios a los míos – pero tal vez debería intentar convencerme, señor Uzumaki…

Llevé mis manos a su cabeza y la acerqué a mí para poder besarla. Mis labios rozaron los suyos antes de humedecerlos con mi lengua. Entreabrió los labios lasciva y nos devoramos.

Sus dedos se enredaron en mis cabellos y comenzó a dar pequeños tirones mientras yo llevaba mis manos a sus glúteos para estrujarlos a la vez que acercaba su sexo a mi ya muy dura erección.

Comenzó a restregarse contra mí gimiendo y me hizo perder el control. Giré sobre mí tumbándola de espaldas sobre la cama y me cerní sobre ella.

Con mi mano acometí rápidamente sobre su pubis y comencé a masajearle sin dejar de besarla. Sus manos recorrían ansiosas mi pecho.

Pasé mis dedos sobre sus pliegues e introduje dos dedos en su tierna abertura. Sakura dio un respingo gimiendo por la intromisión.

- Naruto… - jadeaba – por favor…

- Claro que sí, pequeña – dije irrumpiéndola con mis dedos con rapidez

- Creo que voy a correrme muy pronto…

- Vamos, nena, quiero verte – le dije y me dediqué a bombearla más duramente

Sus gemidos subieron de volumen a la vez que elevaban mi pene cada vez más tieso. Finalmente se convirtieron en gritos de placer cuando sus caderas se alzaron buscando profundizar la penetración. Empujé mis dedos tan profundo como me fue posible, apretándola contra la cama cuando los espasmos del orgasmo la asaltaron.

Retiré mi mano y me coloqué entre sus piernas, la penetré sin preámbulos cuando aún no se había recuperado de su orgasmo. Comencé el vaivén lentamente entrando y saliendo de su tibia cavidad. Fui incrementando el ritmo acompasándolo a los gemidos que se escapaban de los labios de Sakura .

Lentamente volví a llevarla a la cima y me vertí dentro suyo cuando finalmente se retorció contra mí gritando de placer.

Caímos sobre la cama jadeantes y sudorosos y así fue como Morfeo nos encontró.