Capítulo Catorce

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— Si papá estoy bien, más bien cuéntame ¿Ya conseguiste alguien que te de amor? —dije riendome

— No hija, entiende que nadie se va a fijar en mí, solo mirame soy feo, gordo ¿Quién va a querer de esto?

— Oye tampoco, además puede que llegue alguien ya verás

— Hija, entiende el amor no es tan fácil como lo creemos

— Ni me lo digas —dije haciendo una cara triste

— Bueno creo que nos tenemos que adelantarnos en mucho —dijo acomodándose en el sofá— cuéntamelo.

— Papá ¿Por qué me pasa esto, que hago? ... La verdad siempre me ha gustado un chico de la secundaria estaba muy ilusionada con él y de un momento a otro apareció otro chico, estoy tan confundida —dije mirando a el suelo

— Hija, a veces nosotros no decidimos de quien enamorarnos por que donde pudiéramos seríamos los seres más felices, ahora es tú corazoncito el que decide —dijo apuntándome mi corazón— piensalo si ellos enserio te quieren te deben de dar tiempo y si te hacen sufrir habrán puños en sus caras de parte de tu bello papá

— ¡PAPÁ! —reí— te amo demasiado

— Yo mucho más, mi pequeña saltamontes

— Oye, no soy tan pequeña y además el saltamontes ¿por que?

— Siempre serás mi pequeña, podrás tener cientos de años y aún así lo serás y lo del saltamontes es por amor

— Te odio

— Me amas y lo sabes —reímos juntos— eres lo mejor que me sucedió

Y así duramos todo el día, viendo películas, jugando videojuegos, comiendo muchísimo por que no hay día que no lo pueda mejorar la comida y obviamente hablando. Hoy me encontré con la vieja amiga de mamá, Chloe. La verdad ella me cae súper bien la que no, es su querida hija aunque eso fue hace años cuándo la vi, ya ni recuerdo ni como se llama ni cómo era, yo creo que si viene Chloe viene ella...  espero haya cambiado

— Bueno hija ya sabes portate bien con tu mamá

— Si, si papá ya se .... ¿Hasta la próxima?

— Hasta la próxima.

Nos dimos una sonrisa forzada y nos abrazamos, hace tiempo que no veía a papá, pues sus asuntos de viajar por su trabajo me impiden verlo y a parte está separado de mamá,pero no solo es eso por su trabajo todo el tiempo se la pasa viviendo en diferentes países, la verdad ya extrañaba a mi súper héroe favorito, papá. Así fue como abrí la puerta del carro y lágrimas amenazaban con salir, se me escapó una lágrima pero rápido la limpié y subí rápidamente, al entrar a casa me encontré con la vieja amiga de mamá, pero a su lado hay una adolescente pelinaranja, cuándo cierro la puerta soy la atención de todas y la chica, al voltearse... no puede ser.... Andrea ... La misma chica con la que vi besarse, casi comerse a Mike, ohh santa mierda ahora si estoy muerta.

— Hola ma ¿Que tal?

— Zenda ¿Cómo estás? Aunque ya nos saludamos —dijo Chloe— yo creía que ya me habías olvidado y fuiste tú la que me reconoció

— Claro que no Chloe, cómo olvidarte

-Mira, ella es Andrea Tanner, mi hija —dijo dándole un codazo a Andrea

— Hola Andrea, soy Zenda —dije extendiéndole mi mano la cuál tomó

— Mucho gusto Zenda, soy Andrea —dijo dándome una sonrisa falsa

— Bueno, yo me voy a mi habitación hasta luego

Y así salí corriendo a mi habitación, la verdad que la actuación le queda perfecta a Andrea, me tiré a mi cama y cerré los ojos estaba a punto de conciliar el sueño cuándo la puerta se abre y ahí entra Andrea.

La chica del blogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora