Avalon me llevo hasta los campos de fútbol en donde se practicaba ese deporte y gimnasia además, por suerte estaba desierto, pero eso no hizo que se detuviera. Lo atravesamos caminando un poco más hasta quedar detrás de la cerca pero aún dentro de
los límites del colegio.
Hizo que nos sentaramos en el césped bajo la sombra de un árbol. Ella no hablo hasta el momento.
-Bien.- Suspiró.- Primero quiero disculparme contigo, de nuevo quiero decir.
La mire confundida y estuve a punto de decirle que no tenía porque disculparse pero me callo al instante.
-Se que puedo llegar a ser insoportablemente egoísta y caprichosa, y aún más cuando se trata de ti.- Sentí algo en mi pecho al escucharla decir eso.- Pero nunca había sido celosa, tal vez porque nunca había querido a alguien de verdad... Dios Emily, ¿Que me has hecho?- Soltó una pequeña risa que me pareció la risa más triste del mundo, de cuando necesitas reír para no llorar.
¿Por que necesitaba reír para no llorar? Parecia tan vulnerable. Me preocupe y sentí unas inmensas ganas de abrazarla y besarla hasta que vuelva a ser la misma arrogante de siempre.
-Cuando me dijiste lo de Thomas me sentí fatal y actúe de la forma más infantil que encontré en vez de besarte y demostrarte que yo te quiero más que el.
¿En serio había dicho que me quería?
-Es que al saber que lo querías lo único que quise hacer fue llorar y golpear algo. Cuando estuve con Cameron fue pura y exclusivamente por celos, también con Greg.- Así que así se llamaba el otro chico.- Se que estuvo mal por donde se lo mire, no debi hacerte sentir mal y no debi haberlos usado de esa forma.- Negó con la cabeza.- Fue estúpido pensar que tu estarías haciendo lo mismo cuando se que serías incapaz de usar a alguien así.- Me miro con tanto amor que sentí que me desmayaria.
No sabia exactamente que decir asi que solo negué con la cabeza en respuesta.
-Lo que quiero decir es que me importas demasiado como para tratarte como un simple objeto, se que no eres mía, ni siquiera somos pareja ni nada.- Hizo una pausa.- Bueno, aún, supongo.- Sentí la misma sensación de antes mientras que ella desvió la vista al césped.- Así que estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para no ser una maldita egoísta contigo.- No sabía a que quería llegar, cada vez estaba más confundida.
-Yo no lo veo así, eres más que una egoísta Avalon, y lo sabes.- Le tomé la mano y ella sonrió.
-Por favor no veas sólo las cosas buenas en mi.
Su mirada cada vez era más triste.
-Me estoy enrrollando mucho en este tema cuando debería ir al grano.- Volvió a suspirar.- Quiero que decidas, no me importa cuanto tiempo te lleve, yo puedo esperar y estare bien de cualquier manera aunque aún más si te quedas conmigo.- Quiso sonreír al decir lo último.
¿Que?
-¿Decidir? ¿Decidir qué?
-El o yo.- Me miro al fin.- Quiero que sepas que no te estoy presionando ni mucho menos, sólo voy a demostrarte que puedo tratarte mejor que el, aunque no lo creas.- Hice una mueca.
-Por supuesto que lo creo.- Replique al instante.- Pero no lo se... No se si sea lo ideal, ¿Estar con los dos? ¿Al mismo tiempo? No creo que sea lo correcto.
-El no tiene porque enterarse y a mi no me molesta.- Me dio una media sonrisa que borró al instante.- Bueno si, pero puedo soportarlo, sólo... decidete pronto.
Lo pensé un momento. No quería estar con los dos al mismo tiempo, sentía que los estaba traicionando, de echo si los estaba traicionando.
-Sólo quiero que me des la oportunidad de demostrarte lo mucho que te quiero.- Se acerco un poco a mi.- Pero tampoco quiero que te pierdas a alguien como el en caso de que lo nuestro no funcione, por mucho que me moleste se que es un buen chico, algo que realmente te mereces.- Acaricio mi mejilla mirándome directamente a los ojos con una sonrisa triste.
Quería decirle que se equivocaba, que ella era buena para mi, que estaría con ella aunque no me mereciera; pero las palabras no llegaban a mi boca, sólo se quedaban en mi cerebro.
Al ver que no hablaba se fue acercando hasta que su nariz rozó la mía. Cerré los ojos para no sentir nada más que no sea su tacto.
-Por favor Em.- Susurro y dicho eso unió nuestro labios en un largo y tierno beso.
Lleve mis manos a su rostro para acercaros aún más y ella sostuvo mis manos allí por un momento para después llevarlas a mi cabello.
-De acuerdo.- Dije al separarme y juntar su frente a la mía.
La sentí sonreír.
-Prometo dejarte en paz si lo elijes, pero si me elijes olvídate por completo de eso.- Susurro contra mis labios.
No quería que me dejará en paz, nunca.
