Amor o compromiso WATTYS2017

cercanía

Habla Hangeng

Cuando el me preguntó que hacía yo ahí, los nervios me atacaron, no sabía que decir, está claro que no podía decirle simplemente "ah bueno, digamos que me encantaste desde que te vi y en cuanto supe que estabas mal casi me muero por que me estoy enamorando de ti", no, simplemente no era una buena idea, no, no, no mil veces no, pasé mi mano izquierda por mi cabello, traía la corbata floja de tanto haberla estado desacomodando en el camino al hospital, la preocupación me estaba matando en el coche, perderlo cuando a penas lo había conocido, no era para mi una opción, vi su mirada gatuna recorrerme, esperando ansioso una respuesta, entonces se enfocó en mis piernas, yo solo sonreí y me sonrojé, era tan estúpidamente tímido, a pesar de que si lo ves caminando por la calle irradía seguridad

-si, yo aquí- dije atento a cada una de sus miradas, esperando que me viera a los ojos. -Hongki me llamó para decirme que te enocntrabas mal y ZhouMi me trajo básicamente corriendo- prefirí omitir el hecho de que por poco chocamos con un poste.

-¿donde está Hongki?- preguntó preocupado, lo cual, me sonrojo al decirlo, me provocó unos ligeros celos

-está afuera coqueteando con el doctor- dije sonriendo, recordando las caras de vergüenza que habían puesto en cuanto los vi, si supieran que yo estoy dudando de mi sexualidad por culpa de este chico de ojos gatunos que me trae de cara al piso, en ese momento una sonrisa perlada se dibujó en su perfecto rostro, sus ojos se iluminaron con la fuerza de miles de estrellas

-¿te han dicho que tienes una sonrisa preciosa?- pregunté semi consciente, su sonrisa me tenía anestesiado y  en ese momento nada existia solo el y yo, mi mirada se centraba en el, y con esa carita de confusión se veía realmente hermoso, lo vi adorándolo, poniendome de rodillas ante el, me tenía rendido en muy poco tiempo, el solo negó con la cabeza, provocando que su cabello semi largo se moviera, cuando menos me di cuenta, la distancia entre nosotros se estaba extinguiendo.

Cerca, muy cerca, eran milímetros los que nos separaban, la atmósfera era perfecta, mis labios ansiosos buscaban los suyos, como si en eso se me fuera la vida, cerró sus ojos y aspiró mi perfume, que para mi era casi inodoro por la costumbre, pero que para el era, al parecer, lo mejor del mundo, yo disfrutaba de cada segundo de nuestra cercanía, un milímetro menos cada vez...

Hasta que la maldita puerta se abrió, dejando ver al doctor y a Hongki aclarando su garganta, huelga decir que Heechul y yo, eramos un par de tomates apenados.

Después de que Heechul cortará la tensión diciendo que se sintiera bien, se llevó a cabo la revisión, y cuando empezaban, escuché tremendas arcadas en el baño, estaba vomitando, Hongki y yo nos levantamos como resortes, este me dedicó una mirada de basilisco y se dirigió al baño, unos minutos despues se escucharon arcadas mas fuertes, tomé la liga de cabello de Hongki, una botella de agua del mini-bar y una toalla tibia y entré al baño, Hongki se puso de pie, me dio una palmada en la espalda como de apoyo y se retiró, me puse atrás de Heechul y amarré su sucio cabello para evitar que se ensuciara mas, limpié su cara con la toalla ligeramente humeda, y le di agua para que se limpiara la boca, cuando volteó para verme, se veía débil, derrotado, se veía acabado y muy lastimado

-Te juro Heechul, que yo mismo voy a atrapar a ese desgraciado, no puedo permitir que algo mas te pase, no me lo perdonaría- apreté la mandíbula enojado, aguantando mis lágrimas de ira y frustración

-no te sientas mal, al fin y al cabo no soy mas que un prostituto- negué una y otra vez, escuchar eso me partía el corazón, y es que no podía permitir que el se dijera así

-No Heechul, ¿en serio no entiendes? para mi vales tu peso en oro, estoy confundido, no se que me pasa, pero tengo la necesidad de protegerte- el solo bajó la cabeza, y empezó a llorar

-Hazlo entonces, hazme sentir seguro- dijo con lagrimas rodando por su perfecto rostro, humedeciendo cada milimentro de piel, cerré los ojos y lo abrazé, el aspiró mi olor una vez más, haciendo que por alguna razón yo me sintiera seguro, y confiado de tenerlo.