tiempo

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Un mes, ya había pasado un mes desde que nuestra pareja favorita se había conocido, y en ese mes habían pasado muchas cosas, entre ellas, Hangeng había ordenado un auto de formal prisión en contra de Lee Soo Man, se cerró el burdel y a todos los que habían trabajado ahí se les había planteado la idea de entrar a la escuela, sin embargo pocos accedieron; la ex novia de Hangeng le había insistido más de una vez para regresar, consiguiendo en todas esas ocasiones un rotundo no como respuesta, Hangeng y Heechul pasaban tiempo juntos, cada vez era mas usual ver a Hangeng desayunando en el departamento de Hongki, la relación entre los 4, contando a Zhou Mi era cada vez mejor, mientras Heechul y Hangeng iban al cine, Zhou Mi y Hongki apartaban mesa en algun restaurante para cenar los 4, incluso había noches en que los 4 dormían juntos, en cuartos diferentes claro está.

Una de esas noches, despues de haber comido 6 pizzas, 4 bolsas de palomitas y haber visto 5 peliculas seguidos, el unico ruido en el departamento de Hongki eran sus sónoros ronquidos, excepto los de Hangeng, no podìa dormir, le hacìa falta algo y el no sabìa a ciencia cierta que era eso, suspirò y llevò las manos a su cara, seguramente lo ùnico que tenìa era sed, es decir despues de haber consumido tanta sal era comprensible, se levantò del futòn improvisado en uno de los cuartos y fue a la cocina, todo era un completo desastre pues no habìan limpiado, tomò uno de los vasos, el cual recordaba que era suyo, sirviò agua del garrafòn, cuando entonces escuchò pasos, al voltear se encontrò con un sonàmbulo Heechul, Hangeng lo vio desde lejos, Heechul caminaba dormido mientras decìa incoherencias, se veìa muy tierno, de repente chocò con una pared, y ni asì se despertò, el chino dejo el vaso en la barra y se dirigiò al coreano, lo tomò lentamente de la cintura y lo llevò a su cuarto, en el camino Heechul siguiò hablando

-Hangeng- dijo el, el aludido pasò una mano frente al coreano pero estaba totalmente dormido -tengo miedo, no me lastimes, me gustas- y despues puro balbuceo sin sentido, Hangeng abriò sus ojos, se supone que quien estaba hablando ahora era el subconsciente de Heechul , y el subconsciente es la parte màs honesta del Ser humano, llevò a Heechul a su cuarto, se percatò de que se acostara y se fue a su futòn, tratò de dormir pero si de por si no podìa ahora menos, se levantò una vez mas y fue al cuarto de Heechul, se sentò en una esquina y lo observò, era hermoso,no entendìa como una persona pudo haber siquiera tocado su piel sin su permiso, suspirò pesadamente

-caray Hangeng, suspiraste- se dijo a si mismo, se hizo un ovillo y abrazò sus rodillas, que bien se habìa sentido ese suspiro, habìa sido tan liberador, ese pequeño sonido hizo que Heechul abriera los ojos

-Hannie- dijo el, habìa descubierto su nuevo apodo favorito, sonaba hermoso en sus labios -¿que haces aquì, son las 3 am?- dijo tallando sus ojos

-caminaste dormido, y te vine a traer- dijo el sonriendo de manera boba, Heechul se sorprendiò para despues abrir los ojos -dime por favor que no dije nada penoso- Hangeng riò, y luego negò con la cabeza -No heechul no dijiste nada penoso- Heechul suspirò

-bueno, regreso a dormir Hannie, descansa tu igual.- dijo el acomodandose en su cama

-Heechul- dijo Hangeng, recibiendo un mmh -puedo dormirme contigo, el futòn es incomodo- la cabeza de Heechul se moviò afirmando, triunfante Hangeng brincò y se metiò en la cama, mientras dormìa, sintiò que la mano de Heechul tomaba la suya para posarla sobre su cintura

-Si vas a dormir conmigo, debes abrazarme- Hangeng accediò con gusto, durmiendo mejor que nunca

Amor o compromiso WATTYS2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora