"Huida"

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Esa noche la hacia sentir intranquila sintió el rocío del césped y escuchó el canto de los grillos tocando el violín, sentía el corazón en la garganta.

El sonido del césped a cada paso la alarmaba, sentía que todo el planeta escucharía sus pasos y la descubririan, se puso detrás de un árbol al sentirse perseguida miro hacia el castillo para verificar que todo estaba en orden y cuando se sintió segura unas manos la sujetaron, ella por la impresión soltó un grito pero la persona lo suprimió.

Alcanzó a sentir un aroma dulce, y todo se volvió borroso...

El hombre monocromático es...

Despertó de golpe, y se percató que estaba en el palacio y frente a ella se encontraba Ángel mirándolo con sus quinques de fuego azul.

Liliana tragó saliva y apartó la mirada.

—mírame — ordenó calmado

Ella agachó la cabeza, y el de inmediato sujeto su mentón haciendo que lo mirara, pudo notar en sus manos una cicatriz y aterrada recordó al hombre monocromático.

—¿Qué quieres de mi? — preguntó aterrada

—Supongo que lo has descubierto todo — dijo mientras suspiraba — Quiero que seamos felices, por eso he regresado por ti.

Liliana se encontraba aturdida ante la revelación, pero Ángel continuo hablando.

— Antes de todo quiero que sepas mis motivos, Valentin fue el que provocó todo esto, es el único responsable, por eso tenía que acabar con su vida.

—¡Tú lo asesinaste! — interrumpió

— Él asesino a mis padres, y a los tuyos merecía morir.

—¡Monstruo! — le recriminó

—¿Monstruo?, talvez, pero lo hize por nuestro bien.

—¿Nuestro? Y que hay de Daniel le has arrancado la vida a su padre — replico y las lágrimas comenzaron.

—¡Daniel! ¡Porque lo nombras!, él no es tu salvador, yo lo soy.

—Me voy de aquí, iré a buscar a Daniel.— dio vuelta y se dirigió hacia la gran puerta.

—Ni siquiera te contesta las cartas, entiéndelo, él no te quiere, si lo hiciera te hubiera respondido.

—¿Cómo sabes que le he escrito? — preguntó volteando a verlo

—Lo supuse

—¡Mientes!, Daniel nunca recibió mis cartas ¿verdad? — decía furiosa señalandolo.

Ángel estaba callado, Liliana había descubierto todo y él se sentía destruido.

—Por eso no logre escapar, porque tú lo sabias, si tanto me odias déjame ir.

—¿Odiarte? — Ángel lanzo una carcajada amarga — entonces porque te odio te encerrare hasta que cambies tu actitud conmigo.

—¡Que actitud lo único que he hecho ha sido ser buena contigo! — decía histérica.

—¡No me desafíes! — le grito Ángel furioso

Liliana bajo la cabeza y puso sus manos en su rostro.

—A si es como debes ser, frágil, dócil y manipulable —le decía es tono sensual mientras acariciaba el cabello de Liliana y la atraía hacia él, olio el aroma que desprendía su cabello y le susurro — pero dices que te odio, y te encerrare.

A Liliana el temor y la tristeza la invadían profundamente
Ángel tiro de ella fuertemente y la llevo casi arrastrando hasta los calabozos.

—te quedaras aquí hasta que yo quiera — dijo con rudeza

La eternidad de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora