Siento que cuanto más ando, más baja me siento, es como si pudiera tocar mis manos en el suelo mientras camino. Es extraño, sé perfectamente que no he encogido, que sigo siendo igual, pero veo más cerca el suelo de lo normal, me mareo, me agobio. Sigo andando y vuelvo a la normalidad.
Llego a un restablecimiento, el techo es altísimo, pero siento que está rozando mi cabeza, como si hubiera crecido como Alicia en el país en de las maravillas. Vuelvo a agobiarme, miro el suelo, me concentro y vuelvo a mirar hacia arriba, ya no siento el techo tan cerca.
"¿Qué sucede? ¿Por qué siento esto?" pienso preocupada. Sigo caminando, pasa una persona por mi lado, siento su energía, y aunque sé que no me estoy moviendo, siento que me acerco a ella como si me atrajera como un imán al metal. En cuanto pasan se me calma la sensación y vuelve a la normalidad. "¿Estaré volviéndome loca?".
Salgo del local y decido ir a un parque natural, allí hay pocas personas, no sentiré nada. Ando hasta allí con las sensaciones de que estoy apegándome a la gente o al suelo. Al llegar al parque me tranquilizo. Ando hasta un banco y me siento a mirar los árboles. Entonces siento un mareo y tengo la sensación que me controlan. Camino hasta el centro del parque donde hay un árbol milenario, hay una vaya protegiéndolo, para que no lo estropeen los jóvenes. La salto, algo me indica que tengo que acercarme, me pongo nerviosa, a cada paso que doy mi corazón palpita más rápido. Toco con las dos manos al árbol y apoyo la cabeza en él, siento que me inundo en él, me atrapa, y caigo en una tremenda oscuridad...
Rocío Aranda
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Relatos Cortos
Short StoryEscribiremos algunas recopilaciones de relatos cortos de cada miembro de Little Zombie.