Creía que estaba en el cielo, no sabía si era real lo que había pasado o solo era mi cabeza. Necesitaba con urgencia volver a verla, era adictiva. Tres días más... la busqué disimuladamente todo lo que pude y no la encontré, fueron días eternos, me estaba volviendo loca de tanto pensar, lo peor fue que extrañamente no la vi ni siquiera de lejos. Quizás estaba enferma o simplemente se escondió de mi, no creo que haya sido lo último. Que importaba ya había llegado el momento de volver a encontrarnos, no puedo negar que estaba más ilusionada que nunca, pero también sabia los problemas que podía conllevar esto.
Por fin mi cabeza podría descansar, claro esta que mi corazón no.
-¿Hola?...
-Hola Emilia, al final de la clase necesito hablar contigo
-Ok, no hay problema - dije con bastante miedo mezclado con curiosidad
- ya chicos! atentos ...
Dialogo corto, ni siquiera un como estas, que nervios quizás que me diría. Comenzó la clase y mientras hacíamos las actividades la miraba cada que podía, siempre disimuladamente. En esa clase lo único que recuerdo fue un golpe en el trasero, estábamos maniobrando los brazos del 'robot' (que en realidad era una cosa muy improvisada que hicimos con el grupo) y bueno los muy graciosos me dieron en el culo para concentrarme. Eso provocó: 1- muchas risas claro está 2-yo sonrojada y 3-la sonrisa de Fernanda a lo lejos.
Fueron los noventa minutos más largos de toda mi vida, noventa minutos unas semanas antes eran poco para mirarla, ahora eran muchos. Fue un alivio enorme el escuchar- ya chicos terminamos por hoy. Me acerque e iba a hablar pero ella habló primero.
-Aquí no podemos hablar, espérame a dos cuadra de la salida principal. En las bancas...
A lo cual respondí con un movimiento afirmativo con la cabeza, mientras pensaba 'que mujer más cortante'.
Se pasaron mil ideas por mi cabeza, con el corazón latiendo a mil por hora. Fui corriendo al baño mas cercano, me lave la cara, sonreí al espejo, puse una cara sexy para ver que tal me salía y a trote rápido salí de la universidad por la entrada principal, camine dos cuadras y espere en una banca. Al parecer sería una noche larga.
De esperar noventa minutos en clases, pase a estar esperando sentada en una banca, 20 minutos más, los cuales, claramente, fueron mucho más largos.
Mirando el celular para ver la hora ya eran las 7.20 pm y ya estaba comenzando a oscurecer, pensé que no llegaría, pero en una de las miles de veces que mire para ver si venía, mis ojos encontraron su silueta. Venía con su mochila ploma en la espalda y al pasar por en frente de la banca me hizo un gesto para seguirla. Camine atrás de ella por dos cuadras más sin saber que iba a pasar, no importaba que pasaría, la seguiría igual hasta donde fuese, así de loca estaba, paró un colectivo y asumí que debía subir.
A Ibáñez con Lira por favor, se cancela de dos.- exclamo al conductor amablemente
Yo muda no sabía que decir, pero claramente lo mejor era guardar silencio. Miraba por la ventana, ya estábamos lejos de la universidad.
-Ibáñez con Lira- dijo el conductor.
Esto parecía secuestro o película de acción. Bajándonos recién pude hablar.
-¿dónde vamos?
-A mi casa, Ricardo no está, se fue a un congreso por unos días.
-Ricardo es tu novio - ni siquiera lo dije en forma de pregunta, porque ya lo sabía
-Si
Llegando a su casa ella abrió la puerta y pase atrás de ella, era una casa de dos pisos, antigua, de colores cálidos, linda. Entramos y lo primero que vi fue un gato que llego a recibirnos.
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Mi profesora, mi enamorada.
RomanceCuando intentas evitar lo inevitable las cosas se ponen feas. Esta es la historia de Emilia, todo iba bien en su primer año de universidad hasta que tiene un problema con Fernanda, una profesora renombrada. En el camino de buscar soluciones a este r...