20

2.5K 205 36
                                    

Al llegar a casa lo primero que hice fue arrojar mi mochila, en serio no la aguantaba, pareciera que llevará todos mis problemas allí adentro.

Me deje caer en la cama para no hacer otra cosa que mirar el techo un momento. Hasta que una idea cruzó mi mente.

Tome mi celular lo más rápido que pude.

Para: Thomas
¿Estas libre por la tarde?

(...)

Este chico en serio sabía como divertir a alguien. Me llevo a los videojuegos, no había estado en uno de esos desde los doce años, lo mejor de todo era que el se comportaba como si tuviera esa edad.

-¡Necesito más vidas!- Grito a la pantalla de la maquina dejando el arma de juguete.

-Ni hablar, es mi turno. Muévete.- Lo empuje y tome el arma con seguridad.- Aunque creo que ya me has ganado, no tengo idea de como funciona esto.- Admiti.

-Eso no es problema.- Sonrió y se posiciono detrás mío.

Me tense al instante, aún más cuando colocó sus manos sobre las mías en el arma de juguete.

-Sólo tienes que apuntar.- Susurro en mi oído haciéndome temblar.- Y disparar.- Activo el arma matando a un alien que acababa de aparecer en la pantalla.

Después de eso se alejó despacio haciendo que volviera a respirar con normalidad.

-Oh, parece fácil.

Y si que lo fue, hasta logre un mayor puntaje que Thomas lo que me permitio comer gratis, ya que ganar era la única forma de que yo permitiera que pague, y burlarme de el hasta que deje de ser divertido.

-Muy bien, lo admito. La alumna supera al maestro.- Alzó las manos por encima de la cabeza en un gesto de rendición.

Habíamos ido a un McDonald's a sólo unas calles de los videojuegos y de mi casa.

-Si te hace sentir mejor, era la primera vez que jugaba.

-¿Como eso podría hacerme sentir mejor?- Fruncio el seño.

-No lo se, solo quería presumirtelo.- Reí.

-Oh si, que graciosa eres.- Tomó una papá frita con ketchup y me ensucio la mejilla.

Abrí mi boca en una perfecta o formando una expresión de indignación.

-En serio no debiste hacer eso.- Dije limpiandome con una servilleta.

-¿Qué vas a hacer al respecto?- Me miro retandome con una sonrisa.

Antes de que terminará de hablar tome un sobrecito de mostaza a medio usar  y verti el contenido por todo su rostro.

No era mucho, pero tenía aderezo en la frente, mejillas y nariz. No pude evitar soltar una carcajada.

-¡Hey! ¡Lo mío fue sólo un punto!- Se quejó comenzando a limpiarse.

-Muy bien, lo siento.- No podía parar de reirme.

-Ya, para.

-Es que ni siquiera sabes limpiarte bien la cara.- Dije mirando un poco de mostaza que se había quedado en su mejilla izquierda.

-No tendría que limpiarme si no me hubieras ensuciado, genio.

-Dame eso.- Le arrebate la servilleta de la mano y limpie yo misma la mancha.- Listo.- Sonreí alejándome solo un poco.

-¿Volví a estar hermoso?- Bromeó.

-Nunca dejaste de serlo.- Las palabras salieron solas de mi boca y tan rápido como salieron el tono de mi cara subió.

El sonrió, pero no dijo nada. Comenzó a acercarse lentamente.

Me beso. No pude descifrar lo que sentia, solo pensaba en los besos de Avalon.

fool's gold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora