38 (2/2)

2K 164 19
                                    

Esas seis palabras bastaron para dejarme completamente aturdida.

¿Acaso había escuchado bien? No podía ser.

Ella ni siquiera me miro al decirlo, mantenía su vista baja en su regazo.

-¿Que?- Dije casi inaudible, un nudo comenzaba a formarse en mi garganta.

-Escuchame...- Me miro con los ojos llenos de lágrimas, los míos empezaban a estar igual.

-No.- Negué con mi cabeza.- Debi saberlo.- Reí irónica mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla.- Debi saber que encontrarias una manera de que no estemos juntas.

Me puse de pie. Ella copio mi acción e intentó acercarse a mi.

-Emily, eso no...

-¿Por que empezaste esto en primer lugar?- Interrumpi mientras daba un paso atrás para alejarla de mi.- Si no querías estar conmigo sólo tenías que decirlo.- Solloce.- No hacía falta que siguieras jugando conmigo.

Cubri mis ojos y comencé a llorar. Ya no me importaba si me estaba humillando en frente de ella, esto dolía demasiado.

La escuche acercarse y luego sentí sus brazos rodeandome y apretandome contra su cuerpo.

No tenía ganas de abrazarla pero tampoco de apartarla, no podía evitar sentirme bien en sus brazos.

-Te amo Emily.- Susurro.

Un escalofrío recorrió mi espalda haciéndome llorar aún más.

-Callate.

-No, en serio lo hago.- Se separó un poco tomando mi rostro.- Amo cada cosa de ti.- Limpio cuidadosamente mis lágrimas.- Desde como te quedan esos lindos jeans que usas hasta como te muerdes las uñas cuando te pones nerviosa.- Me sonrió pero sus ojos seguían rojos.

No contesté. Un suspiro se escapó de mis labios.

-Amo cada una de tus expresiones, incluso las que tu odias.- Trago saliva.- Me has hecho fijarme en detalles que no observaba ni en mi.- Río.

Lo unico que yo hacia era mirarla y tratar de asimilar todo lo que me decía.

-Te amo Emily, no quiero que lo dudes ni por un segundo.- Dijo y volvio a abrazarme.

Parecía una despedida y no quería eso.

-¿Puedes explicarme por que no puedo estar contigo entonces?- Murmure contra su cuello.

Nos separamos y me miro a los ojos.

-El... El es lo mejor para ti.- Dijo en un hilo de voz.

Iba a replicar pero ella se me adelanto.

-Puedes tener una relación con el, una relación pública Emily, sin tener que esconderte.

-No me importa.- Dije al instante.

-Emily...

-No Avalon, escuchame. No me importa.- Dije completamente decidida.

-Por favor.- Me miro sería.- Ni siquiera le hemos dicho a las chicas sobre esto, ¿Como crees que reaccionaran?- Dijo dando a entender la respuesta obvia.

-No me importa.- Volví a repetir.

-¿Crees que les va a gustar? Que cambies al perfecto Thomas por...

No podía escucharla más. Tome su rostro para juntar nuestros labios, era la única manera que se me ocurrió para callarla.

Ella tardó unos segundos en responder pero finalmente lo hizo.

Nos separamos despacio. Ella abrió la boca para hablar pero la interrumpi antes de que pudiera decir algo.

-Te amo Avalon, no quiero perderte, no voy a perderte.

-Lo siento.- Se separó completamente de mi despacio.

Me miro apenada mientras caminaba de espaldas hacia la ventana.

Quería rogarle que se quedara, me pondria de rodillas si hacia falta, pero mis piernas no reaccionaban, no podía moverme.

-Adiós.- Murmuró.

Me miro por última vez para después voltearse y salir por la ventana.

-¡¿Cuando te volviste tan cobarde?!- Grite antes de que ella desapareciera de mi vista

fool's gold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora