Capitulo 14

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Despierto con algo húmedo en mi frente y cuando abro los ojos noto un techo de madera muy bien trabajado, vuelvo a cerrarlos con la intención de seguir durmiendo hasta que escucho unas voces desconocidas entonces me siento rápidamente lo cual hace que me duela todo el cuerpo, veo mi pecho que está envuelto en unas vendas luego miro a mi alrededor. Estoy en una cama y al lado de esta se encuentra un joven que duerme plácidamente en una silla.

Con cuidado levanto la sabana y comienzo a salir de la cama, tarto de hacer el menos ruido posible ya que no quiero despertar al chico, al ver mis manos noto que también están vendadas, sobre todo las palmas. Ya estando de pie busco mi ropa y mis cosas por todos lados pero no las encuentro, camino hacia unas puertas que parece ser donde guardan la ropa y efectivamente así es. Toda la ropa que hay dentro de este es de hombre, por su aspecto se de ante mano que no me quedaran a la perfección pero prefiero eso a estar semidesnuda. Me pongo una camisa que me llega a la mitad de los muslos y un pantalón que sujeto a mi cintura fuertemente con una soga que encontré, todo me queda ridículamente grande incluyendo los zapatos.

Cuando termino de vestirme me percato de que en el fondo del armario hay un par de cuchillos, un arco y unas flechas, las tomo y me dispongo a salir de la habitación.

-oh, ya despertaste ¿pero qué haces? ¡ESPERA!

Salgo de la habitación corriendo lo más rápido que mi adolorido cuerpo me lo permite, abro un par de puertas pero ninguna de ellas es de la salida. El chico me sigue y le disparo una flecha que se le clava en el brazo. Cuando logro salir de la casa me encuentro con una vereda llena de casas de madera, tanto en el suelo como en los árboles, además de muchas personas caminando por allí. Había niños, mascotas y personas con fruta en una especie de mesa con ruedas. Me siento un poco abrumada, nunca había visto tanta gente reunida en un solo lugar en toda mi vida, esto debe ser el famoso ''Clan'' del que tanto mi padre y mi abuelo me hablaron, tengo que salir de aquí antes de que me maten.

Comienzo a abrirme paso entre las personas tropezando con todas y cada una de ellas, pero nadie me sigue, pienso que saldré viva de esta hasta que escucho a un hombre gritar.

-¡¡NO LA DEJEN ESCAPAR!!

Volteo y veo al chico con la flecha aun clavada en su brazo, también veo como varios sujetos voltean en mi dirección y comienza a correr detrás de mí, joder, ahora sí que estoy en problemas.

Cuando iba pasando por uno de esas mesas con frutas me detuve para tirarlo e impedir que me siguieran pero cuando jale la mesa sentí como si me atravesaran con un cuchillo todo mi pecho, caí sobre mis rodillas mientras las lágrimas comenzaron a salir sin control de mis ojos y caer sobre mis mejillas. Estuve ahí de rodillas hasta que llegaron los hombres que me seguían y se quedaron parados viéndome sin decir o hacer nada.

-Ayúdenme a llevarla con el jefe.- dice el chico de la flecha, los demás se acercan a mí y me toman por los brazos.

Sigo llorando en silencio mientras camino muy lento gracias al dolor, uno de los sujetos parece notar mi sufrimiento y me toma en brazos para ayudarme.

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Llegamos a una casa que se encontraba en un árbol más alto que los demás, desde allí arriba se podía ver toda la aldea, sería el lugar perfecto para que este el jefe supongo, donde pueda cuidar a todos y cada uno de sus miembros. La puerta se abre y los chicos entran, me colocan en una silla y comenzamos a esperar. Luego el chico que, a pesar de haber pasado quizás una hora sigue con la flecha en su brazo, entro a otro cuarto y empezó a hablar con alguien, supongo que es el jefe.

-¿Dónde la encontraste?- dice la voz del hombre que no conozco.

-cruzando el gran puente de madera.

-¿el que lleva a la montaña de canten?

-no, el colgante.

-¿está herida?

-sí, pero no sabemos que puede haberlo ocasionado.

-¿eso lo hizo ella?

-sí, me disparo cuando trate de detenerla.

-deberías ir a que te saquen esa flecha.

-eso hare pero primero quería traerla con usted a ver qué haríamos con ella: liberarla, mandarla al calabozo o matarla.

Al escuchar esas palabras abrí mucho los ojos ¿matarme? observe a los sujetos que me vigilaban , uno estaba a mi lado y el otro junto a la puerta, así no podría escapar.

-¡¡TRAIGANLA!!

Dice esto y los dos gorilones que me vigilaban se ponen en marcha, uno me toma en brazos y el otro abre la puerta. Cuando entramos a la habitación lo primero que llama mi atención es la cortina de hojas que hay en una de las ventanas, es exactamente igual a la que tenemos en casa que hice de pequeña junto a uno de mis hermanos. El sujeto que me carga trata de ponerme en el piso pero mis pies no reaccionaban así que me puso sobre la mesa, luego se alejan para colocarse junto a la puerta.

Estoy viendo al piso y escucho unos pasos acercándose, el ''jefe'' se está acercando para mirarme de frente, con la vista aun en el suelo palmeo disimuladamente la mesa en busca de algún objeto, cual sea. El sujeto llega al frente y veo sus zapatos, palmeo un poco más y agarro algo sólido, perfecto. El sujeto se queda observándome un rato sin decir nada hasta que por fin abre la boca.

-¿Minah?

No había prestado atención a lo que decía cuandoya lo había golpeo fuertemente en lacabeza con lo que sea que tome de la mesa y el voltea la cara.

Cuando el mundo cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora