7* La feria (parte 1).

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(Frank)

La feria era un lugar increíble y feliz.

Había payasos, juegos, globos, muchos colores y diversión por todos lados.

-¿qué quieres hacer primero?-preguntó Gerard una vez pagamos las entradas.

-vamos ahí-señalé con mi dedo la montaña rusa y no cualquier montaña rusa, sino la más grande y rápida de todas.

Era ley, cuando vas a la feria inicias por lo más salvaje y terminas con lo más tranquilo.

-¿estás seguro?-preguntó Gerard con voz temblorosa.

-aja-sonreí y lo jalé hacia la fila.

Durante los 20 minutos que tardamos en llegar Gerard no dejó de morder su labio y mover su pierna frenéticamente.

-¿acaso no te da miedo que nos quedemos parados ahí arriba?-preguntaba.

-no, hoy en día eso no pasa tanto, la tecnología es asombrosa-respondía yo.

-¿y si se rompe y sale volando?

-relájate Gerard, pones nerviosos a los demás-y era cierto, alumnos niños miraban asustados a Gee.

Finalmente nos toco subir al carrito, nos había tocado casi hasta delante.

Nos pusimos los cinturones de seguridad y cuando el encargado pasó a comprobar que los tuviéramos puestos Gerard preguntó:

-¿esto es seguro?

-por supuesto que sí señor-respondió el encargado.

-¿cada cuánto tiempo le dan mantenimiento?-el encargado lo miró confundido.

-Gerard, basta-interrumpí y luego miré al encargado-lo siento.

El carrito comenzó a moverse y sentí la mano de Gerard agarrar fuertemente mi brazo.

-tranquilo-susurré.

El carrito comenzó a subir la empinada montaña y casi cuando llegamos me di cuanta de que Gerard tenía los ojos cerrados.

Estaba a punto de decir algo pero entonces, ¡Pum! Caemos en picada y gran velocidad.

Reí y levanté las manos, todos gritaban, también Gerard, pero sus gritos eran más de terror puro.

Pasamos por un Puente, luego de cabeza, luego giramos y luego de cabeza otra vez.

El juego se detuvo y al mirar a Gerard me di cuenta de que este estaba morado.

-¿te encuentras bien?-reí.

-si...-dijo.

-¡eso fue increíble!

-si tú lo dices...

-¡Gee, la foto!-Gerard me siguió hasta una cabina donde podíamos ver la foto que nos tomaron en la montaña rusa.

Al verla me dio un ataque de risa.

Mientras que yo reía y alzaba los brazos, Gerard estaba aferrado a su asiento gritando como una niñita.

-no es gracioso-de quejó.

Mi vida con Gerard (Frerard).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora