*EL PERFUME QUE BAJO DEL CIELO*.

*CONFIANZA PERFUMADA*

El Perfume de la Confianza en Dios

La esperanza, a qué olerá tan preciosa esencia, es un aroma dulce que emana pequeñas pero constantes dosis de anhelo y de confianza, con la seguridad de un mañana pleno y feliz contando con la presencia del Señor gozando de una vida digna, en armonía y prosperidad.
El aroma virtuoso de la esperanza nos lleva a trabajar con alegría, con gozo, con empeño, en el plan que Dios nos ha trazado, del que somos co-creadores, respirando vida, porque la esperanza alimenta el espíritu y renueva el compromiso de vivir bien, de amar y servir, porque es la garantía del amor y la bendición de Dios que nos da felicidad en esta y en la vida eterna.
Como cristianos vivimos con la esperanza puesta en las promesas de Dios, que las cumplirá en nosotros, al ver nuestra fidelidad y constancia, la promesa de vida eterna, la promesa de salvación, la promesa de proveernos en nuestras necesidades y darnos la fortaleza para cada día.
El rocío de la madrugada tiene olor a nuevo día, a nueva oportunidad, a vida, a futuro, que delicia respirar ese aroma que envuelve mis sentidos para transportarme a soñar y visualizar todo aquello que espero con amor, con paciencia y con la certeza de que Dios me ama y quiere lo mejor para mí, ese aroma que el viento acerca a mi olfato para ampliar mi visión, para ver con los ojos de Dios, con amplitud, con amor, con bondad, con misericordia, despierta mi sensibilidad ante el dolor y el sufrimiento propio y de mis hermanos para salir a su encuentro y brindar un frasco del mejor aroma a confianza en Dios, pese a cualquier dificultad que estemos atravesando
El perfume de la esperanza es ese destello de luz que nunca se pierde en el horizonte, mantenemos la mirada fija hacia él, nos orienta como faro que guía en el mar, gracias Señor por avivar la llama de la esperanza en ti que das felicidad y plenitud a mi vida.