Capítulo Trece

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Narra Michael

Iba camino a el parqueadero, la verdad estaba muy cansado pues hoy nos tocó entrenar más tiempo, ya casi se acerca la competencia de patinaje y estoy dando todo por que el equipo gane. Mientras iba caminando y pensando en lo bien que nos saldrá la competencia escuche dos personas hablar en frente de mi auto.

— Tus besos son como una droga para mí, una buena droga, si no quieres que nadie sepa aún, lo entiendo, Zenda —¿¡PERO QUE MIERDAS!?— ¿Que has hecho conmigo? Desde que te vi mi mundo se paró, eres tan perfecta...

Apenas escuché todo eso me paré en frente de ellos, no entiendo por que me pongo tan celoso, la verdad, es que a Zenda cada vez que la veo me hace sentir completo, me hace sentir feliz, ella es perfecta, hermosa. Bueno ya, ella no me gusta ¿cierto?
No me había dado cuenta de que tenía la mandíbula muy apretada al igual que mis manos. Me acerqué a ella y la abracé, ella se tensó pero yo no hacía sino mirar a su amiguito con una mirada triunfante.

— Hola hermosa —dije depositandole un beso en su mejilla

— Hola... Michael, emm... Ya nos íbamos

— Ohh, quería invitarte a comer —fue lo único que logré decir, no quería verla cerca de él

— Oye, ella está ocupada ¿Bueno? —dijo su amiguito con sus puños apretados-

— Perdón pero a ti no te pregunté. Y si me la llevo ¿que? —dije acercándome a él, se que estoy asustando a Zenda, pero vamos no me gusta que esté con él ni con nadie más

— Te las verás conmigo imbécil —dijo agarrandome del cuello de mi camisa

— ¿Me vas ha pegar? Dale, aquí —dije señalándome mi cachete— quedarás como un imbécil frente a ella tú, pero yo... no soy tan idiota de demostrarle que soy un monstruo como tú.

— Sam... Por favor para —dijo la inocente y hermosa Zenda

—Mierda —murmuró el que ahora se que se llama Sam soltándome de su agarre

— Vamonos .... Adiós Michael —dijo Zenda despidiéndose

— Adiós hermosa

***
Un mes después

Un mes ha pasado desde que vi a Zenda con el estúpido de Sam, la verdad los he visto muy juntos últimamente.... Como odio esto. Hoy entramos de nuevo al colegio, tengo que volver a ver a Zenda y perdonarme por esa vez.

Narra Zenda

La verdad es que no entendí el comportamiento de Michael la última vez que lo vi, actuó muy ¿celoso? ... Nahh que estupideces digo es obvio que él no estaría así por mi, pero es que actuó tan extraño. Últimamente
Sam no hace si no alejarme de Mike, si ahora lo llamaré así. Volviendo al tema Sam ha hecho hasta lo imposible por estar cerca de mi y cada vez que ve que Mike se me acerca inventa una excusa para irnos antes de que el llegue por completo a mi. También ha intentado darme besos pero yo solo le corro la cara, ya me tiene extresada su extraño comportamiento. Hoy entramos a estudiar, Sam me contó que el ya no tiene que estudiar pues ya se graduó, él no quiso entrar a la universidad pues quiere darlo todo para ser un gran guitarrista y cantante.

— ¿Zenda me estás poniendo atención? —dijo Melany mirándome confundida

— Claro que sí —dije asintiendo muchas veces con la cabeza, ella me miro con cara obvia de que me sucedía algo— Odio que me conozcas tanto

—Haber, cuentame -dijo, le conté la mitad de lo que sucedió ese día pues el timbre de que era cambio de clases me interrumpió

—Ohh el timbre —dije riendo nerviosa

-Me tienes que terminar de contar, ni creas que te salvarás —dijo señalándome— Puto timbre —murmuró maldiciendo a el pobre timbre

El día pasó súper aburrido, acababan de timbrar para ya la última hora de clases iba saliendo para ir a clases de inglés... ¿¡QUÉ RAYOS!? Murmuré al ver a Michael con otra chica, Dios que imbécil soy al ilusionarme con éste chico. Salí corriendo al salón de clases muy dolida, saqué mi celular para postear.

"Un mujeriego no cambia, solo se va de vacaciones"

¿Enviar? ACEPTAR.

Publiqué a tiempo el post pues al enviarlo justo la profesora entró al salón, ésta clase será muy aburrida.

***

— Hola hija ¿Que tal tu día? —dijo mi mamá abriendome la puerta muy animada

— Hola mamá, perfecto —dije súper desanimada

— Ohh vamos, cuentame

— Es una historia muy larga

— Tengo todo el día preciosa, vamos te conozco más que a nadie y se que no estás nada bien

— Está bien

Y así fue como le conté a mi mamá todo, absolutamente todo, desde que conocí a Mike hasta lo de hoy. La verdad con mi mamá me llevo súper bien, siempre nos contamos nuestras cosas y no sé que me sucedió que no le conté ni el principio hasta hoy, me imagino tal vez pensaba que ya no confiaba en ella.

— Y ¿que con ese tal Sam? —dijo mi madre haciendo un baile con sus cejas— la verdad él si te merece, mira hija, tú eres muy linda y muy buena chica, mereces a alguien que te valore por lo que eres, no por estar solo por un rato contigo, y déjame decirte que ese tal Sam se ve que enserio te quiere, aunque si tú corazón te dice que el Michael Es el que quieres no le des importancia, ignoralo y déjale claro que no eres una fácil y te prometo que verás su cambio.

Las palabras de mi mamá me dejaron anonadada, la verdad mi mamá es una muy buena consejera yo lo único que hice fue abrazarla y decirle cuánto la quiero, pues no me sale ni una palabra de mi boca y wow la verdad estoy en schok.

— Bueno mamá yo creo que ya me voy a dónde papá —tragué saliva

— Hija no seas tan bobita -dijo apretandome la nariz con cariño— entiendo que te dejé en shock pero no es para tanto ma.. —mi mamá fue interrumpida por el pito del auto de papá, ¿acaso hoy es el día de interrumpir a la gente?— Ohh justo lo que iba a decir, mas bien baja que ya debe por estar por llegar tú papá y justo llegó, suerte.

— Adiós mamá —dije despidiendome con un beso en el cachete— y gracias

Fue lo último que le dije cuándo salí corriendo a el auto de papá pero choqué con una persona

—¿Chloe?

—¿Zenda?

~Nat

La chica del blogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora