Prólogo

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Seis de la mañana, el despertador del teléfono suena en desesperación por empezar el día. La furia y pocas ganas de despertar con el paso de los minutos, se convierten en resignación total y me obligan a levantarme.

Ropa lista, café en proceso, tostadas en el horno. La rutina diaria necesaria para sobrevivir y llegar a mi destino a tiempo.

Desde que me levanto, anda por mi mente esa duda, ese sentimiento que no se te baja ni con café doble, de repente, un mensaje aparece en la pantalla del teléfono: 'De verdad te extraño', golpeada con la noticia, toda mi rutina se descontrola,y si, voy tarde al trabajo.

En mi mente pienso tantas cosas, mientras suena Pearl Jam en mi celular, y solo puedo llegar a una conclusión: Las personas son los más cambiantes en el universo, lo siento por la metafísica; un día estamos, al otro no, y al siguiente volvemos, víctimas de la indecisión, de la costumbre,del miedo, de las ganas de volver a sentir; o simplemente damos el primer paso a la nada esperando que ese amor que anhelamos se dé, y así es como funciona.

Sigo sin comprender como sigo arriesgándome después de todo lo que me ocurrió, pero lo veo como el camino que la vida me asignó, y espero con ansías encontrar a alguien que lo camine conmigo. Así que llámenme Irina, la enamorada del amor, la que espera al hombre que la haga feliz y ella poder hacerlo feliz; cursi del todo, no lo discuto; pero justo lo que siento.

Antología de Amores PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora