Capitulo 7; Palabras equivocadas

1K 115 22
                                    

Mérida corrió por el bosque como si le fuese la vida en ello. Las lágrimas empezaban a resbalar por su rostro, pero era tanta la rabia que contenía que se evaporaban al instante. El sol estaba a punto de salir…

Se recostó contra un árbol sin apenas tocarlo y se abrazó las piernas mientras apoyaba la barbilla en las rodillas. El cabello se quedó esparcido por la espalda y los brazos, como si fuese un manto rojo.

― Vaya… aquí estas. Creí que te habías olvidado de nuestro trato… ―dijo una voz a sus espaldas. Mérida se dio la vuelta soltando sus piernas, pero sin levantarse del suelo.

― Sombra… ―murmuró―. No he hecho ningún trato contigo, márchate. ―gritó mientras volvía a la posición inicial.

― Oh… eso es lo que tú crees… ―dijo con una sonrisa―. Pero de hecho… has aceptado. ¿O vas a negarme que no has estado con Jack hace un momento… para averiguar que es ese algo que necesitas para dejar de ser… fuego?

Mérida miró hacia delante con las pupilas dilatadas, luego frunció el ceño y miró a Sombra.

― Puede que al principio tuviera esa idea… pero…

― Pero nada. Lo has hecho. Has encontrado aquello que necesito para hacerte humana. ―Mérida se levantó del suelo y le miró extrañada.

― No… yo… no he…

― Por supuesto. ―dijo sonriendo―. La apuesta que habéis hecho para ganarte su confianza… debo admitir que ha sido increíble. Pero la historia, y las luces. Eso ha sido un trabajo… magnifico…

― ¿Cómo… cómo…? ―murmuró Mérida sin poder apenas hablar.

― Y gracias a todo esto, has logrado hacer surgir a Jack. Y te ha dado lo único humano que podía darte…

Mérida abrió los ojos de par en par ante lo que Sombra estaba diciendo. Sin darse cuenta… Sin ser consciente de ello… Había traicionado a Jack Escarcha sin apenas saberlo…

― ¿Qué… qué es lo que me ha… dado…? ―dijo con los ojos cristalizados al darse cuenta de lo que había hecho.

― Algo que todavía llevas reciente. Un beso. El primer beso.

Mérida se tocó los labios con los dedos recordando el beso. Había sido realmente mágico. Algo extraño. Y lo peor de todo era que no sabía si eso era normal, porque también había sido su primer beso.

Cerró la mano en un puño y miró a Sombra con ira.

― Me da igual. ―dijo con firmeza intentando esconder el temblor de sus manos―. No pienso ayudarte a hacerle daño. No voy a darte nada.

― Oh… pero si es por ti, pequeña. Con este beso, querida, puedes ser humana otra vez. ¿Es que no quieres volver a ser normal?

Mérida miró al suelo con algo de tristeza. Normal… El fuego era destructivo, había quemado su casa, su vida… todo. Y ella era exactamente aquello que más odiaba. Aquello que casi mataba a sus hermanos… Deseaba ser libre, ser normal, más que nada en el mundo.

            Pero… la imagen de Jack apareció ante ella, sonriendo, riendo y pasándoselo bien. Enseñándola a ser feliz con su don. A divertirse con él.

            ― ¿Qué le ocurrirá a Jack si te doy lo que quieres para hacerme normal? ―murmuró.

            ― Oh, no es nada de lo que tengas que preocuparte. Ya te he asegurado que YO no iba a hacerle daño…

Mérida reparó en el tono de su voz. No… eso no era del todo cierto. O tal vez estaba meticulosamente pensado para que fuera meticulosamente cierto…

Brave y Los Guardianes; La llama que deshace el hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora