-No estoy sonriendo- dijo Heechul tratando de disimular la sonrisa que traia en la cara, hacía mucho tiempo que no habia nada mas que lagrimas en su rostro de muñeco, sin embargo, habia una cosa que le preocupaba, la visita al medico, y no por que no confiara en el abogado pero el hecho de mostrarse así a un hombre era raro, no es que no hubiese ido a un doctor antes pero ahora me sentía muy sucio y ...ah seguro son paranoias mías, vi la tarjeta una vez mas
Choi Jong Hoon
MÉDICO FORENSE
Suspiré aún preocupado
-¿que tienes?- preguntó Hongki conectando su celular al auxiliar aprovechando el alto -no me digas que sigues pensando en el abogado ese, ¿como se llamaba? Hanful, Hanbeg, bueno, el chino ese- dijo despesperándose, Heechul rodó los ojos
-Hangeng, Hongki, Hangeng, no es tan difícil, y no, no pienso en el, para que lo sepas en lo que menos quiero pensar ahora es en hombres- rascó su oreja preocupado -me da vergüenza ir con el doctor- Hongki hizo una cara de extrañeza pero dejo que su amigo siguiera hablando -me da pena ir y que vea que fui violado, ¿y si me corre?- Hongki negó ante la preocupación de su amigo
-Mira, si algo nos inspiro el abogado fue confianza, así que siguiendo esto, vamos con el doctor, ademas, es un profesional Heechul, y lo que menos debe darte es vergüenza, ademas a estas alturas Hangeng ya le hablo sobre tu expediente- Heechul asintió, convenciéndose de que su amigo, como siempre, tenía la razón, cuando menos se dio cuenta llegaron a un hospital enorme, blanco en su totalidad, se estacionaron y bajaron del auto, en el pequeño recorrido del estacionamiento al hospital se ganaron varios piropos, a los que Hongki respondía con un vulgar movimiento de caderas al caminar a lo que Heechul respondió con una carcajada, sin que el quisiera aceptarlo, el simple hecho de haber visto al abogado lo había puesto de buenas.
Habla Hangeng
Hermoso, solo podía describir así el físico de Heechul, su piel, blanca, tersa, no le importaba por cuantos hombres habia sido tocada, el la consideraba pura y limpia; cuando Zhou Mi le pasó el caso y le contó lo que Hongki le había dicho, se sintió indignado, y supo que debía hacer pagar al bárbaro que había hecho eso; para los abogados hay delitos que simplemente no pueden perdonar o dejar pasar tan rapido, el homicidio, el infanticidio y las violaciones, sobre todo por que en ellos se violaban bienes jurídicos sagrados, la vida y la integridad, pero cuando se trata de alguien que te interesa, entonces, sabes que son los peores delitos.
Heechul se veía destrozado, el solo quería abrazarlo, decirle que por favor se tranquilizara, pero no podía por dos cosas, la primera, ni siquiera conocía su vida a detalle y segunda, según el, pues era heterosexual, pensar así en un hombre no era una idea en su mente, sus pensamientos fueron interrumpidos por una vibración en su telefono, era de Zhou Mi, era una imagen, obviamente pensó que sería algun documento pero en cuanto lo abrió se encontró con esto
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-MALDITO CHINO- gritó desde su oficina, provocando que la escandalosa risa de Zhou Mi sonara por todo el despacho, unos minutos despues entró con dos tazas de café
-¿por que enviaste esto?- le preguntó Hangeng, a lo que Mimi respondió con una sonrisa
-¿todavía preguntas?, si casi te tragas al cliente nadamás con la mirada- dijo para despues reírse escandalosamente, Hangeng abrió sus ojos y se sonrojó, era imposible, el era hetero, no había nadie mas hetero que el, su asistente al darse cuenta de su tensión, lo vio a los ojos -Hannie, te conozco desde secundaria, no puedes ocultarme nada, te gustó ese chico, y creeme que no es algo malo, es muy guapo, y por lo menos no traga dulces como su amigo, ¿tienes una idea de como me dejó la sala de espera? ¡llena de chocolate!, pero use el jabón para...- las palabras de Mimi se oían cada vez mas lejanas, Hangeng no podía dejar de batallar consigo mismo
