EL PERFUME DE LA SOLEDAD
¿A qué huele la soledad?...Depende. Existen muchos factores que pueden influenciarla. Leí a un místico contemporáneo que no es lo mismo estar solo que estar en solitario. Estar en solitario es extrañar la compañía, no se resuelven los apegos, sino que se buscan otras cosas o situaciones para llenar el vacío: antidepresivos, comida, bebidas alcohólicas, compras compulsivas, televisión, redes sociales, las cuales a la final no ayudan sino empeoran, se crean las adicciones. Estar solo, es aprender a estar con uno mismo, siempre y en todo lugar, es llenarlo todo con nuestra propia presencia en libertad consciente. Estar en solitario es un aroma traicionero, puede oler bien, mas es ficticio y transitorio. Es no aceptar la realidad temporal o permanente y querer paliarla rociandonos con aromas muy dudosos. Estar solo en plenitud con nuestro ser, huele rico. Es un perfume suave y sutil que nos lleva a cultivar el cuerpo, el intelecto y el espíritu. Nos lleva a grandes obras, pues con la mente lúcida, las emociones en calma y el espíritu dispuesto, se planifica y se concreta desde la serenidad y aceptación plena.
Tambien se habla de la soledad física y de la soledad emocional. Se puede estar solo físicamente y realizado desde el punto de vista personal. Existe tambien lo contrario. Se puede estar acompañado con una o varias personas y sentirse solo afectivamente, o incluso mas grave, sentirse solo también espiritualmente. Hay un dicho popular que reza: " mas vale estar solo que mal acompañado", muy certero, por cierto, mas su inverso es terrible! "Mas vale estar mal acompañado que solo". En ésto cobran mucha importancia las creencias que traemos grabadas en nuestro inconsciente desde la niñez, qué podemos y qué no podemos; así hay mucha limitación, que es solo mental. ¿A caso no hemos sabido de personas muy mayores solas y autosuficientes? ¿Que sean realizado a avanzada edad? Han escalado, ganado maratones, obtenido grados académicos y se han casado? "Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto" (Henry Ford).
Los períodos de crisis que preceden a un período de soledad ( divorcio, viudez) son motores para impulsar luego a desarrollar talentos dormidos, capacidades desconocidas, concretar planes que se habían pospuesto; y a cualquier edad la vida puede ser como una caja de sorpresas maravillosas, con aromas distintos para hacerla mas plena, feliz y perfumada.
La soledad en compañía es el aroma mas amargo y doloroso que existe, a mi entender. No hay nada mas triste y desconsolador que estar rodeada de persona(s) y sentir que no contamos afectivamente con nadie, sin apoyo ni solidaridad. Son las relaciones abusivas, codependientes y sin amor. Esta soledad trae un aroma feo que puede atraer a otros olores peores, falsos, que se dan por verdaderos cuando no tenemos la capacidad mental ni emocional y mucho menos espiritual para contrarrestarlo. Y puede ser letal, conllevar a enfermedad y muerte física y/o espiritual. En depresión, que es la mayoría de las veces la enfermedad emocional que acompaña a la soledad en compañía, no se "ven" los propios recursos solo un túnel sin salida, un estar al borde de un abismo o en el fondo de una ciénaga. Estos aromas atraen y subyugan de mala manera, encadenan el alma y la oprimen sin permitirle expresarse.
Es despues de muchas crisis ( o una grave) que el ser humano se reconoce indefenso, miserable, vulnerable e incapaz de salir adelante solo. Es cuando nos entregamos a la voluntad de Dios y en esta entrega, aspiramos el mas maravilloso, sublime, genuino y sanador perfume: EL PERFUME DE DIOS.Al principio, puede ser un resquicio, un tenue aroma, que llega bajo la palabra de una persona consagrada, de una súplica en entrega total, o por un rayo de luz que cala el alma, en una contemplación extática de la naturaleza, en una música súblime que toca el corazón o en el abrazo sentido y profundo de una persona compasiva. Dios tiene maravillosas y misteriosas maneras de hacerse presente, aun en el dolor, y atraernos a su amor. Es así que este perfume va plenando, llenando poco a poco todos los rincones del ser. Cada célula puede llenarse del fuego sanador y transformador del Espíritu Santo; y la presencia de Dios lo plena TODO. Se alimenta cada día con su amor y misericordia, nos reconocemos hijos de un Padre Creador, hermanos de Jesucristo y con una fuerza que es la llama vivificante del Espíritu. Asumimos esta triple verdad santa y con nuestra Madre Celestial como dulce intercesora perfecta, comenzamos a asumir que nuestra pobre humanidad necesita a Dios e iniciamos nuestra sanación, que va de adentro hacia afuera y podemos sanar hasta la mas grave enfermedad , como un cáncer terminal. Muchos reportes, incluso médicos, testimonian casos así, aun cuando la ciencia médica no lo asuma en su total y absoluta verdad. Sin embargo ya la ciencia y la religión no están divorciadas y cada vez hay mas médicos que se van sumando a Dios y aceptándolo como una "Verdad Superior que nos trasciende", aun cuando no profesen una religión específica. El poder de la oración es innegable e incuestionable y ya muchos médicos, católicos y no católicos piden a los familiares de enfermos graves, se sumen en oración colecta constante; y se han obtenido resultados sorprendentes. Desde hace tiempo se reportan estudios clínicos que avalan el poder de la oración en enfermos graves versus el resultado en pacientes a los cuales no se le ha orado.
Es precisamente en soledad, cuando aceptando nuestra limitación humana, empezamos a vivir en Dios y van apareciendo otras herramientas que Èl mismo nos hace llegar, a veces con suavidad, a veces con fuerza arrolladora. La primera es la oración, que puede comenzar como súplica desgarradora, luego como alabanza y luego es combinada; en petición, súplica y meditativa. La segunda es la lectura de su palabra santa, contenida en la Biblia. Se inicia como una sana curiosidad hasta que ella nos atrapa y se hace una necesidad diaria, como comer o dormir. Esta lectura sabia y sanadora nos impregna con sus multiaromas pues reconforta, da paz, consuelo, abrigo, compañía, fortaleza, todo lo que necesitamos en nuestro diario vivir. Es un incalculable e invaluable tesoro. Y lo mas importante es que, lo que antes era una débil verdad, se hace una gran e imponente verdad. Tenemos un Padre amoroso que nos cuida y nos hizo hermanos en Jesucristo, quien nos redimió y sigue haciéndolo incansablemente pues nos ama con el mismo amor del Padre. Así tambien que disponemos de la fuerza arrolladora y transformadora del Espíritu Santo y que solo basta abrirnos a su acción para encontrar todo lo que nuestro corazón anhele de bueno, noble y puro para nosotros mismos y para nuestros hermanos y todas las personas con las cuales nos relacionamos, nuestra familia, en nuestro trabajo y en la sociedad.
Entonces, no hay soledad, el Espíritu de Dios llena nuestra humilde morada interior y exterior y queremos compartirlo con otros y sumamos esfuerzos para vivir en comunión con nuestros hermanos y llevar la iglesia de Cristo a otros lugares fuera de nuestra morada exterior y el templo de Dios aumenta cada vez mas su campo de acción, en difusión de su palabra y en obras comunitarias en beneficio de los mas necesitados.
Es muy conveniente orar a solas en compenetración profunda con Dios, en total libertad para pedir, alabar, glorificar y escuchar su dulce voz en meditación. Jesús muy a menudo se retiraba a orar a solas con su Padre, noches enteras en unión profunda con Él. ¡Es un dulce aroma comunicarse a solas con Jesús, sentirlo muy cerca, como un buen amigo, un hermano, nuestro médico de cabecera! La oración personal es donde aprendemos a usar las armas de Dios y seguir fielmente a Cristo quien nos lleva a la victoria final.
Tambien es necesario y reconfortante orar en comunidad con los hermanos, con alabanzas, cantos, llenos de alegría y buena disposición que atraigan voluntades para sumar oraciones, alabanzas y buenas acciones para crear una realidad mas humana y justa para todos. En todo caso, lo mas importante es permitir que el amor de Dios se derrame sin trabas y sin límites y que nos inunde. Es aquí donde se comprende la frase de S. Agustín: "Ama y haz lo que quieras". "Dios es amor y quien permanece en el Amor, permanece en Dios y Dios en él (1Jn4,16).
No hay mejor soledad que la compartida con Dios y así alabarlo como lo hacía San Juan de la Cruz:
"Mi alma se ha empleado y todo mi caudal en su servicio.
Ya no guardo ganado.
Ni ya tengo otro oficio.
Que ya solo en amar,
es mi ejercicio".
(Cant. Esp.19)Es llamativo descubrir que podemos llegar a sentirnos solos aunque estemos en medio de un gentío, sentirnos abandonados a pesar de estar rodeados por el amor y la atención de nuestras familias y nuestros amigos, experimentar el sentido de vacío, de inutilidad, de insensatez, de una vida sin rumbo ni propósito, a pesar de tener éxito en lo que emprendamos.
Hay personas que viven pensando que son insignificantes, que sus vidas no son importantes. Incluso hay quienes se sienten como si estuvieran viviendo en un desierto.
Cuando los demás quieren establecer comunicación con quien padece este dolor, los trata con indiferencia o con hostilidad, porque se siente triste, mezquino, defensivo y rencoroso. Cree que nadie lo quiere y cualquier manifestación de aprecio o de amor de parte de los demás es recibida como lástima o interés propio disfrazado.
El agotamiento físico puede influir en quienes sufren la soledad. También las malas noticias o una serie de fracasos consecutivos. El ritmo vertiginoso de la vida actual, los requisitos sociales y económicos cada vez más rígidos, hacen que para muchos aun los momentos de descanso estén llenos de tensiones y preocupaciones. Además, el decaimiento de ciertos valores y la propagación de la filosofía de desesperación dejan a muchos en un estado de vulnerabilidad y desorientación.
¿Y usted? ¿Cómo se siente en este día?La explicación para la mayoría de las situaciones se encuentra en el plano espiritual. La energía física varía mucho y las emociones son sumamente inconstantes. Pero es el espíritu el que nos da la estabilidad, la voluntad y la fuerza para seguir adelante y vencer, aun cuando las cosas vayan mal o cuando aparezcan problemas especiales. Si la reserva espiritual está agotada, es decir, si uno ha descuidado la alimentación del ser interior dando más atención al trabajo que a la meditación y la oración, será muy vulnerable a las enfermedades del espíritu.
La separación de la realidad es la separación de Dios y de nuestra naturaleza espiritual. No ha de sorprendernos, entonces, que tengamos la sensación de separación del resto de las personas y experimentemos la soledad interior.
¡Pero usted no está solo o sola, aunque en este momento se sienta así!La cura para este estado de ánimo se encuentra en abrir los ojos para ver la situación favorable en que nos encontramos. ¿Qué situación? ¡Saber que Dios nos ama, tiene un propósito bien definido para cada uno, y nos promete Su presencia permanente!
San Pablo dijo que estaba seguro de que nadie ni nada nos puede (¡ni podrá!) separar del amor de Dios en Jesucristo. Él le dice a usted: -“Nunca te dejaré ni te abandonaré” (Hebreos 13.5).Lea la Biblia cada día y aplique las promesas de Dios a su vida, intentando repetirlas en voz audible. Por ejemplo, ahora mismo puede repetir esta declaración de fe: -“Dios me ama y nada ni nadie podrá cambiar eso. Tiene su propósito para mí y lo cumplirá. Está conmigo y no me dejará nunca. ¡Por eso yo no estoy ni estaré solo jamás!”
¡Vivamos una vida al 100%!
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*EL PERFUME QUE BAJO DEL CIELO*.
SpiritualESTA OBRA BUSCA LLENAR A LA HUMANIDAD DEL PERFUME DE LA PALABRA DE DIOS UN PERFUME QUE BAJO DEL CIELO DERRAMANDOSE EN UN FRASCO LLAMADO MARIA LA VIRGEN. ESTE PERFUME SE CONVIRTIO EN EL PERFUME MAS CARO DE LA HISTORIA, EL MAS BUSCADO, EL MAS DESE...