Puedo Sentir Tu Presencia

Capítulo 8

- Eso es diferente. Eso es irreal -Dice mi madre.

- Lo que no crees es real -Dije.

- Olivia, no puedes mostrar las existencia de "la sombra" -Dice haciendo comillas con sus manos.

- ¿Y tú puedes comprobar la existencia de Dios? -Miro a Owen. Él esta parado al lado mío, con sus brazos cruzados. ¿Mi mamá no lo ve?. Sigo mirando a Owen. Su rostro no tiene expresión. Pero creo que esta molesto. ¿Por qué lo estara?.

- ¿Qué tanto observas? -Pregunta mi mamá.

- No ves nada aquí -Le indico hacia mi lado derecho. Donde se encuentra Owen.

- No Olivia, no veo nada. Creo que ya es hora de que veas un psicólogo.

- No me has mandado a un psicólogo ni cuando tenía problemas. ¿Y sólo me mandaras a un estúpido psicólogo por esto?

- Si Olivia.

- ¡Me rehuso! ¡Ni loca voy a un psicólogo!

- Eso no lo decides tú -Dice. Se va cerrando la puerta de un portazo.

- Estoy de acuerdo con tu madre, Olivia -Me dice Owen. Lo miro sorprendida.

- ¿Tú igual? -Pregunto. Él no responde sólo asiente- ¿Por qué todos están en contra de mí? Tú igual viste la sombra, Owen.

Owen nega con la cabeza- No Olivia, yo no vi nada -Dice serio.

- P-pero si me dijiste que tú igual lo viste -Owen nega- Owen, por favor no me hagas esto. ¡Tú igual lo viste! -Él nega nuevamente- ¡No mientas!

- Olivia, creo que te falta dormir.

Nego con la cabeza- Vete -Le digo sin mirar sus ojos. Él no responde- ¡Vete! -Digo aumentando la voz. Levanto la mirada y no está. Se fue. De verdad se fue.

No apago la luz. Aun tengo miedo. Me acomodo en la cama y me tapo hasta los hombros. Me coloco mis auriculares, los conecto a mi celular y empiezo a escuchar música para relajarme. No pude dormir hasta que se hizo de día, pero tampoco dormí. Me quedé viendo videos de The Neighboordhood, de sus canciones en español. Sus canciones son muy hermosas. Especialmente Single...esa canción es tan..no sé...tiene algo que te hace amarla de inmediato. Cuando compense a tener sueño, me fije en la hora, eran las 9:20 AM. Así que me levanté y me diriji al baño. Agarre dos toallas, uno para mi cabello y otro para mi cuerpo. Los deje en la baranda donde se dejan las toallas. Y habri el grifo para que el agua se calentará, mientras yo me despojo de mi ropa. Ya lista me meto a la ducha y dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo. Esto se siente bien, no suelo demorar en la ducha pero cuando me siento así, es inevitable. Cuando pasa unos 40 minutos debajo de la ducha, decido que ya es tiempo de salir. Tenía la toalla envuelta en mi cuerpo y la otra en mi cabello, salgo del cuarto del baño. Ya lista,  baje a la primera planta, fui a la cosina a comer algo y después de unos minutos salí de casa. Iba con mi auriculares puestos mientras caminaba tranquilamente. Me sentía como en las película, cuando uno está caminando y ponen una música de fondo. Pero mi música no era de esas alegres, era una melodía triste, la música triste me ayuda a pensar, a estudiar, a relajarme...pero algunas veces me deprime mucho ya que recuerdo los malos momentos. Luego de unos minutos, llego a mi destino, toco la puerta tres veces y espero a que me habrán. Y lo hacen.

- Oh, hija -Dice mi abuela con sorpresa- Hace mucho que no vienes para acá.

- Si, ya lo sé, abuela es que.. -Dije un poco apenada- tú sabes de lo que hablo.

- No te preocupes, hija, te entiendo y comprendo -Yo sólo le sonrio- Pasa, pasa -Dice asiendose un lado para que pase. Ya en la sala de estar, las dos tomamos una taza de café y comemos unos bocadillos- ¿Tú madre no te aliementa?

Rodé los ojos- No es eso..
- No me dejó terminar.

- Estas desnutrida, estas en los hueso.

- Abuela..no seas exagerada.

- ¿O estas enamorada? -Pregunta con una mirada de cómplice.

- ¡¿QUÉ?! ¡NO!..Cómo se te ocurre, abuela.

- ¿Y por qué no? -Dice mirando hacia el techo. No me quiero imaginar en lo que está pensando.

- Abuela...no vine a hablar de eso...-Dije un poco insegura.

- ¿De qué vienes hablar?

- Lo vi...de nuevo.

- ¿Qué cosa?..¡No me digas! Ya me acuerdo...¿Le dijiste a tu mamá? -Yo asiento- ¿No te creyó verdad? -Más que una pregunta, sonó como una afirmación- Ay...esa mujer..¿Y qué te dijo?

- Que todo era mentira...

- ¿Nada más?

- Dijo que me iba a llevar a un psicólogo...

- A ella a que llevarla a un psicólogo- No dije nada, sólo mire mis manos y oculte mi rostro con mi cabello. Maldita sea, por qué soy ta sensisible, soy una estúpida sensible- Hija...no tengas pena...pero si lo tienes llora, no te hagas la fuerte, el llanto es bueno, te desahogas y ya no tienes esa presión en el pecho -Es muy parecido los que me dijo Owen ¿Tendrá algo que ver?

- ¿No crees que he llorado lo suficiente? Lloro por cualquier cosa, siempre lloro, ¡Soy una maldita llorona! ¡Es hora de ser fuerte!..tengo que ser fuerte...-Dije llorando. Mi abuela se intento de acercar para abrazarme pero me aparte- Ves soy una maldita llorona.

Estaba recostada en mi cama, en la habitación que me dejó mi abuela. Mi abuela había salido con la vecina. Me pregunto si quería salir con ellas pero le dije que no, no me gusta salir mucho.

Tenía música puesta, escuchaba Give Me Love de Es Sheeran. Tengo las piernas estiradas y cruzadas, con las manos en mi cabeza. Movía mi pie frenéticamente. Hasta que sentí una mano que me acariciaba el pie, no dude ni un segundo y lo patie con fuerza, golpeándolo en la espalda haciéndolo caer al frío.