Esta semana estaba siendo un desastre. Hinata, por alguna extraña razón que no lograba identificar, estaba conmigo todo el tiempo y decidió pasar conmigo todas las noches.
Ello me impidió ver a Sakura, que creía que yo estaba haciendo guardias toda la semana.
Me escapaba siempre que podía robar una hora a mi consulta para irme hasta Newark y verla durante 15 o 20 minutos en la cafetería en la que ella trabajaba.
Pero estaba obligado a pasar las noches en el departamento con Hinata , quien estos días tenía una especie de ataque ninfómano.
- Tengo una mala noticia – dijo tumbada desnuda sobre mí el jueves por la noche.
- ¿Qué sucede? – pregunté medio dormido
- La próxima semana estaremos en California
- Y ¿eso por qué?
- Mamá y yo nos iremos con Kurenai a casa de su familia, para organizar varias cosas de la boda
- ¿La boda será en California? – pregunté – ¿No falta mucho aún?
- Seis meses pasan volando y mamá está desesperada.
- ¿Cuándo te marcharás?
- Mañana por la tarde y no volveré hasta el siguiente domingo
Simulé estar apenado aunque en realidad me sentía más que feliz. Tenía una semana entera para estar con Sakura , sin interrupciones.
.
.
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- Hola, cielo – la saludé cuando al fin pude hablar con ella pasado el mediodía
- Naruto! – me saludó con su exquisito entusiasmo
- ¿Cómo estás, cariño?
- Bien, ahora salgo de la escuela y estoy yendo rumbo al trabajo. ¿Te veré un ratito hoy? – me pidió tímidamente con su dulce voz
- Tengo una propuesta mejor
- ¿Cuál?
- Puedo recogerte cuando salgas de trabajar, podemos cenar juntos y tal vez, si tienes ganas, podríamos pasar juntos todo el fin de semana
- ¿De verdad? – gritó haciéndome reír con su entusiasmo
- Sí, si tú quieres, claro
- Por supuesto que quiero, te he echado tantísimo de menos. ¿Y te quedarás a dormir conmigo?
- Si tú me invitas
- Tonto, sabes que siempre estás invitado. – me dijo arrancándome una sonrisa
- Te amo, Sakura . Te veré por la tarde.
- Yo también te amo a ti. Te estaré esperando.
La esperaba recostado sobre el Aston, en una gélida noche de finales de noviembre cuando la vi salir de la cafetería.
Sus mejillas, de un rojo furioso eran lo poco que podía ver por debajo de su gorro de lana. Llevaba una chaqueta enorme que escondía su delicioso cuerpo y hasta sus manos estaban enfundadas en unos cálidos guantes.
Se acercó corriendo hacia mí al verme y saltó en mis brazos haciéndome reír.
- Te eché muchísimo de menos – susurró
- Pues ya estoy aquí – le dije antes de besarla con pasión – Estás helada, cariño.
Se sonrojó más si cabía.
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(N&S) Mi niña de prosper +18
Fanfiction-Mi vida estaba vacía. Tenía todo lo que se pudiese pedir, pero nada era lo que parecía. Cuando escuché la voz de ese ángel que venía a darme luz lo supe. ¿Sería capaz de tenerla en mi mundo sin mancharla con mi vida llena de lujos e hipocresía? Hol...