El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

Un presente alterno 7. - No son bienvenidos.

Y así fue mí salto a casa, esperando con todas mis fuerzas que aquel Jonh Gleen del pasado lo hubiese logrado, reaparecí nuevamente en mí tiempo, en mí línea temporal original, es decir, en mí amado 16 de marzo del 2016.

Mire mí reloj, eran las 8:55 pm. Me encontraba en casa, en un presente donde Kym no existía más, pero pretendía que eso cambiará, solo esperaba que aquella carta que escribí dándole instrucciones a un ingenuo Jonh Gleen del pasado, sobre el cómo adquirir antes su habilidad y cómo salvar a nuestra chica hubiera dado resultado, sin embargo, pasaba algo raro. Algo no cuadraba. Yo había dejado las luces de mí apartamento encendidas, pero no, no estaban así, estaba oscuro, las luces estaban apagadas. Entre la penumbra de la oscuridad me pareció ver algo, algo extraño, una especie de ¿silueta humana? encendí la luz inmediatamente con la agilidad de un lince. No daba crédito a lo que estaba presenciando, era IN- CRE- I- BLE. Allí sentado como si nada pasara, plácidamente en mí sofá favorito, estaba un ¡Jonh Gleen! mirándome a los ojos, acto seguido, con toda la tranquilidad el mundo este agregó;

- Así que te nos adelantaste ¿No podías simplemente aceptar el destino de Kym? am.

Me quedé petrificado, instintivamente di un paso hacia atrás, cuando de pronto alguien me sujetó por la espalda y me hizo una especie de llave china. El llevaba unos guantes bastante gruesos, sabia el por qué. Sí ya de por sí estaba totalmente perplejo por ver a una versión malévola de un Jonh Gleen en mí sofá, imagínate mí reacción al percatarme de que, a mis espaldas, sujetándome firmemente de ambos brazos, estaba ¡otro Jonh Gleen! Así es, era otro Jonh Gleen, ELLOS, me habían encontrado.

- Será mejor que no te resistas- Indico el Gleen que tenía a mis espaldas.

Me percaté de que también llevaba un abrigo igualmente muy grueso, ambos sabíamos que pasaría si nuestra piel se tocaba directamente. Estaba atrapado, supuse que así terminaría mí vida, justo en ese mismo instante.
De inmediato, como un flash, la idea de saber si el haber viajado al pasado y darle toda la información a un ingenuo y desinformado Jonh Gleen de esa línea temporal había tenido algún efecto se volvió mi prioridad. Necesitaba confirmar si Kym estaba viva en mí ahora presente.

- Kym... ¿Qué paso con Kym? - Pregunte a gritos.

- Tu plan, dio resultado, en parte. Ella en este instante, no vive, y que te quede muy claro esto. Si mil intentos haces por salvarla, mil veces tendremos que eliminarla, eliminarla de un destino dónde ella nunca estuvo contemplada, no puedes jugar a ser dios por puro capricho, entiéndelo de una vez maldita sea.

Tuve éxito a medias, el plan había dado resultado, pero ellos se encargaron una vez más de interferir. Silenciosa y muy discretamente, dos o tres lágrimas salieron de mis ojos. ¿Es que, acaso no hay nada que hacer? ¿Ya estaba todo escrito? - Me preguntaba a mí mismo.

Mientras me ahogaba en mis propios pensamientos, aquel Jonh Gleen que se encontraba en mí sofá se puso de pie y también tuvo la precaución de usar un grueso guante de algodón para con su dedo índice limpiar una de mis lágrimas, luego agregó;

- Sé que aún no tienes la capacidad de entenderlo Jonh, y no sabes cómo me gustaría contarte tantas y tantas cosas sobre el futuro, entonces incluso tú, tú mismo que dices amar a Kym, nos apoyarías en todo esto.

- Pues entonces simplemente dímelo, cuéntame todo. - Exigí.

Pero, aquel Jonh Gleen no soltaría la sopa tan fácilmente.

- Ojalá todo fuera así de fácil. Te diré algo, quizás sea una bendición el hecho de que ningún Jonh Gleen pueda viajar hacia al futuro, no es bueno saber demasiado. ¿O me equivoco? - Pregunto refiriendose al Gleen que tenía a mis espaldas.