|Coleccionista| Eyeless Jack y Tu

Capítulo 5: A que no puedes.

Desperté nuevamente tirada en el suelo... no pensaba ir a mi cama esperando a que esa bestia venga a encontrarme lista para descuartizarme. Rápidamente me di cuenta que era de noche, escuchando luego que algo había abierto cierta parte de la casa... era él, de nuevo, no pude evitar el impulso de ponerme de pie juntando las piernas mientras agarraba la misma escoba de ayer. De repente, él dijo  estando detrás mío:

Jack: ¿de nuevo con la escoba...? Pareces una vieja tratando de cuidar su jardín.

¡Ah no¡... ¡me estaba jodiendo demasiado, tanto que ya me enojaba!

(TN): ¿Qué diablos quieres encerrandome aquí? !Llenaste todas mis cosas con lo que robas...! 

Jack: Trata de llamar a la policía, ellos no pueden conmigo.

(TN): nadie dijo que lo haría.

Jack:  ah... ¿entonces piensas quedarte conmigo? ¿Tienes síndrome de Estocolmo? Pff. -Dijo mientras abría el frigorífico, tomando un frasco y volteó nuevamente hacia mí- Porque si tienes eso déjame decirte que pasará esto -Soltó el frasco con el riñón dentro provocando que este se rompa al solo contacto con el suelo- ¿Ok?

(TN): entonces déjame ir.

Jack: No no... ¿Qué crees? ¿Que una vez de haberme visto completamente te dejaría ir tan fácil?  - Dijo mientras caminaba hacia los manteles de la cocina- No es así. - Habló limpiando un pequeño bisturí con uno de ellos.

(TN): ¿Qué quieres entonces? ¡Dímelo y deja de joder a la gente de una vez!

Jack: Quiero que te mueras. -Respondió con sarcasmo-

(TN): Escucha, no quiero seguir teniendo problemas, a ti no te importará nada, no tienes familia que te quiera, ¿no? No te importa una mierda los intereses de los demás tanto que prefieres venir a destruir una ciudad...- 

Jack: Cállate.

(TN): No, no voy a permitir que un fenómeno venga a joderme-

Jack: ¡Qué te calles!- tomó un cuchillo y lo lanzó muy cerca de mi, provocando un susto- No se que hago gastando la voz que manipulo con dificultad contigo... pero cállate, tu no sabes nada de mi para juzgarme, ni siquiera qué es lo que soy - Decía enojado con voz ronca, acercándose a mí a medida de que hablaba, tomó mis brazos y sonrió, estaba totalmente petrificada por el frío que sentí alrededor de mis brazos- ¿Bien? -Me cargó como a un saco de papas y me tiró a la cama de un cuarto, llegando a amarrarme con sábanas para que no me moviera en lo absoluto; Traté de moverme o desatarme, ¿qué diablos quería hacer ahora?, Rápidamente eso me lo respondió como si pudiera leer mi mente- Bien, sería una pena que pierdas ambos riñones en dos días seguidos...

(TN): ¡Hijo de puta, desatame! 

Parecía como si hubiera herido su orgullo, pero al parecer si fue un insulto de verdad... ¿Su mamá era prostituta o qué? Él se quedó quieto un momento luego de escuchar mi insulto... ahora si que me había metido en un problema, tenía que llegar a un acuerdo, sí o sí, no podría dejar a papá  o a Sandra... peor a papá ahí, dentro de un hospital, abandonado.

(TN): ¡Escucha!- Le grité mirando que preparaba su kit de herramientas de cirujano pero parecía que me ignoraba por completo- ¡¡Escucha!!- Él se detuvo y parecía prestarme atención, proseguí- ¿Qué quieres que haga? Dime cualquier cosa  menos hacer daño a las personas... por favor. No puedo morir aquí, papá me necesita...

Jack: -Rió entre dientes aún dándome las espaldas, pero escuchándome- ¿Crees que a MI me importa si tu padre se muere?- Sentí como si fuera un insulto gravísimo para mí, me habría enojado, pero tenía que mantener la calma y no tirarlo todo al tacho.

(TN): sé que no te importa, pero a mi sí... y-

Jack: tampoco me importan tus sentimientos. Ahora cállate y dé-

(TN): ¡Basta! Si alguna vez tuviste a tu familia... ¿tú hubieras querido que les pase algo malo?- Le pregunté buscando un punto débil, notando que él se había quedado pensativo; Proseguí hablando- Dime, que puedo hacer... 

Jack: nada -respondió en tono sarcástico- empezó reírse casi ahogándose y tosiendo.

(TN):en serio. 

Jack: ¡Ok...! Cállate y déjame en paz.

Rápidamente pensé, "¿Paz?" al instante de que él había preparado todo y se acercaba a mi para arrebatarme la vida cerré los ojos con miedo dándome cuenta que era el último día en el que podría respirar, casi por cortarme la piel... una bala se sumergió en la estructura del cuerpo de Jack, el paró y rápidamente volteó a la vez de que yo tambien empiece a abrir los ojos junto al pensamiento dentro de mis ideas preguntándome, "¿Qué sucedió?"

Jack retrocedió hasta salir del cuarto empezando escuchar que los vidrios y puerta se rompían, llegando a escuchar la voz de varios hombres y, entre ellos una voz femenina. Me pregunté, ¿qué estaba pasando? Al instante reconocí aquella voz femenina, era la de Sandra, llamándome a gritos a medida que los hombres rompían las paredes para entrar a casa, entonces escuché que Jack me hablaba.

Jack: Adiós.

(TN): ¿No que puedes con ellos? -Pregunté algo altanera.

Jack: Puedo. Pero no me resigno a que me vean todos. Adiós.

Y se fue.

Al día siguiente mi casa restringida, incluso para mí. Mi papá se enteró de la noticia justo cuando  fui a visitarlo en el hospital, se sintió tan nervioso casi llegando a tener un infarto, felizmente se calmó permitiéndome sentirme calmada; Desde entonces, ya tenía dos objetivos, saber de Jack y con más razón... pero tampoco podía descuidarme en los estudios, por ahora me encontraba en descanso por lo de mi riñón.

Sandra me dijo que jamás volviera a hacer eso y, que lo de la ventana no habría de preocuparse ya que ella la mandó a reparar... sé que es mi amiga, tal vez la única de verdad pero, por otro lado tenía que protegerla a ella y papá tanto que tenía que  volver a tomar riesgos.

-Narrador Omniconsciente-

Jack... desde algún lado de la ciudad, habiendo perdido todo de lo que era su colección, aún tenía el riñón del frasco que había roto en frente de  (TN), la dueña legítima del riñón.

¿Qué habría perdido Jack que fuera lo más importante? Prontamente no solo él lo sabría, sino tambien la chica que se encaminaba a darle  la paz a ese pobre fantasma.

Sus ojos eran tan negros como la noche y, su curiosidad era tan semejante a la de un niña pequeña.