Capitulo 15: Transformación

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El sol brillaba intensamente como para ser las 8 am, entró la servidumbre a despertar al príncipe.

—Buenos días, es hora de levantarse

—He dicho que toquen antes de entrar— en cuanto termino de hablar lo dejaron solo.

Se acercó al espejo, sus ojeras se notaban más profundas, lo odiaba pero no se arrepentía de quedarse toda la noche viendo a la chica de ojos azules, sonrió para sí mismo pero en cuanto volvió a ver al espejo se dio un golpe fuerte en la cara.

—Uhh, ella ni siquiera está en tu lista Evan, debes matarla no protegerla.

Abrieron la puerta de golpe.

—¡He dicho que toquen!— gritó enojado pero en cuanto se dio cuenta que era el rey se sintió apenado y re acomodo su postura— buenos días padre

—No tan buenos, fallaste la misión de ayer, no sirves para esto Evan

—Padre debes darme otra oportunidad

El rey acariciaba su barbilla y lo miraba desafiante.

—Será la última no me hagas ir personalmente Evan

—Mañana a primera hora salimos

—¡No! ¿como se te ocurre? Debes dejar pasar un tiempo—camino y puso sus manos sobre sus hombros— espíalos, yo te daré la señal

Salió y en la inmensa habitación volvió a quedarse solo, extrañaba a su mamá, todo sería diferente si estuviera ella.

Suspiró y se sentó en la esquina de su cama, tomó el celular y volvió a espiar a la chica.

Tocaron su puerta.

—Pase— apagó su móvil

Entro un comandante de su padre.

—Príncipe los descendientes entraran a un instituto en La República, se llama Future Liberty, ya metimos sus papeles antes de que sospechen, es una misión en cubierto, lo esperamos en la sala 25 para comenzar su transformación

—Gracias bajo enseguida

Pensó en Astrid.

—Al fin te conoceré ojos azules.

Se levantó rápidamente y salió disparado a la sala que le indicaron.

El rey estaba de pie con unas hojas en la mano y varias personas con cajas, en medio había una camilla.

—Evan toma asiento, ellos se encargarán, estaré en la sala 0

—Príncipe ¿como quiere que lo dejemos?

—Irresistible— sonrió y todos rieron— hagan lo mejor que puedan.

En verdad el ya era irresistible, comenzaba a aburrirse mientras le hacían marcas en su rostro.

—Príncipe le inyectaremos sedantes para continuar con su nariz.

—¿Mi padre lo autorizó?

—El lo propuso

—Entonces mi opinión no cuenta, háganlo— se resignó porque ya estaba acostumbrado.

Quedó profundamente dormido.

Aunque eran varios médicos se llevaron muchas horas en transformarlo.

—Está todo listo en la cara Príncipe falta broncearlo—dijo un ayudante mientras movía su hombro.

Despertó tallándose los ojos y se vio frente al espejo.

Su cabello era rubio, la nariz más respingada, tenía unos lunares en sus mejillas y arriba de su labio, se levantó para entrar a una cámara de bronceado.

Salió un poco anaranjado pero el personal le prometió que se vería normal después de un baño, no se veía mal, tenía otro corte en el cabello y lucia muy diferente, incluso le aclararon las cejas.
Lucía como un chico de la playa.

Todos tenían la mirada fija en el, era muy muy guapo y sus ojos azules resaltaban mucho más ahora que era rubio.

Recibió un mensaje en su celular, su padre lo esperaba en la sala 0.

Agradeció y salió, el solo esperaba el momento de estar en el instituto de La República.

—Estoy aquí para las indicaciones.

—Casi te confundía— lo examinaba con la mirada— estarás ahí mínimo un mes, tu nombre será Troy    Hunter y eres de Ocealand.

—¿Quien me acompañara? — preguntó

Entro una mujer de aparentemente 30 años, tenía ojos azules y era rubia.

—Savannah Jones, llámame mamá

Ahora se parecían, todo parecía un plan perfecto.

—Que comience todo— sonrió cínicamente el rey— mañana sale él jet, te encargarás de conocer cada detalle de ellos, sus debilidades y cuando los tengas te daremos una fecha, los reunirás para que los secuestremos, me despido de ti Evan iré al norte del continente a resolver otros problemas, suerte y que tengas éxito

Le dio un abrazo corto a su hijo, camino al elevador y cuando las puertas se cerraron Evan exhalo todo el aire que no sabía que tenía acumulado.

—Si yo seré Troy Hunter tú puedes ser Ariana Hunter

—Está perfecto Troy— le guiñó un ojo y a Evan comenzaba a agradarle.

Ambos fueron a sus habitaciones, había sido un día muy largo, pasó varias horas en su proceso de transformación que ya había oscurecido y la luna resplandecía, salió a su balcón a ver las estrellas, se sentía tranquilo, en vez de verlo como misión lo vería como una oportunidad para probar nuevas cosas, tenía muchas en mente y estaba listo.

***
En cuanto su alarma sonó se despertó, se dio una ducha rápida y salió al jardín para subirse al jet, ya tenían sus maletas arriba con la nueva ropa que tenía que acostumbrarse a usar.

—¿como amaneciste hijo?— preguntó Savannah

Vean hizo una mueca de desagrado que no pudo disimular.

—No quiero que te sientas ofendida pero mientras no esté otra persona presente llámame Troy incluso si estamos solos me gustaría Evan— le molestaba porque sentía que era una ofensa para su mamá.

No tardaron ni una hora en llegar, ubicaron rápido su departamento, Evan estaba muy nervioso y ansioso.

Solo esperaba a ir a clases por más raro que fuera.

—Aquí me tienes República.

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