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No tuve noticias de Avalon en todo el fin de semana, mentiría si dijera que no estaba triste por eso.

No esperaba que las cosas cambiaran después de esa noche, bueno si, tal vez un poco, pero tampoco esperaba no volver a saber de ella.

No quería parecer desesperada, no iba a enviarle ningún mensaje ni mucho menos llamarle. Si para ella no era importante, ¿Por que tendría que serlo para mi?

Lo difícil de la situación era que a mi si me importaba y no era nada fácil de disimular, me moría por volver a verla.

Tal vez por eso el lunes por la mañana me levanté excesivamente temprano y con un humor muy poco común en mi los lunes por la mañana.

De todas maneras no sabía como tomármelo, ¿Deberia estar enojada? Porque lo estaba un poco. Viene, me besa, me confiesa que le gustó y a la mañana siguiente desaparece, tengo derecho a estar enojada.

Sin embargo no lo estaba tanto como me gustaría. Tenía un mal presentimiento en el pecho, sólo quería que nada malo pasará entre nosotras, luego si me enojaria.

El día no había empezado distinto a cualquier otro lunes. Llegue justo a tiempo así que no pude hablar con las chicas antes de las clases, de todas maneras las vería en el almuerzo.

También me salvé del típico saludo de Thomas, me di cuenta de eso cuando estaba en mi casillero, es extraño estar allí sin el hablandome, ya me estaba acostumbrando.

Todo marchaba de maravilla hasta que la vi.

Iba caminando por el medio del pasillo, parecía un poco distraída. Apenas se había maquillado y llevaba una bonita falda con un top que dejaba ver un poco su estómago, su cabello rubio estaba suelto y se movía con cada paso que daba. Dios, que hermosa es.

No me había visto, estaba decidiendo si acercarme o no cuando alguien se me adelanto.

¿Jacob? ¿Freddie? ¿Mason? No recuerdo su nombre, reconozco su rostro de algunas clases supongo. Se que a veces esta con Avalon.

Ella pareció repentinamente alegre cuando lo vio y lo saludo con un exagerado beso en la mejilla subiendo aún más el ego del chico. Para ese momento ya no podía dejar de ver la escena, aunque luego me arrepentiria.

Estuvieron hablando por unos segundos, sabía que Avalon le estaba coqueteando, pero eso no evito que me sorprendiera cuando se le acerco para comerle la boca a la vista de todo el Instituto.

No se cuanto duró el beso, me fui corriendo apenas sentí una lágrima correr por mi mejilla.

En ese momento estaba segura de lo que sentia: tristeza, enojo, pero sobre todo me sentía como una completa idiota.

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