*EL PERFUME QUE BAJO DEL CIELO*.

*EL SELLO PERSONAL DE MI PERFUME *

*EL PERFUME DE DIOS QUE BAJO DEL CIELO COMO SELLO PERSONAL*

Dios es infinitud, gratuidad, silencio, enigma inescrutable mas ante todo es gracia, amor, bondad y misericordia infinitos. El nos amó primero. Opera silenciosamente en la profundidad del alma. Su lógica y su tiempo son diferentes a los nuestros. Su Palabra y sus acciones de amor cada día en nosotros lo hacen evidente. Derrama su perfume único y genuino con gratuidad en cada uno y cada quien lo recibe desde sus percepciones, que no son de los sentidos externos, como nos relacionamos con nuestro medio ambiente, no, es con nuestros sentidos internos, que se van impregnando desde que nacemos y a lo largo de nuestro andar, hay momentos de exacerbación de él, hacemos mas consciencia. Las crisis nos sensibilizan, la comodidad, nos adormece.
¿Cómo prepararnos para ser un templo viviente digno de Él?
Para todo hay una disciplina, un método. Y Dios merece nuestros mejores esfuerzos para ser dignos de tan maravillosos regalos. Lo primordial es la entrega confiada y plena, como lo hizo María. Sin reservas, sin lógica ni explicaciones.
Cuando una se da cuenta que Dios está en todo y en todos y el alma está serena, la mente en calma y las emociones en su lugar, nuestra actividad diaria se convierte en una oración viva de amor y                       agradecimiento. Hay respeto por todo ser viviente, por la naturaleza, el medio ambiente, las personas en su gran variabilidad. Se hace todo con amor, desde las actividades caseras, sonreír a quien se encuentra, dar un saludo afectuoso a alguien decaído, compartir el pan que comemos, dar un abrazo que aliente, un consejo oportuno, una palabra de esperanza.
Hay momentos para orar a solas, leer la palabra, la liturgia, meditar, dejar el alma reposar en El Espíritu y escuchar a Dios. Hay momentos para orar en comunidad en las actividades formales e informales de la iglesia y hay momentos para orar y vivir el evangelio en la cotidianidad.
Si llevamos a Dios con nosotros es como un testigo permanente al que no queremos agraviar ni disgustar. Al contrario, queremos agradarle, alabarle, ensalzarle. ¿Cómo portarnos mal? No!.Y nuestro día a día es glorioso, no pesa ni molesta. Atender la casa, la familia, el trabajo, al vecino, al extraño, a uno mismo, es una oportunidad para ser agradable a los ojos de Él! Y hasta al hermano en el cual vemos evidente su sombra, lo amamos y entregamos a Él, a sabiendas que sólo el Buen Pastor puede llevar a su oveja al redil.!
¿Es siempre ésto posible?. No. Estamos conscientes de nuestra frágil, inconstante y vulnerable naturaleza humana. Es aceptarnos humanos con humildad. Es ahí  donde la oración y lectura de la palabra toma su real y gigante dimensión, es nuestra dulce y potente arma a esgrimir en nuestra defensa.
Contra la pereza, la crítica, la queja, la irascibilidad, tan frecuentes en estos tiempos de crisis. Contra la falta de misericordia y amor, la olvidadiza o comodaticia caridad, el deseo de reconocimiento y estar sobre el otro. Son muchas las faltas en las cuales podemos incurrir. Y es que hasta el físico, si no lo cuidamos adecuadamente, puede sabotearnos nuestra espitualidad y conexión con Dios. Comer a las horas en la medida de nuestros recursos, horas de sueño suficientes, descanso oportuno, ingesta adecuada de líquidos, medidas antiestrés (aunque sea varias respiraciones lentas y profundas ) nos ayudan a cuidar, entre otras medidas nuestro cuerpo, templo donde mora Él. Estar pulcros y bien cuidados sin caer en vanidad ni ostentación nos hace sentirnos mejor y estar mas dispuestos para cualquier actividad.
¡Amadísimo Padre ayúdame a ser tu mejor morada, el templo donde te encuentres a gusto y orgulloso de mí. Como el jardín del Edén, donde Amado y amada puedan celebrar cuitas de amor. Mi alma está en constante espera de tí..no tardes! ¡Quiero ser como tu Unígenito y amado Hijo Jesucristo, espejo humilde de María y receptáculo constante y ardiente de tu Santo Espíritu!
¡Gracias Trinidad Santa, un solo Dios! ¡Gracias Madre amada por acercarme mas a tí y cubrirme con tu amor!