El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

Un Presente Alterno-12 "El Otro Gleen, la Otra muerte"

Todo resultó ser más fácil de lo que pensaba, bueno sin contar lo nervioso que estuve mientras hablé con Mike. Simplemente entregue aquella carta y me prometió que me le regresaría a mí mismo en cuanto volviera a aparecerme por allí, (eso sería mañana mismo) solo pedía a dios que no abriera aquel sobre y si lo hacía que pensara que se trataba de una broma.

Después de hacer el encargo regrese a mí línea original, es decir, al domingo 1 de febrero del 2015, eran las 6:59 pm.

- Genial – Pensé. - Justo a tiempo e incuso un minuto antes, mi otro yo debería de aparecer en cualquier momento, tal y como lo acordamos.

Solo me ausente menos de 50 minutos, aun me causa gracia la cara del pobre Mike después de entregarle aquel sobre. – ¿Esta ebrio Jonh? – me pregunto ingenuamente. Solo esperaba no estar comprometiéndolo de más. Dieron las 7:02 pm, Gleen aún no llegaba, comencé a preocuparme, me serví un vaso de agua con limón y hielos, encendí la tv. Un presentimiento me decía que algo no había salido del todo bien. Quise pensar que en cualquier momento el llegaría, tenía que hacerlo. Kym pronto estaría aquí a eso de las 8:00 pm, así que si realmente aquel Jonh quería que analizáramos la siguiente parte del plan sin que ella se diera cuenta, el debía de llegar ¡ya! Como un tic nervioso no dejaba de mirar mí reloj, Ya eran las 7:08 pm, el había sido muy explícito, a las 7:00 pm deberíamos encontrarnos justo en este mismo punto, a esa misma hora, pero no, no había ni rastro de él. Fue cuando entendí que quizás él no lo había logrado. En mi baño solo quedaba su ropa llena de una costra de sangre seca que él había traído del futuro, y que yacía sobre la tapa de mi inodoro, me acerque a la llave del agua y me refresque la cara como si con eso se compusiera las cosas. Tenía el más terrible de los presentimientos. Las 7:10 pm. Diez minutos tarde en el lenguaje de un viajero del tiempo era inaceptable e incluso se me antojo, presagio de lo peor.

Mire mi reflejo fijamente en el espejo del baño, docenas de posibilidades de lo que pudo haber ocurrido desfilaban por mi mente. Comencé una discusión conmigo mismo;

- ¿Qué habrá sucedido? Tal vez no lo consiguió, después de todo me advirtió que si él no llegaba al punto de encuentro yo debía de encargarme de lo demás, ¿Qué demonios sucedió?

No dejaba de cuestionarme, aquel presentimiento no dejaba descansar mí alma. De cierta forma estamos conectados así que no debía menos preciar mi intuición.

Esperaba equivocarme.

Inesperadamente se me ocurrió una loca idea, tan descabellada que podría funcionar. Volver atrás en el tiempo, quizás podría ayudarlo, si algo salió mal un poco de ayuda le serviría bien, después de todo sabia a donde había ido y a cuando. Pero a la misma velocidad a mi mente llegaron de nuevo las palabras de advertencia que me dijo antes de marcharse;

- No puedes venir conmigo, si algo te pasara significaría que jamás hubieses entregado la carta a Mike y Gleen del pasado nunca sabría nada de nada. Sería un bucle temporal sin salida.

No sabía qué hacer. Ya eran las 7:25 pm. No había más duda, algo le había sucedido, pero... ¿qué? La respuesta no se hizo esperar. Mientras peleaba con mis demonios mentales frente al espejo, por medio de su reflejo, pude percatarme que a mis espaldas sobre la tapa del inodoro la ropa de Jonh Gleen 1 comenzó a iluminarse y a ¿desintegrarse? en partículas de energía azul. Se cumplió lo peor que podría suceder, Jonh Gleen 1, ¡estaba muerto!

Y sin más desaparecido por completo, nada, no quedaba absolutamente nada que hubiese pertenecido a él. Parecía que, hablando a nivel cuántico, una vez que Jonh Gleen moría, cualquier objeto traído por este desaparecía desintegrándose a su línea de tiempo original y al parecer cualquier rastro de ADN o fluido que hubiese dejado por allí corría el mismo destino, es decir, se fragmentaba hacia el todo cuántico. Eso significaba que efectivamente, él no lo había logrado, no lo consiguió. Me sentí desfallecer, creí que él estaría aquí para ayudarme, nunca estuve más equivocado y más atemorizado como hoy.