Capítulo 3

112 7 0
                                    


anala en la foto.

---------------------


Despierto con un fuerte dolor en la espalda y es que no estoy acostumbrada a dormir en este tipo de superficies y mucho menos amarrada a un árbol. Miro al cielo, por la pinta que tiene debe ser media mañana, por lo que procedo a desatarme. anala no está, así que supongo que se fue a cazar algo, no puedo evitar preocuparme ya que al no estar en un lugar fijo ella simplemente podría no encontrarme jamás, así que esperare un rato sin alejarme del árbol.

Mientras pasan las horas me dedico a practicar poner trampas, no para cazar algún animal, si no para retrasar a quien sea que este en el bosque. Quiero comprobar que tan efectiva es la trampa que estoy armando pero por mas ramas que le he lanzado ninguna es lo suficientemente pesada como para activarla, por lo que tomo la valiente decisión de ser mi propio conejillo de indias.

Mi abuelo me enseño como siempre es necesario guardar un cuchillo en la espalda, ya sea por autodefensa o alguna otra necesidad, tenerla siempre a la mano podría ser la clave entre la vida o la muerte. También me enseño a como escapar de trampas a pesar de que estas te dejen de cabeza, así que estoy confiada en poder comprobar si hago bien mi trabajo con la dichosa trampa y salir rápido de ella.

Me alejo un poco del lugar y doy un par de vuelta antes de comenzar a correr tratando de imitar a uno de los terceros que podría pasar por allí, al estar cerca visualizo donde está la trampa y me dirijo hacia ella colocando mi pie izquierdo sobre la misma, al hacer esto siento como la soga se sujeta a mi pie y me lleva de un jalón impresionantemente fuerte hacia las alturas. Joder creo que exagere un poco con el peso, me he lastimado el tobillo.

-vaya, vaya que tenemos aquí – veo como aparece un chico alto y musculoso acompañado con otros dos chicos, uno muy delgado y otro con una cara de idiota que no se la quita nadie.

-si serás estúpida como para caer en una trampa tan obvia- dice el caridiota mientras se acerca al árbol, yo no digo nada

<<Pues sí, no la había ocultado, la idea era caer en ella>> pienso mientras acerco la mano a mi espalda lo más disimuladamente que puedo.

-¡¡RAUL, ESPERA!!- grita el musculo con piernas mientras camina rápidamente acercándose al árbol.

Cuando me doy cuenta el caridiota ya había cortado la soga que me mantenía de cabeza y la gravedad comienza a llevarme con furia hacia el suelo, me preparo para el impacto pero unos brazos detienen mi descenso, el musculoso, Como puedo me salgo de sus brazos y siento como mi peso cae sobre mi tobillo lastimado y duele pero aun así tengo que correr. Los tres comienzan a perseguir me y yo voy lanzando flechas hacia atrás.

-¡¡OYE, NO HUYAS!!

Corro y giro hacia la derecha al llegar a un gran árbol, me tiro al suelo y me escondo bajo unos arbusto que allí estaban, me quedo muy quieta y al cabo de nada veo como llegan a donde estoy y aguanto la respiración, se quedan unos segundos allí, uno de ellos esta tan cerca de mi mano que comienzo a temer con que pueda tropezar con ella y notar mi presencia. El aire comienza a quemar dentro de mis pulmones hasta que por fin veo que se empiezan a alejar y puedo respirar tranquilamente de nuevo. Los chicos ya tienen rato que se han ido pero no quiero salir, tengo miedo.

---

Cuando pienso que ya es seguro me arrastro por el suelo, me pongo de pie y me voy en dirección contraria a la que tomaron los chicos que me seguían. Camino por un rato hasta que algo o mejor dicho alguien me toma del brazo, instintivamente lanzo un puño que impacta sobre un rostro, el caridiota, pero él no me suelta, entonces saco mi cuchillo preparada para clavárselo en el cuello haciendo que el reaccione y me suelte para proceder a detener la futura puñalada que recibiría. El esquiva uno que otro golpe y cuchillada que le lanzo hasta que se digna a lanzar su primer ataque pero uno de los chicos que lo acompañaba lo sujeta por detrás impidiéndole el movimiento.

-disculpa a Raúl, a veces puede ser un real imbécil- me dice el chico más delgado- no pensabas golpear a una mujer ¿o sí?- le dice al caridiota que al parecer se llama ''Raúl''

Raúl: ella empezó, no ven que está intentando matarme- dice mientras se suelta del agarre de su amigo.

-no creo que esta dulzura pueda hacerte mucho daño- dice el musculoso- soy George- me dice mientras tiende su mano, me imagino que espera que la estreche, pero yo no bajo la guardia.

Raúl: ¿ven? Es una salvaje.

-no seas tan animal Raúl, yo me llamo Phillips- dice el tercer chico pero yo sigo sin decir nada.

George: linda, relájate no te haremos nada.

Phillips: exacto- no puedo evitar sentir algo de alivio al escuchar estas palabras.

George: ¿entonces?

Los observo y noto que no tienen armas o por lo menos no las tienen al alcance. El tal George y Phillips se ven confiables pero el caridiota no.

-yo soy Minah.

Cuando el mundo cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora