― ¡Hada! ¡Hada! ―gritaba alguien en el bosque.
― ¿Bunny? ―murmuró una voz detrás del canguro… perdón, el conejo.
― ¡Hada! ―gritó―. Me has asustado. ―Hada miró al conejo de pascua con una ceja levantada.
― Pero si me estabas llamando…
Bunny, el conejo de pascua, andaba por la espesura del bosque mirando a todas partes. El Hada de los dientes le siguió de cerca mientras miraba hacia atrás una y otra vez.
― ¿Has encontrado a Jack? ―preguntó Bunny sin mirar a Hada. Ella negó con la cabeza―. ¿Hada?
― ¿Qué? ―dijo mirando hacia delante. Bunny se había girado y la miraba con el ceño fruncido.
― ¡Qué si has encontrado a Jack!
― Te he dicho que no con la cabeza.
― ¿Y cómo voy a saberlo si no estaba mirando? ―ella se encogió de hombros dulcemente y miró por detrás de Bunny a algo que había llamado su atención.
― Norte y Sandy venían por detrás… pero los he perdido. ―dijo haciendo referencia a Santa Claus y al Creador de sueños.
― Bueno… ya nos encontraran… Solo nos faltaba esto, perder a Jack y ahora a Norte y Sandy… Como si no tuviera nada mejor que hacer en una tarde de invierno… ―dijo refunfuñando. Sin embargo, Hada no estaba prestando atención. Algo entre los arboles era mucho más interesante.
― Bunny… creo… creo que me suena mucho esta imagen… ―dijo viendo algo entre los árboles.
Y entre la espesura, una voz grave se dejó escuchar.
― Pero nada. Lo has hecho. Has encontrado aquello que necesito para hacerte humana. ―dijo la voz.
― ¿Qué ima…? ―pero Bunny no pudo terminar la frase, pues Hada le había tapado la boca.
― Shh…
Entre las sombras, se divisaba una cabellera rojiza delante de una figura alta, oscura y delgada. Bunny miró al hombre que estaba de pie y le reconoció al instante.
― Es Sombra. ―dijo serio―. Maldito sea… Ha logrado volver… ¿Quién es su concubina?
― Creo que es la dama de fuego… ―murmuró.
― No… yo… no he… ― escuchó que murmuraba la joven.
Hada miró la escena pensativa.
― Por supuesto. La apuesta que habéis hecho para ganarte su confianza… debo admitir que ha sido increíble. Pero la historia, y las luces. Eso ha sido un trabajo… magnifico…
Bunny miró a Hada un instante al escuchar aquello.
― ¿De qué están hablando? ―Hada volvió a hacerlo callar intentando escuchar el resto de la conversación.
― ¿Cómo… cómo…? ―escuchó que murmuraba la pequeña pelirroja.
― Y gracias a todo esto, has logrado hacer surgir a Jack. Y te ha dado lo único humano que podía darte…
Bunny ensanchó los ojos del mismo modo que lo hizo Hada. Ambos se miraron atónitos.
― ¿Jack? ¿Nuestro Jack? ―dijo Hada confundida.
― Bueno, yo no lo considero mío. Pero sabiendo que solo hay un Jack que desbarato los planes de Sombra… supongo que se refiere a él…
Ambos miraron de nuevo al frente, dispuestos a entender que intentaban decir con eso de que le había dado lo único humano que podía darle.
― ¿Qué… qué es lo que me ha… dado…? ―escucharon que decía la muchacha.
Luego fijaron la mirada en la escalofriante sonrisa de Sombra.
― Algo que todavía llevas reciente. Un beso. El primer beso.
Bunny se levantó de golpe al escuchar eso. La ira se reflejaba en sus ojos, estaba dispuesto a intervenir. Sin embargo, Hada se interpuso y le obligó a apartarse del lugar.
― No… No podemos intervenir. Si descubre que tememos lo que puede pasar si… si…
― ¿Es que no lo has oído? ¡Esa niña pretende darle a sombra lo único que puede destruir a Jack! ¡Tenemos que…!
― ¡Nada! ¡No tenemos que hacer nada! ―dijo Hada a la vez que le alejaba más y más del lugar―. Salvo hablar con Norte y Sandy. Y avisar a Jack, claro.
― No nos creerá. ―dijo Bunny con firmeza. Hada se quedó pensativa y se recostó en una piedra.
― Tenemos que hacer que nos crea. Somos sus amigos, ¿no? ―Bunny la miró con suspicacia y suspiró.
― Hada, ¿No has estado escuchando la misma conversación que yo? Su primer beso. ―Bunny suspiró y se sentó al lado de Hada.
Hada alzó la cabeza un segundo para volver a dejarla caer.
― Tienes razón, Bunny… no nos creerá. Sin embargo… ―dijo mirando al conejito de pascua―. …no tenemos alternativa…
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Brave y Los Guardianes; La llama que deshace el hielo
Fanfic¿De qué están hechos los sueños? ¿Y la esperanza? Pero sobre todo, ¿De qué está hecho el amor? Hay ocasiones que el destino puede darte las respuestas que necesitas. Otras veces, no podrás saberlas nunca. Y como me ocurrió una vez, en algunos casos...