Capítulo 17

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- Por favor, te lo devolveré cuando termine.

- No

Wow que directo.

-¡Vamos, Martín! No seas malo -Hice un puchero

- Te dije que no. ¡Y no es no! -Gritó ya cansado.

- Creo que no le agradas -Me Susurró Owen.

Rodé los ojos.

- Si le agrado, idiota. ¿A quién no le agradaría?

- Quizás por qué eres rubia -Dijo más bajo.

Oh no.

Ya tengo muchas críticas por mi color de pelo.

Nadie cree que una rubia pueda ser más inteligente que ellos.

Pero yo soy una viva prueba de ello. Los rubios igual podemos ser inteligentes.

Owen.

Mi querido y amado Owen.

Pero a la vez odiado.

De esta no te salvas.

Owen Cold.¡ESTÁ MUERTO!

Lo fulmine con la mirada.

- ¿Quién te crees para insultarme de esta manera?  Simio con cara de guanete -Lo insulte.

Si a eso lo puedes llamar insulto.

- ¿Con quién hablas, rubia loca? -Preguntó él, ahora, un muy idiota Martín.

Lo mire ofendida. Y él sólo me dio una de esas sonrisas arrogante.

- Te lo dije.

¡Ahora no Owen!

- Siguiendo con el tema -Cambie de conversación para no decapitarlo- ¿Me lo vas a prestar o no?

-Bueno, te iba a decir que si. Pero como me has hablado de ese modo, mi respuesta final es no.

¿Tantas cosas para nada?

Maldito seas Martín, maldito seas.

Llevo aquí horas para nada. Horas en este mugriento bar para nada.

Tiempo perdido, sólo tiempo perdido.

Por lo menos has salido, en vez de quedarte sola con Owen, en tu habitación, solos.

- ¿Hablas enserio, tarado?

Gran error Olivia, olvida tus esperanzas de que te presté su automóvil.

Él levantó una ceja de "¿Perdón? ¿Me acabas de llamar tarado?"

Le sonreí en forma de disculpa pero no le bastó ya que se dió media vuelta y se fue. Mientras se iba levanto su mano y me mostró su dedo corazón.

Resiste.

Resiste.

Resiste.

Demonios.

- ¡Chupalo! ¡Hijo de perra! -Le grite.

Él se dió media vuelta y me observó furioso. Tenía su rostro rojo por la furia, ya me lo imaginaba, lo único que faltaba es que le salga humo por sus orejas.

- ¡Corre estúpida! ¡Viene por ti! -Gritó Owen.

Sacudo mi cabeza apartando mis pensamientos y pude contemplar como Martin caminaba hacia mi, enojado.

Estas muerta.

Dijo mi subconsciente.

No sí puedo evitarlo.

Di media vuelta y me eche a correr con Owen detrás de mí. Corrí más rápido al sentir unos pasos acercándose. No pude evitar soltar un grito.

- ¡Ahh estoy muerta!

Y seguí corriendo sin importar que las personas a mí alrededor me vieran como loca.

Al pasar de los minutos sentí que ya no podía más, no sentía mis piernas y no dejaba de oír esos pasos detrás mío. Pero como soy yo no me detuve, no me rendiré. Mientras me animaba a mi misma y tomaba más impulso para correr aún más rápido y perder el sonido de sus pisadas, sentí como mis esperanzas se esfumaban delante de mis ojos cuando sentí una posesiva mano agarrando mi muñeca y me hace darme la media vuelta para quedar frente a él.

Estoy muerta.

Estas muerta.

El miedo se apoderó de mi cuerpo al sentir su tacto en mí. Pero se desvaneció tan rápido como llegó al ver un Owen sudado como un puerco frente mí.

Oh era él.

- Oh eras tú -Le dije con una sonrisa nerviosa.

- Oh eras tú -Me emitó en forma burlesca.

- Ah ya cállate -Le dije mirando alrededor por si estaba Martin por ahí en algún lugar escondido. Pero no, no hay rastro de él. Entonces todo el tiempo en que oí las pisadas eran de Owen tratando de alcanzarme.

- Corres como el maldito Corre Camino -Dijo tratando de regular su respiración.

Creo que me lo tomare como un halago, si, un halago.

- Gracias.

Seguí mi camino Cómo si nada hubiera pasado, como si no tuviera a un Owen suplicante para que lo deje descansar. Mientras que caminaba hacia mi dulce hogar *Cof cof sarcasmo*  no pude evitar repasar el plan de esta noche.

Hoy nos dirigiremos a una mansión que esta en nombre de unos Cold. No pude investigar cuáles eran sus nombres pero con el apellido basta. Como decía hoy por la noche vamos a ir allá y digamos que no queda muy cerca, está ubicada en las afuera de la ciudad, en el bosque, justo al centro. Hicimos un mapa para no extraviarnos. Todo está fríamente calculado... bueno menos la parte de Martín, él es el único que tiene un auto "aceptable" por así decirlo ya que su automóvil es negro con los vidrios blindados e igual de negros, simplemente perfecto, pero como no me lo quizo prestar tendré que ir en mi bicicleta.. bueno ni siquiera es mía es de mi hermano menor, además no se diferencia mucho del automóvil de Martin porque su bicicleta es negra y.....y es negra.

Por lo menos tengo salud.

Me quite una lágrima imaginaria.

- ¡Olivia!

Owen hijo de perra.

- ¡¿Qué?! -Grite cansada .

- Nada -Me sonrió con esa sonrisa encantadora para muchas pero para mí no. A quién engaño igual es encantadora para mí.

- Si sigues molestando tus esperanzas de probar la pizza se esta desvaneciendo -Lo amenace.

El sólo levanto las manos en  forma de rendición.

Últimamente no ha sido tan molesto ya que lo he estado amenazando con la pizza, creo que debe de estar deseandola mucho, creo que tiene un amor por la pizza.

He sido un poco cruel con él...esta bien he aprovechado la situación, he muy cruel con la pizza pero es mi arma mortal. Lo siento pizza.

Querido Owen, conmigo no te metas o tu adorable pizza estará en peligro.


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⏰ Última actualización: Dec 04, 2016 ⏰

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