De ahí en adelante la semana sólo era importante los días jueves, quedaban apenas cuatro clases ese año y para mala suerte me dio otitis, mi enfermedad común. Me faltaba solo un examen y ya tenia el ramo pasado. Pero necesitaba ir a clases de laboratorio, sólo podía faltar una vez más o reprobaba.
Ese jueves después de la conversación en su casa no pude ir y al día siguiente llamaron de el departamento de innovación.
-¿hola?
-¿Emilia? hablas con la secretaria de el departamento de innovación
-si, hola
-mira, estoy avisando a las personas que ya no pueden faltar más o reprobaran el ramo
-si lo se, lo que pasa es que me enferme de otitis y no puedo salir por lo menos en una semana y media más.
-oh que mal, espero te recuperes pronto, mira haré algo, puedes recuperar las clases, pero me traes un certificado ¿bueno?
-si lo tengo
-ok, entonces me lo traes a mi oficina y luego vemos que días recuperas clases
-bueno, muchas gracias, muy amable
-de nada, recupérate, estamos en contacto, buenas tardes
-buenas tardes.- Que bien por lo menos podría recuperar clases, pero esto atrasaría mis planes de hablar con Fernanda. Quizás que pensará ahora que faltaré dos clases, probablemente no le importe.
Que dolor más horrible es tener otitis, pasaban los días y aún no me sentía bien. Era extraño porque la otitis no dura más de, con tratamiento, unos 3 o 4 días de dolor y lo demás es descansar, pero según el doctor estaba con las defensas bajas por lo que me mareaba y no tenía fuerzas. Yo sabía que era porque no había, ni seguía comiendo muy bien.
Al jueves siguiente aún estaba en reposo, ya sin dolor menos mal, pero con mareos, no quise decirle a mi mamá o sino estaría al día siguiente diciéndome 'te dije que no anduvieras a pata pelada, que no te lavaras el pelo sin cubrirte los oídos, que no salga al frío' y mil cosas que tendría que aguantar o refutar. Ese día en la noche como a las 9 estaba viendo una película para luego disponerme a dormir, pero sonó el celular, un numero desconocido.
-¿alo?
-Hola Emilia ¿como estas?
-si... bien, ¿con quien hablo?
-Con Fernanda
Estaba mal, porque no reconocí su voz.
-¿Que Fernanda?
Realmente no era yo.
-Fernanda, tu profesora
-... - marcando ocupado
-¿hola?
-si, perdón estoy aquí
-Emilia ¿por que no haz venido a clases?, sabes que con esta ya van 4 clases y se supone que repruebas el ramo, yo puedo ayudar a que no sea así, pero estoy preocupada, ¿que te pasa? ¿es por nuestra conversación?, ¿es por nosotras?
-oh estoy muy sorprendida de que me haya llamado, lo que pasa es que estuve enferma, ósea, eso dijo el medico, y mis defensas están bajas por lo que aún no me siento bien. Me llamó la secretaria de su departamento y me dijo que con certificado podía recuperar clases luego.
-Las clases en realidad no importan mucho si estas enferma, tienes que descansar, igual hoy te puse presente. Dime ¿te sientes muy mal?
-No debería sentirme mal, pero como mis defensas están bajas me mareo y no tengo muchas fuerzas, además ahora me resfrié, no he cocinado, quizás por eso mis fuerzas siguen bajas, he comido frutas y lácteos y ehm algunos sandwiches.
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Mi profesora, mi enamorada.
RomanceCuando intentas evitar lo inevitable las cosas se ponen feas. Esta es la historia de Emilia, todo iba bien en su primer año de universidad hasta que tiene un problema con Fernanda, una profesora renombrada. En el camino de buscar soluciones a este r...