Capítulo 12

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Lágrimas salían de mis ojos, sólo pasaron unos minutos desde que desperté. Recordaba muy bien cada escena de mi pesadilla. Tenías miedo, no quiero que nada malo le suceda a Owen.

Para muchos las pesadillas son cuando tienen escenas donde aparecen monstruos, sombras, fantasmas, zombie, entre otros.
Para mí las pesadillas son cuando le suceden cosas malas a mis seres queridos. Es de lo peor.

Quizá me creerán estúpida por llorar por una pesadilla. Pero..Las pesadillas que he tenido son muy horrendas, muy macabras.

- ¿Pesadilla? -Pregunta una vos que reconocía a la perfección.

- ¿Y a ti qué? -Pregunté, mientras lo fulminaba con la mirada.

Él sólo sonrio negando con la cabeza.

- ¿Qué haces aquí? -Pregunté.

- Tu puerta estaba abierta, así que pensé que estabas despierta

- ¿Abierta?

- Si, es raro que la dejes abierta con las luces completamente apagadas.

- Estúpido Owen..-Susurre.

- ¿Qué?

- Nada -Digo rápido.

- Olivia...¿Puedo hablar contigo?

- Ya que...

- Yo..yo sólo vengo a pedirte disculpas...

- ¿Disculpas? -Pregunté ingenua. Él nunca se ha disculpado conmigo...De hecho casi nunca hablamos.

- Si..y-yo...yo no he sido un buen hermano, tú sabes que en nuestra familia no demostramos nuestro sentimientos, y, y...yo sólo quiero que me perdones- Dice mi hermano Drake. Tenía la voz quebrada, estaba arrodillado al lado de mi cama, llorando. Estaba un poco impactada, él no es así.

- Drake...-Pronunció su nombre. Él levanta la cabeza, en sus ojos se veía una pizca de esperanza. Le sonrio- No tengo nada que perdonarte...

- Si, si lo tienes -Dice moviendo su cabeza- Soy un pésimo hermano, el peor de todos.

- Y yo soy una pésima hermana mayor -Le digo aún sonriendo.

Él nega. No alcanzo a reaccionar, Drake me abrazó. Me quedé unos segundos estática. Luego Lo abrazo. Él sólo lloraba y lloraba. Nunca antes vi a un hombre llorar de esa manera.


Estaba en mi penúltima clase, matemáticas. En toda la clase no he podido poner atención. Me siento muy mal, lo único que quiero es ir a mi casa y dormir.

Levanto mi mano derecha, para llamar la atención del profesor, y lo consigo.

- ¿Desea algo, señorita Olsen?

- Ehh..si ¿Puedo ir a enfermería? Es que..no me siento muy bien -Dije con voz suplicante.

- Adelante.

- Gracias -Dicho esto, me levanto de mi asiento y salgo por la puerta del salón. Después de unos minutos me encuentro afuera de la enfermería, toco tres veces y espero a que me habrán.

- ¿Qué te duele? -Pregunta la enfermera. Le digo lo que me duele y ella me examina. No sé cuanto tiempo a pasado, pero es mucho, ya sonó el timbre del cambio de hora, el timbre sonó hace mucho tiempo. Estoy segura que no falta mucho para ir a receso.

Y no me equivoco, el timbre acaba de sonar y yo sigo aquí, en la enfermería. Después de unos minutos alguien toca la puerta, la enfermera camina con paso lento y habré la puerta y veo a Owen. Ruedo mis ojos, no quiero verlo, lo miro a los ojos y noto que esta preocupado. Hipócrita.

- Ehh...Hola -Dice Owen.

- ¿Qué necesitas? -Pregunta a la enfermera.

- Vengo a ver a Olivia.

- Pasa -Dice la enfermera, haciéndose a un lado.

- Te traje tus cosas -Dice mostrando mi mochila y mi abrigo.

- Gracias -Digo arrebatandole mis cosas. Él sólo asiente.

- ¿Me puedo ir? -Le pregunto a la enfermera. Ella asiente, pero antes de dejarme ir, me da unas indicaciones y los medicamentos.

Me coloque mi abrigo, que era enorme porque es de hombre. Me puse un gorro de lana y una bufanda y por último me puse mi mochila. Ya preparada salí de enfermería, cuando habri la puerta, un aire frío golpeó mi rostro. Son casi las 1:00 PM y aún hace frío. Mis manos están heladas, y los pongo adentro de mi abrigo. Camino hacia el segundo piso, donde se encuentra mi casillero. Ya ahí, coloco la clave y lo habro, saco mi cuaderno y mi libro de química, mi última clase del día. Me doy la media vuelta y veo a Owen que esta en frente de mí, muy cerca de mí.

- Olivia, yo.. -Toca la campana.

Wow nunca creí esto pero salvada por la campana.

Hago un lado a Owen y me dirijo a mi salón. Caminaba un poco lento, mi vista estaba un poco borrosa, mis ojos estaban llenos de lágrimas. No es porque este llorando por pena sino porque estoy enferma, cada vez que me enfermo mis ojos se llenan de lágrimas.

Cuando llego a mi salón, estaba vacío, no hay nadie afuera del salón, llegue temprano. Me siento en el piso y apoyo mi cabeza el la fría pared, sé que esto me hace peor pero no quiero estar parada. Cierro mis ojos por unos segundos y me relajo.

- Chicos, como saben se termina el semestre y nosotros los profesores tenemos que poner las notas y sacar el promedio -Algunos de mis compañeros empezaron a quejarse- Antes de que empiecen a quejarse más, le digo que nosotros ya tenemos todas la notas, sólo me faltan ponerlos en los libros y sacó su promedio, así que hoy tienen libre, pero saldrán cuando se termine el primer periodo -Dicho esto mis compañeros empezaron aplaudir.

Es un buen momento para dormir, me acomodo en la mesa y me tapo con mi abrigo.

Siento un cosquilleo por mi mejilla, me muevo un poco para que se vaya ese cosquilleo, pero vuelve, es como si estuvieran dibujando algo en mi mejilla...esperen ¿Qué? Habro mis ojos y me topo con tres personitas, Malena, Lucas y Alessandro.

- ¿Qué hacen? -Pregunto, viendo el plumón en su mano.

- Ehh..nada -Dice Malena ocultando el plumón.

- No me digan que...-Paso mi mano por mi mejilla y cuando veo mi mano esta negra. Los fulmine con la mirada- Malditos, hijos de..

- Perdón, ellos me obligaron -Dice Aless apuntando a Malena y a Lucas. Cuando dirijo mi mirada a Lucas el apunta a Malena y la miro a ella.

- Traidores -Susurra Malena.

- Profesora ¿Puedo ir al baño? -Pregunto.

- Vaya -Dice sin quitar la mirada del libro.

- Oh.. pensé que nos ibas a delatar -Dice Malena con una de sus manos en su pecho.

- Nunca haría eso -Dije levantándome de mi asiento para ir al baño.

Puedo Sentir Tu PresenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora