Capítulo 8: Encontrado.

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Pasaron aproximadamente unas 4 semana y esas ideas de ser alguien muy importante para Jack me estaban agobiando, más de lo normal.

Hace unos dìas había vuelto a la escuela junto a la recuperación del profesor. Me sorprendió mucho que él sintiera admiración por Jack luego del suceso, dijo que el robo de su riñón fue tan extraño y a la vez tan interesante, quería saber como es que Jack pudo robarle el riñón sin necesidad de anestesia para como no causarle dolor o alguna sensación que sea notoria. Sin duda Jack era más que especial ¿Quien se escondía detrás de aquella máscara fría y sin vida? ¿tal vez alguien tan sensible que le atormentan sus problemas incluso póstumamente..? Me inquietaban esas ideas como lo había dicho hace poco. Es más, de alguna forma me empezaba a encariñarme con el chico de una forma tan inusual.

Esa misma noche me quedé nuevamente en la morgue con la única misión de terminar mi misión ahí, ahora ya se me hacía tan fácil quedarme entre unos cuerpos inertes. Esperaba con ansias de poder ver a Jack por alguna razón en especial la cual no comprendía. De repente escuché la puerta abrirse y, esperando a que fuera Jack fui en busca de él con entusiasmo mas fue el hombre  de limpieza que salía luego de completar sus labores quien me miraba como a una loca mientras cerraba la puerta.

Así pasaron meses sin ver a Jack. Los robos de órganos habían  cesado tan de repente desde aquella  noche en la que haba refregado mi don para descubrir cosas en la cara de Jack... desde aquella ultima tarde lluviosa. Me invadió la melancolía al pensar que quizás no necesitaba de mi persona para encontrar la paz, al cabo me di cuenta que Jack me empezaba a interesar mucho más que antes que la última vez... su historia, su tristeza, su palidez grisácea que me hacia recordar los grises cielos llorosos, era el poema más hermoso personificado. 

Al mes y medio fue la última prueba para quedarse en la morgue. No me emocionó en lo absoluto. No lo entendía pues el viento soplaba a mi favor por muchas cosas incluyendo que mi padre tenía esperanzas de volver a caminar tras terapias en el hospital, debería sentirme muy alegre, pero algo faltaba.

Estaba sentada, con los auriculares escuchando algo de mi banda favorita, tranquila. Así como ya lo había dicho antes, tambien, ya no sentía miedo de aquel lugar. Entonces la puerta se cerró de un vértigo, no le hice caso, las cosas eran tan claras después de todo, Jack ya era posible que ya haya encontrado la paz y, tambien era posible  que fuera otra vez el hombre de limpieza, así que ignoré eso. Escuché entonces tambien, como si algo se arrastrara por el suelo, no le tomé importancia aún, luego pude visualizar de reojo, como una mano cubierta por un guante negro abría la puerta en donde yo estaba, rápidamente me heló la sangre, se suponía que yo no sentiría miedo ya, en cuanto me di cuenta que aquella mano le pertenecía a Jack. 

Me levanté dejando caer mis auriculares junto al teléfono y fui a ver que tenía, Jack dirigió su mirada vacía hacia mí.

(TN): ¡¿Qué te pasa Jack?- le traté de quitar la máscara- Te notas enfermo.

Jack simplemente me trató con un gesto despectivo tan solo evitando que le quite la máscara continuamente volteando la cara con un sentimiento de desprecio y algo de vergüenza.

(TN): Oye... ¿qué te pasa..? - Me alejé al notar su desprecio- Yo me preocupé, estas enfermo, mírate nada más, ¿desde cuando te arrastras?

Jack: Los muertos no se enferman. Tonta- trató de sentarse cruzando las piernas mas no pudo y cayó rendido nuevamente.

(TN): ¿Entonces qué?

Jack  solo se valió de las paredes del lugar para empezar a pararse. Él me miró y sonrió de una forma tan extraña expresando un sentimiento de burla y a la vez de asombro. Yo lo miré con curiosidad, ¿qué le daba risa en mí?  

Jack: Extrañé ver tu cara de tonta.

¿Qué significaba eso? Me pregunté. No creo que Jack sienta algún apego por mi... siendo una persona tan corriente, no creo que le llegue a agradar ni un poco.

Jack: ¿Piensas que tengo algo de a-?

(TN): ¡Pues claro que no! - sentí como mi rostro se calentaba un poco y  me dispuse a recoger el teléfono que hace unos minutos se me había caído. Jack se puso a reír nuevamente al ver.

Jack: a los jóvenes de ahora les gusta mucho esas cajas electrónicas, ¿no? - Dijo burlándose- En mis tiempos no pasaba eso ¿s-

(TN): jajajajaja -me puse a reír al escuchar ese "en sus tiempos"- No me digas, pareces viejo hablando así - dije molestándolo.

Jack: pues si señorita. Tengo aproximadamente 92 años. 

No evité sacar una pequeña sonrisa al ver su rostro algo molesto, provocando en él, un gesto algo molesto expresado con la ceja derecha arqueada y un puchero. Jack entonces tembló de repente. Había olvidado que estaba mal luego de eso. Apenas traté de tocarlo, un gran frío invadió mi cuerpo entero, había quedado tan cerca del rostro de Jack con mis ojos, que juré tener temor a lo que próximamente podría hacer.

Entonces Jack pareció bajar la mirada y solo dijo:

Jack: está bien.

No se a lo que se habría referido desde el primer momento pero luego me di cuenta. Jack me aceptó. No puede expresar mis sentimientos de alegría en ese momento; No quedaba más que hacer, Jack me había dejado abrazarlo así de igual manera refrescando todo mi cuerpo y él, calentando su cuerpo con el mío.

Ese examen junto a muertos juro que había sido el más divertido y fácil de toda mi vida, incluyendo por el regreso y la aceptación de Jack para mí, no había sentido entonces tanta felicidad como aquella en años, tenía un propósito para sonreír aún más con eso.

Mas me preocupaba el sentimiento que aún iba creciendo más y más hasta quizás poderse convertir en algo más que amistad a mis ojos para él.

|Coleccionista| Eyeless Jack y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora