Capítulo 15: Epatar

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Entonces Sandra abrió la puerta sólo un poco.

En su semblante podía notar perfectamente lo que sentía: Sorpresa ¿Quién era este chico que me había traído en sus hombros? Rápidamente  ella abrió por completo  la puerta y, tanto como ella y Leia  no dijeron nada dejándome subir hacia mi cuarto junto a Jack.

Subimos a mi cuarto los dos sin dejar de ser víctimas de ambas cenobitas que aún se preguntaban quién era Jack, nos sentamos en el suelo y rápidamente suspiró.

-Creo que con esto puedo ser feliz.

Lo miré, no sabía que responderle, entonces dijo:

-Te amo.

No eran lo mío estas cosas, él era tan romántico y yo tan infantil. Pero aún así, yo sabía que le tenía muchísimo cariño, ¿qué más podría pedir?

 La lluvia caía de una manera tan fuerte que parecía que alguien tirara piedras a la ventana, entonces eso me hizo recordar que hace unas horas había intentado escribir algo en mi libreta; Pero no me di cuenta que jamás le respondí. Él estuvo callado durante un largo tiempo, no sabía exactamente que hacía, pero su mirada estaba a dirección de la ventana, mirando las gotas de lluvia caer con fuerza.

-Jack - Pronuncié su nombre, él volteó hacia mí dirigiéndome una sonrisa cálida - Eres muy importante para mí. 

La situación era incómoda, no por su presencia en el cuarto, sino porque como había notado hasta ahora, sólo podía expresarse con fluidez mediante textos. Tenía la necesidad de decirle muchas cosas que con mi boca no solía decir,  no era tan profunda. Tomé un papel, aprovechando su mirada sobre mi y escribí; Tan rápido como había terminado de  escribir, le regalé el papel para que lo lease. Él tomó el papel suavemente y puso su mirada sobre los escritos:

"¿Es verdad que hay un hilo rojo que une destinos? Ojalá, si es que existe, el nuestro nunca se rompa. Te amo más que a nadie en este mundo y a decir verdad, fui muy terca, estaba olvidando que es amar; Sólo quiero que seas feliz, que seas eterno, pero me di también cuenta que podría alejarte a medida que haga esto. Eres feliz y lo serás completamente dentro de poco, ¿eso significará un "adiós" entre los dos"? Reflexioné también que tú, aunque ya no te pueda ver, estarás conmigo y yo contigo. Tus manos, aunque me den frío son como  el respiro que amo en las lluvias, tus lágrimas son el llanto de la noche y tus labios el agua pura en la que nado cada vez que puedo. Te amo mucho, Jack, espero que tu puedas sentirte orgulloso de mi algún día porque yo me siento ahora muy orgullosa de tí".

Tan rápido como había terminado de leer eso, me miró con una sonrisa en los labios, se apropincuó a mi y me abrazó llevándome hasta el suelo. A medida de que íbamos hacia el suelo, sus manos acariciaban mi rostro, luego mi cuello y por último mis brazos mientras yo lo hacía también con su cuerpo. No podría ir más allá, no era capaz y no era tiempo. Rápidamente paramos y nos sentamos normalmente, tratando de no chocar miradas. 

Los rayos sonaban estruendosos, y la temperatura había bajado a cierto punto que podía ver mi aliento en el aire. Jack tomó el papel y se puso de pie, me miró con algo de pena y dijo:

-Ya me voy, ¿te importa si me llevo esto? - Preguntó mostrando el papel. 

Asentí a su petición, después de todo era para él aquel papel. Abrió la ventana y se fue. Aún sentía el recorrido de sus dedos por parte de mi cuerpo, suspiré y me tiré al suelo cansada, esta noche sin duda iba a ser larga y fría.

Al día siguiente, el cielo estaba totalmente nublado, el sol se había puesto perezoso tanto que la apariencia de la mañana parecía ser a la de media noche, además, todo estaba siendo rodeado por la neblina. Me levanté y fui caminando lentamente por las veredas, nadie estaba ahí para acompañarme.

Recordé lo sucedido ayer y, al instante, no evité sonrojarme. El frío de aquella mañana sin duda era refrescante, pero a la vez abrumador  con la oscuridad en el cielo, ¿por qué me habré levantado ahora? Si nadie estaba para verme o tal vez escucharme, mis amigas estaban durmiendo como los demás, ¿qué hacía de pie? ¿por qué yo? Entonces, en medio de ese sin fin de dudas, me tropecé. 

Caí y de repente noté un pequeño raspón en las palmas de mis manos, asombrosamente no dolía en lo absoluto, era raro, no ardía  ni me daba picazón, ¿acaso estaba en un sueño? Me levanté valientemente y empecé a desconcertarme. Miraba a todos lados y no entendía, hasta que intenté pellizcarme  pero tampoco dolía. Definitivamente estaba en un sueño, uno tan oscuro y frío como él. Esta era la razón por la que estaba de pie, sin nadie que me escuche, aquí sola en la calle en medio de una inmensa oscuridad envolvente de frío cortante. Opté por caminar hacia el parque, esperando encontrarme a menos con Jack en este sueño. 

Sentía caminar por horas por un estrecho camino sin fin, en un círculo vicioso, hasta que visualicé árboles. Me emocioné al instante, corrí hasta ahí y me encontré a un chico de cabellos castaños y ropa oscura de espaldas, no tardé en reconocerlo, pues se trataba de Jack, me apropincué a él lentamente, entre sonrisas cálidas que podrían cambiar aquel clima y, al momento de tratar de colocar mi palma en su hombro, este reaccionó retirando mi mano de su hombro con violencia, nuevamente me había caído y él estaba  mirando la escena con un gesto frenético, ¿qué le sucedía? ¿por qué estaba así? En seguida noté que estaba llorando el alquitrán que alguna vez identifiqué al conocerlo.

-¿Qué sucede...? - Pregunté algo confundida aún sentada en el suelo.

Él no respondió y se fue acercando poco a poco a mi, lloraba y esas lágrimas llegaban a sus lastimados dedos, sin duda algo le ocurría y no podía decírmelo. Su semblante estaba colmado de un sentimiento indescriptible, al rato empezó a sonreír con calidez, logrando este acto confundirme más de lo que estaba, el se arrodilló hasta mí y me abrazó con fuerza para decirme por último:

-Perdón.

 Y desapareció.

Desperté de golpe, todo se había tratado de un sueño, tal y como lo había pensado. Un sudor frío me empapaba  y mi respiración estaba acelerada, en seguida sentí que algo estaba en mi vientre, sería un papel que, por la forma en la que estaba recortado se trataría de mi carta para él, de una forma impactante, devuelta. De repente mi ventana se golpeó contra el marco fuertemente, ¿acaso Jack estuvo aquí otra vez? Tomé desesperada mis cosas para salir y todo se encontraba de una forma exacta al sueño que había tenido, estaba empezando a asustarme ya que temía que él se vaya sin avisarme.



|Coleccionista| Eyeless Jack y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora