|Coleccionista| Eyeless Jack y Tu

Capítulo 13: Azur.

Desperté nuevamente pensando en lo de ayer. Pasó nuevamente, dije, pues, en la noche de ayer Jack estaba tan feliz que no supe que fue de su "madurez", al parecer era yo la aguafiestas entre toda la fiesta en la lluvia.

Jack y yo empezábamos a salir más seguido por las noches, en el día sería demasiado complicado. Últimamente Jack se ponía a hablar sobre promesas, no puedo creer como él podría creer tanto en mí. 

Esta noche, nuevamente me alistaba para salir con él, escapar por la ventana como siempre, atando algunas sábanas viejas. Íbamos tomados de las manos, sobre el manto negro de las veinticuatro horas, él hablaba de todo, se veía tan feliz, además de que ya no sentía como antes el frío de sus manos pues, seguía pensando en las cosas pero también quería escuchar lo que diga para que no se resienta.

Al llegar al parque en donde lo había llevado en mi primera cita, nos sentamos  para ver las estrellas brillar en cuanto el dijo con la cara apuntando hacia arriba:

-¿Sabías que tu tienes una estrella? - Preguntó.

Alcé la cabeza, lo miré algo sorprendida. -¿En serio? - Dije, dejando ir mi preocupación por un momento - ¿Cual creas que sea?

- Si tuviera que pensar... sería la estrella más cercana a la mía - Respondió él, sonriendo dulcemente. - Sería tan diminuta, pero a la vez más brillante que la mía. 

Sonreí ante su respuesta de forma escéptica, típico de mi, quise malograrle el drama con un dato científico pero dejé que él siga, después de todo, si él fue capaz de entrar a mi vida sin un cuerpo vivo... ¿por qué no serían posibles más cosas? Lo miré nuevamente, él parecía devolverme la mirada con una sonrisa de saber qué era lo que estaba pensando.

-¿Qué pasa? - Quise sacarme de las dudas.

-No creas tanto en la ciencia. - Respondió- Aveces, es mejor que las ideas locas fluyan por ti en vez de la lógica. - Agregó. 

-Bueno bueno, señor brujo. - Sonreí pero, en unos segundos la preocupación volvió a invadirme, miré su rostro, el cual expresaba ternura en su sonrisa  madura...entonces, recordando varias cosas ya tenía muchas palabras en la punta de mi lengua, las cuales no me atrevía a decir solo porque él me pidió resolverlas sola - Háblame de tu amigo. 

-Él está en paz. No está aquí. 

Pensé en esa pequeña respuesta, me parecía sumamente extraña, poco a poco iba entendiendo las cosas.

Al parecer Jack se dio cuenta de que había hablado mucho y prefirió cambiar de tema rápidamente:

-¿Sabes cuanto es dos más dos? 

Me eché a reír a carcajadas después de eso, se notaba que quería cambiar el rumbo de la conversación. 

-Tonto. -dije. 

En ese momento, Jack me echó sobre el pasto junto a él, abrazándome con sus piernas y brazos, se puso serio mientras miraba las estrellas melancólicamente, en cuanto dijo:

-¿Serás cirujana, verdad? 

-Eso quiero... - Respondí, aún en sus brazos, raramente caliente.

-Prométeme que salvarás a todo paciente que pase por tus manos...

-No prometo nada, Jack... aveces las cosas no salen como uno desea. -  Hablé con cierta decepción en las palabras.

Él se quedó callado, como si mi respuesta hubiera provocado en él una decepción, rápidamente actué para dejar el silencio incómodo atrás:

-Si es por ti, puedo ser.

Seguía callado, como si no hubiera dicho nada para alentarlo, entonces, entre mi preocupación, decidí decirle algo más:

-¿Estarás conmigo aún para cuando te vayas? - Pregunté.

-Si. -respondió, luego de un largo transcurso de tres minutos. Su voz estaba cortante, como si no quisiera hablarme de nada en especial. 

-¿Por qué te vas tan pronto? - Agregué. - Sabes que... no te dejaría ir.

-¿Ni por mi felicidad te quedarías aquí a cumplir tus sueños? Dime, (TN). No seas arrogante. - Protestó, se notaba molesto.

-¿Arrogante...? - Repetí eso, algo sorprendida por lo que me había dicho; Me levanté rápidamente, soltándome de sus brazos, los cuales hace poco me tenían abrazada - Si te pusiste así por lo de ser cirujana, ya te había dicho hace poco que podría cumplir mis metas sin tener que prometercelo a alguien. - Reproché algo molesta.

Ambos nos molestamos mas  decidimos no decir algo, nos mantuvimos callados por un tiempo, tal vez él pensando en que responder puesto que yo si lo hacía, hasta que él pronunció: "tonta".

[...]

Él no sería capaz de seguir molesto conmigo luego de eso, de hecho soné muy "realista" aquella vez... ¿Demasiado? Pensé, no era normal que estuviera de esta forma, hasta ya había dejado de escribir versos hace tiempo... ¿qué me ocurría?

Esta vez, iríamos nuevamente, la ciudad, a la vez de aterrorizada por el "ciego", había dejado de salir todas las noches, permaneciendo en sus casas desde las seis de la tarde hasta el día siguiente, a excepción de algunas personas como aquella que me había gritado de asesina aquella vez. Bueno, estaba caminando detrás de Jack, en esta ocasión íbamos más lejos; Él iba a delante, yo atras, callados los dos mientras pisabamos pastos a pasos lentos, las estrellas brillaban mucho esta noche y yo seguía pensando perdidamente en ellas. De repente sentí que alguien me jalaba de la capucha, volteé y era Jack, quien dijo:

-No te vayas a caer al agua - recomendó, con una sonrisa. 

En ese momento, no dudé en sonreírle de una forma melancólica, rápidamente entendió el por qué, entonces me jaló de uno de mis brazos hasta hacerme sentar en la orilla junto a él, se notaba, desde su sonrisa, algo melancólico también, agachando la mirada, agregó:

-Así jamás llegaré a irme, es paradójico esto. 

Lo miré, algo confundida.

-¿Aún deseas irte?- Pregunté, un poco molesta.

-Me iré, pero seguiré aquí.- Al terminar de escuchar esto, me preguntaba qué clase de lógica era esta, no podía evitar mi sentido lógico. - ¿Es contradictorio, no? - habló dirigiéndome al instante su gesto melancólico junto a una sonrisa, fue cuando me tomó de la cabeza y me besó en la frente para agregar luego esto: siempre estaré contigo, únicamente contigo porque te amo, única y especialmente a ti... (TN) -Finalmente me abrazó. Pude entenderlo todo entonces, correspondí al abrazo, punzando mis dedos sobre su cuerpo, no pude evitar que de mis ojos salieran las lágrimas- No llores. -me recomendó tratando de calmarme.

-¡Es que no tiene sentido! ¡¿Por qué justo ahora?! - Le alcé un poco el tono de voz, no quería que se notara mucho mi tristeza.

-te voy a cuidar... lo sabes-

-¡pero ya no podré abrazarte!- Le grité tratando de que el nudo en mi garganta me dejara hablar claramente.

-Shh, ya verás que todo estará bien.

Me la pasé llorando, sin decir nada, hasta que la mañana había llegado... Sentí que, después de esto, la ida de Jack cada vez estaba más pronta.