"Propuesta"

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El joven se encontraba tendido en su cama con rostro tranquilo y Liliana a su lado preocupada porque no despertaba.

— Daniel, despierta por favor — tomo su mano delicadamente y la colocó en su mejilla.

— No se aflija señorita, la droga que inhalo solo lo hizo dormir, despertará en cualquier momento — dijo el doctor antes de salir por la puerta.

Y Se quedó dormida profundamente.

El hombre monocromático es...

Despertó de golpe y de inmediato verificó que Daniel se encontrará bien, ya estaba muy obscuro y decidió recostarse sin abandonar a su querido, paso sus finos dedos acariciando cada hebra de los cabellos y los deslizó hasta sus mejillas.

¿Si te beso te darás cuenta?

Liliana inclinó su cabeza hacía a él y sus labios quedaron muy cerca, de la nada los labios de su querer se movieron formando una "U".

— ¡Daniel! — regaño Liliana — todo este tiempo estuviste despierto.

Daniel rió avergonzado y le dijo susurrando

— Solo imagina que sigo dormido — y de nuevo cerró sus ojos.

Liliana con la cara enardecida le dirigió nerviosa

— Y-yo solo quería asegurarme de que respiraras — termino titubeante

— ¿Segura? — preguntó y de inmediato aprisiono a Liliana, paso sus dedos por sus labios y enseguida tomo su mentón y alzó suavemente su cabeza.

— Daniel — pronunció susurrante

Lo único que se escuchaba en la recámara eran sus latidos incesantes y sentían el uno al otro el subir y bajar de sus pechos.

— Liliana — susurro tiernamente — ¿Puedo besarte?.

— S-si — titubeó

Daniel beso su mejilla, continuó con su nuca y en el momento que iba a posar sus labios y darle un primer beso de amor interrumpieron su dulce e inocente momento.

Se incorporaron y los dos al mismo tiempo dijeron a la persona que llamaba a su puerta que podía pasar.

— Joven Daniel, el primero lo llama es urgente.

— Volveré enseguida Lili — pronunció y deposito un beso en su mano.

Daniel bajo y llego al despacho de su padre.

— ¿Me llamaba? — preguntó educadamente

— Si, ¿Qué pasó exactamente en el bosque?.

— Ni yo mismo sabría explicarle, pero tratare de ser breve, una persona sospechosa quiere llevarse a Liliana.

El primero paso sus manos por la cara preocupado y murmuró algo indescifrable y continuo

—Daniel tu madre está enferma y necesito que viajes al otro lado del mundo para ir por una planta que la curara — cambio de tema.

—Su enfermedad está peor ¿Cuándo quiere que parta?

—Mañana mismo si es posible pero te advierto que será un viaje muy largo y tardado si tienes suerte te llevaras meses pero si no años allá también tengo castillos no te faltara nada llevaras a tu madre contigo y...

—¿Y Lili? — interrumpió de inmediato Daniel.

—Ella tendrá que quedarse, es peligroso para ella viajar después de este incidente.

— pero padre... — replicó

— acata mis ordenes — pronunció enojado

Daniel bajo su cabeza, y se retiró

¿Cómo se lo diré a Liliana?

Pensaba mientras caminaba en dirección a la alcoba de su amada, cuando llegó ahí tocó y al escuchar el permiso entro.

—¿Qué te dijo? — lo interrogó

— Me iré de viaje por un tiempo — soltó suspirando de tristeza — No podrás venir conmigo.

— ¿Porque? — preguntó con la voz entrecortada y las lágrimas asomándose.

— No llores porfavor, me rompes el corazón — le decía mientras se acercaba a ella abrazándola fuertemente — ¿Qué puedo hacer para que pares de llorar?.

— No te vayas — le contestó entre sollozos.

— No puedo hacer eso.

— Entonces besame — suplicó

Daniel quedo embelesado por sus palabras y su tierno rostro pidiendo de manera inocente aquella prueba de amor, acercó su rostro y la beso, la tomó de la cintura y la acercó más hacia a él.

— Deten-te no me de-jas res-pirar — alcanzó a pronunciar ya que él no se detenía.

Él de sus labios paso a su cuello y Liliana jadeaba.

— Mi dulce e inocente Lili, porfavor se mía — lamio su cuello y después lo succiono dejandole una marca.

— Yo soy tuya — decía con dificultad.

Daniel iba a continuar pero contemplo a su amada y le dijo

— Cuando regrese ¿te casarias conmigo?

Lágrimas cristalinas y hermosas comenzaron a rodar por sus mejillas.

— Si.

— Entonces, hasta que ese día llegue serás completamente mía, yo no puedo hacer que tu pureza sea manchada por mis impulsos de hombre apasionado.

Liliana se sonrojo y lo abrazó, y solo se quedaron con sus besos inocentes, reservando su amor creciente para el día de su boda.






Nytzyne...

La eternidad de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora