Capítulo 2: Pesadillas.

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La voz era débil, como un susurro que retumbara entre las blancas paredes, llegando hasta mis nerviosos oídos, los cuales no ayudaban mucho, haciendo que el sonido hiciera un eco en mi cabeza. Me sentí nerviosa, rápidamente decidí esconderme bajo de las camillas y lo hice lo más rápido que pude, temblando, tapándome la boca, pude ver como quien trataba de abrir la puerta dejó de intentar forzar la cerradura, me calmé por un momento, rehabilitando mi respiración normal pero, todo fue en vano...

Un gemido de terror salió de mis labios justo al instante en como ví la puerta romperse en pedazos dejando un vacío en la entrada del cuarto. Sentí miedo, angustia, de todo en ese frío segundo, entonces asimilé unos pasos pesados entre el desastre de los materiales rotos de la puerta; Traté de ver quien estaba ahí, callada y temblando. Era una figura masculina alta y oscura, entre ropajes negros se acercaba a pasos al cadáver que estaba acompañándome hace unos instantes, luego de eso, al ver que esa figura dejaba en las suelas de sus zapatillas un líquido negro, pude saber quien era aquel hombre de las noticias. Quedé impresionada y a la vez con un terror inmenso, pero jamás pude contener mi curiosidad... fue tan fuerte que me vi obligada a tocar el líquido, tan fuerte, incluso más grande que el miedo que sentía en ese preciso  tiempo.

El chico caminaba débilmente hacia el cuerpo, desprendiendo de sus zapatillas el líquido, sin percatarse que yo aún estaba ahí, rápidamente pasé mis dedos por la marca, llevándolos cerca a mi nariz para saber a que olía aquella sustancia desconocida...De repente, el chico sacó algo parecido a un morral pequeño, metiendo sus manos encapuchadas dentro de esta, al rato vi la silueta de un pequeño cuchillo, un bisturí para ser exactos.

Al momento de oler que era aquella sustancia, parecía ser alquitrán con una mezcla de sangre...  ¿de dónde sería? Asomé mi cabeza con cuidado a que no me logre ver... pero  al momento de hacerlo, descubrí que no era necesario, aquel hombre  o criatura no tenía ojos, las cuencas de sus ojos estaban vacías... derramando por ellas esa sustancia oscura. Alquitrán con sangre.

Mi cuerpo se hundió en frialdad en ese instante, una corriente pasó por todo mi cuerpo, avisándome que tenía que salir de ese lugar, notando que aquella figura empezaba a abrir el cuerpo del cadáver y, a la vez algo me retenía, era el objetivo  de querer salvar mi carrera porque esa noche valía mucho además, no importara cuanta confianza me tenía el profesor, no creería que me devuelva la oportunidad para hacer esta prueba.  Me quedé en silencio, abrazando mis piernas con la respiración entrecortada, tratando de guardar silencio.

De repente las luces de los pasillos fueron encendidos, escuchando una voz masculina venir en tono amargado con pasos apresurados, preguntando:

- ¡¿Qué diablos le pasó a la puerta?! ¡¿Quién fue el estúpido que hizo eso?!

Se trataba de un trabajador de vigilancia del lugar, en seguida la criatura volteó dejando caer por accidente su bisturí, cayendo casi por entre mis pies, me quedé petrificada, él empezó a buscar su  bisturí metiendo su mano debajo de la mesa desesperadamente, mientras yo trataba de alejarme de ella lo más posible, entonces el trabajador se metió en el cuarto, enojado y con el ceño bien fruncido le preguntó a la criatura en tono enojado:

-¡¿Fuiste tú quien hizo esto?!

La criatura se quedó quieta, no hablaba, solo movía los labios intentando hacerlo.

-¡Respondeme! - Le gritó.

Aún la criatura estaba callada, dejando de buscar el bisturí se puso firme, dejando notar su estatura alta y unos músculos bien desarrollados, parecía fuerte a comparación del otro. El guardia volvió a gritar:

-¡Hijo de tu puta..! - Se embraveció.

Aquella criatura al parecer se había enojado mucho, hizo un puño en su mano, sin contestar aún.

-¡¿No me vas a responder?! - Gritó aún el guardia acercándose a él formando  un puño- ¡Si fuiste tú! - Y atacó hacia la cara de la criatura.

Me quedé impactada, pues la criatura retuvo el puño del hombre con su mano, aún sereno, luego, el hombre atacó con su otro puño pero igual lo bloqueó, entonces la criatura con su rodilla le propinó un golpe realmente fuerte en su abdomen provocando que este retroceda y tosa al momento, la criatura se quedó quieta, dejando su mirada ir hacia aquel hombre:

-Condenado perro... -decía con voz entrecortada aquel hombre mirando a la criatura con dolor.

Entonces vi como una sonrisa se formaba en los labios de esa criatura, en forma de burla, recién me había dado cuenta que no podía hablar tanto, tampoco fuerte y tampoco mucho. La figura alta se acercó al guardia sacando unas pinzas de su morral, al parecer afilada, el guardia retrocedió con miedo dándose cuenta tambien que aquella criatura no tenía sombra...

Empezaba salpicando sangre por todos lados, quedé aterrada, intentando meterme aún más en la oscuridad debajo de la mesa, escuchando como el guardia gritaba de una forma degradante, empezando de gritos fuertes, hasta los que ni se oían... sabiendo automáticamente que ya había muerto, entre todo ese miedo, se me ocurrió algo para que aquella criatura se aleje de mí lo más posible, tomé el bisturí con cuidado y, silenciosamente lo lancé hacia la abertura del cuarto para que se alejara, para suerte mía, el chico se había dado cuenta de que su bisturí se trasladó hacia afuera. Me salvé, me dije pero no debí haber celebrado tan rápido, al parecer él se había preguntado: ¿Quién lo empujó?

Rápidamente tomé mi celular y salí corriendo muy rápido, empujándolo, solo procedí  a avanzar tercamente al sentir que la criatura trató de tomarme del brazo, despojándome de él bruscamente, corría volteando para ver si me seguía, tenía tanto miedo que mi sudor se tornó frío, respiraba fuerte y, no importaba cuánto esté cansada, no podía dejar de correr pues sentía miedo de que la criatura estuviera detrás mío, voltee una vez más, de la nada vi su figura escurrirse entre las sombras, corrí más rápido hasta salir del lugar, busqué en mi cartera desesperadamente algo para pagar la movilidad e irme a casa antes de que algo pasara, entre la desesperación dejé caer mi celular.

-Mierda mierda mierda -me repetía a mi misma mientras recogía el teléfono y buscaba el dinero dentro de los bolsillos de mis jeans, en eso un taxi se puso en frente mío y preguntó:

-¿Señorita? - se ofreció a la vez bajando la ventana.

-Por favor, rápido -le supliqué, entonces él automáticamente abrió la puerta del carro y me embarqué mientras ordenaba mis cosas- Lléveme por donde le indico por favor y que sea lo más rápido posible - agregue limpiándome el sudor.

El taxista obedeció y enseguida aumentó la velocidad del móvil, creyendo yo que ya estaba a salvo de aquella criatura visualicé la misma sombra por la ventana polarizada... mirándome fijamente, parada con las manos manchadas de sangre desde la puerta del local... Fingí no haber visto nada. Entré en beatitud al instante, casi llegando a mi casa, la cual estaba completamente oscura, pedí al taxista que me dejara ahí después le pagué al bajar del taxi, le di gracias y se fue...

La noche estaba completamente oscura, sin estrellas a la vista, busqué la llave de la casa en mi cartera mientras respiraba un poco de prisa, aún preocupada pero en lo mínimo de que si aquella criatura me habría seguido en el instante, la había encontrado para empezar a abrir el cerrojo de la puerta lográndolo con éxito, dio unos pasos para dentro de esta y empecé a encender las luces dejando las llaves en el llavero.

-¡Papá! -grité - ¡Papá! -repetí, supuse que estaba durmiendo, así que entré sin hacer ruidos, entré a mi cuarto y me quité los zapatos, después me tiré en mi cama, mirando el techo de mi habitación me puse a recordar esos fríos instantes... curiosamente tenía ganas de ver la zona en donde la criatura me había tratado de tomar; Para mi sorpresa tenía una marca que parecía un enema, cerré los ojos quedándome luego espontáneamente  dormida...

Sentí despertarme en medio de un ambiente gris, me incorporé hasta sentarme en la cama, algo confusa empecé a ver  por todos lados y todo estaba perfectamente igual ¿que sucedía? 

De repente, la ventana que estaba enfrente a mi cama se abrió dejando entrar una fuerte ráfaga de viento al instante, dejándose ver a la misma criatura que estaba en el local del que salí... Dijo:

-¿A dónde ibas..? 

Su máscara era azul marino,los vidrios de las ventanas se rompieron al solo contacto con sus dedos... dejándome notar que era extremadamente fuerte, entonces sonrió y dejó notar su risa irónica.

-No escaparás.


|Coleccionista| Eyeless Jack y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora